Laura e Iván se pasaron toda la semana juntos, haciendo bromas y riendo sin parar. Esa semana, a Cindy se le quedó el pelo con mechas californianas, cosa que odiaba porque se veía su color natural. El domingo, Cindy tuvo dos sorpresas: una fue la peor sorpresa del año. El domingo por la mañana, Dolores mandó a Iván y Cindy al pueblo a comprar. Como ninguno podía conducir, tenían que ir andando, cosa que costaría media hora para ir y otra media para volver. Cindy llevaba unas botas de tacón para ponerse en el pueblo, "pija", pensó Iván cuando Cindy las metió en la mochila. En el camino les dio a hablar bastante:
-¿Eres prima de Laura? - soltó de pronto Iván.
-Claro, ¿por? - le contestó Cindy, extrañada.
-Pues entonces tienes el carácter de tu familia paterna.
-Perdón, ¿es eso un insulto?
-Sí - Cindy se paró, se colocó enfrente de Iván con cara de enojo y chilló:
-¡¡¡¿Perdón?!!!
-Me refiero a que eres muy sosa, y borde, y no tienes personalidad; bueno, eres la típica chica que se cree la más guapa y a la que todos los chicos siguen porque es facilona y sabe engatusar - Cindy, cabreada, pegó una patada al suelo, pero Iván continuó - eres una niña mimada por tu padre y que nun...
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡YA VALE DE INSUTARME!!!!!!!!!! - Cindy se calmó un poco y siguió - Ya vale, ¿no? Bueno, puede que sea todas esas cosas y que no sea buena con los demás pero en el fondo no soy tan tonta, ¿vale?, ¿es que nunca se va a dar cuenta nadie? No soy tan tonta, supongo que hay que conocerme mejor que tú, pero la gente tampoco es perfecta: mi tí no lo es, mi prima no lo es...
-Tu prima sí que es perfecta - le soltó Iván con voz soñadora y dulce, como si el comentario sobre Laura le hubiese ofendido.
-Te... te gusta... ¿¡te gusta Laura!?
-No, no me gusta... - Cindy soltó el aire que había estado conteniendo y volvió a respirar - . No me gusta... creo... creo que... estoy enamorado de ella - Cindy giró la cabeza para no mirarle a la cara, se calló y no volvió a dirigirle la palabra el resto del camino. Iván sonrió, pero una pequeña mariposa empezó a quemarle por dentro: la culpa.
La segunda sorpresa fue la mejor sorpresa de todo el año. Al llegar a la granja, eran las dos menos cinco y Dolores animó a Cindy a ponerse guapa. Esta, tras haberse arreglado más de la cuenta, se miró al espejo y no se reconoció, así que se cambió a camisa y el peto vaquro y dejó sobre la cama, para luego un vestido negro ajustado y unas botas de tacón de aguja en vez de tres mil complementos. Decidió salir a hablar on su prima sobre Iván. Cogió a su prima del brazo después de haber puesto la mesa con un cubierto más y la condujo hasta el abrevadero. Allí se sentaron en el borde de madera que sobresalía un poco del agua medio limpia en la que los caballos bebían y Cindy se puso seria mientras que su prima sonreía como siempre, entonces Cindy dijo:
-Laura, ¿sabías que Iván está... enamorado de... ti?
-Oh, querida prima, y tú de él, ¿verdad? No tienes por qué preocuparte, yo me voy hoy y a ti te quedan dos meses de estar con él, me ha dicho que no le gusta tu pelo rubio pero espero que no lo cambies por él. Oh, qué digo, claro que lo vas a cambiar por él. Te repito que yo me voy hoy y además viene alguien muy especial a comer con nosotros, no estés triste, pero prométeme que la próxima vez que te vea serás mi prima morena que jugaba con las gallinas, ¿vale?
-Sí- respondió Cindy, un poco más alegre. De pronto recordó que no le había devuelto las risas sobre ella, y una idea vino a su mente. Le dio un abrazo a su prima - Gracias, pero aún no me he vangado de ti - dijo alegremente, y lo siguiente, lo susurró - Esto va por todo lo que me has hecho pasar, sobre todo hoy - se giró un poco e hizo puerza con el brazo que abrazaba a su prima para tirarla al agua del abrevadero. Laura salió riendo a la superfici y dijo:
-Creo que deberías cambiarte para el invitado que viene ahora, estás empapada - y mientras lo decía, cogió a su prima del tirante del peto y tiró de él para que su prima la acompañase en el agua. Ambas salieron del abrevadero riéndose y corrieron a la casa para cambiarse de ropa. Cindy subió a su habitación y contempló el vestido que no le apetecía ponerse; entonces bajó al cuarto de su prima y le pidió una camiseta interior blanca de tirantes y una camisa a cuadros encima, como solía llevar ella ({esta ropa se la dedico a una amiga mía, Cristina J. I <3 U}) En vez de un cohe rojo, esta vez entró en la granja un coche verde que todoe l mundo salió a recibir. Una mujer atractiva y morena salió por la puerta del conductor. Cuando la vio, Cindy echó a correr hacia ella y le dio un abrazo.
-¡¡¡Mamá!!!
El resto de la tarde después de comer, Sara y su hija Cindy se la pasaron ahblando y riendo, siempre juntas... Hacía tanto tiempo que no se veían... A Sara no le gustó el rubio de su hija, pero no dijo nada aunque Cindy lo notó. A las nueve y media de la noche, Sara y Laura se fueron en el coche verde tras una calurosa despedida, tras la cual, Cindy e Iván se quedaron tristes. Esa noche, Cindy cogió unas tijeras y se cortó el rubio que le quedaba. Al día siguiente le pidió a su tía que la llevase al pueblo para comprar ropa cómoda e ir a la peluquería para que le perfeccionasen el pelo.
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Una historia de verano
Teen FictionCindy Brooks era la típica pija del insti hasta que conoció a un chico en verano...