Un día tormentoso

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Natasha

El había llegado, sentí un fuerte dolor en el pecho y el pánico empezó a dominarme, el comenzó a gritar y se escuchaban los platos romperse y a mi madre llorando.

Al escuchar todo lo que él decía, todos sus insultos y sus gritos, todos aquellos recuerdos que había enterrado comenzaron a salir rápidamente, quería olvidarlo todo, quería creer que todo era una pesadilla y que al despertar estaría toda la familia que algún día tuve, quería que estuviéramos todos juntos de nuevo.

Cerré mis ojos y comencé a pedir que todo esto terminará hasta que escuché un ruido y unos pasos acercarse a mi habitación, el miedo y el terror me inundaron, dolía respirar y luego el comenzó a golpear la puerta y decir incoherencia, y entonces comencé a gritar y llorar -¡por que esto me tiene que pasar a mí, por que tiene que ser a mi familia!, ¡POR QUE?!-el siguió empujando la puerta hasta quebrarla y entró y me golpeó en la cara.

El golpe me hizo caer al suelo, dolió mucho pero no acabó ahí, empezó a patearme en el vientre una y otra y otra vez, los insultos y golpes dolian mucho, demasiado y me hacían sentir miserable

-¡Detente Antonio por favor, a ella no, detente, Antonio!

-¡CALLATE ZORRA, YO HAGO LO QUE SE ME VENGA EN GANA!

Y se detuvo, para luego golpear a mi madre, duele mucho, esto es muy doloroso, ya quiero que esta pesadilla se acabe, ya no quiero mas esto.

**************
Ayer fue otro de aquellos deprimentes días, otro día tormentoso, he tratado inúltimente de cubrir todos los moretones que tengo en el rostro pero todavía quedan marcas, de seguro Nathaly y Daniel se darán cuenta y sabrán la razón.

Cuando llegué a la escuela todos me miraban y algunos se acercaban a preguntarme y otra vez tengo que decirle la estúpida excusa de que me caí de las escaleras.

En el receso salí corriendo al patio, no quería que los demás me vieran llorar pero no me percaté de que hubiera alguien afuera.

-¿Por que lloras?

Cuando levante la vista pude darme cuenta, era él, era Sebastian, me estaba viendo en este estado tan deprimente, debo dar lastima.

-No estoy llorando-que estoy diciendo si se nota desde lejos-solo tengo una pajita en el ojo.

-"Si claro y yo nací ayer, mucho gusto"; ahora dime que te pasó en el rostro.

-Me caí de las escaleras y me lastimé.

-No te creo, acaso te golpearon, por que así parece, ven dime, confía en mi, te puedo ayudar.

Como se dio cuenta, acaso se nota tanto, creí haberlo cubierto lo suficiente, pero no puedo decírselo, solo lo he visto algunas veces, no confío en el, que es lo que pretende ya nadie quiere ayudar así por así pero no caeré en su trampa.

-¡Y a ti que te importa lo que me pase, deja de meterte en asuntos que no te incumbe y con permiso que ya me voy!.

-¡No eres ni un objeto ni una herramienta para que te dejes maltratar, no lo permitas!

Ya lo sé, ya lo sé, pero no puedo hacer nada, no es como así pudiera huir y dejar todo atrás, no es como si tuviera el valor necesario para escapar y dejar todo atrás, si lo tuviera ya lo habría hecho, pero el recuerdo de él no me deja hacerlo.

Gracias por leer este capitulo y muchas gracias por el apoyo, nos vemos pronto.














Enfrentando la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora