Cindy se quedó confundida tras la declaración de Iván. Recordó a aquel extraño Tom. Al principio había sido muy majo, pero luego se volvió loco: recordaba que había dicho:
- Si no me vas a querer nunca, déjame; pero ten en cuenta que siempre me recordarás. Si me vas a querer siempre, ven conmigo a la India; y ten en cuenta que nunca me separaré de ti.
Cindy recordaba perfectamente que había elegido la primera opción, y nunca se había arrepentido. De hecho, se había olvidado de aquel extraño chico... hasta hoy, que lo había tenido que recordar. Le dejó por eso; a Cindy, obligar a alguien a estar siempre al lado de otro no le parecía una tontería. Iván había dicho que dejó a Tom por una tontería. Cindy dio vueltas el resto de la noche sin poder dormir, pensando en Mario, en Iván y, sorprendentemente, en Tom. Recordó a Tom: rubio de ojos azules, con el pelo medio largo, tipo surfero; era delgado, pálido y alto; era guapo, pero raro. De pronto se dio cuenta de una cosa: ¡Iván y Tom eran hermanos! Tenían el mismo apellido, e Iván se había preocupado demasiado por él. A Cindy le sentó muy mal que, después de dos días de la pelea, no le hubiese dicho nadie que Tom e Iván eran hermanos.
Iván pensaba que Cindy ya lo había descubierto. Esperabe que no le preguntase si Tom y él eran hermanos porque entonces tendría que explicárselo todo, y no le apetecía nada. Decidió que si le preguntaba, le soltaría un rollo que sólo serviría para liar a Cindy más de lo que ya estaba. No se enteraría de nada. Él no se lo contaría.
Cindy decidió preguntarle a Iván si Tom y él eran hermanos. Con esa decisión, pudo dormir un par de horas.
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- Iván, ¿Tom y tú sois hermanos? - Esta pregunta dejó helado a Mario - Así es como se lo diré, ¿qué te parece? Mario, hola, ¿hola?
- Oh, sí ehto.. muy bien, sí. Pero pa' qué se lo vah_a preguntá' si ya sabeh la rehpuehta. Eh sí, ¿no?
- Claro que son hermanos, pero quiero oirlo de él.
- Ah, claro... No, pueh no lo coho.
- A ver, que yo quiero que él me diga que sí y ya está. Si total, para lo poco que me queda con él.
- ¡¿Qué?! ¿Cuándo te vah?
- Yo en septiembre.
- ¿Entonseh?
- Él se va dentro de una semana justo.
- Ah, el jueveh que viene - Cindy asintió - , dihfruta de lo que te queda con él.
Cindy fue a la granja después de haber hablado un poco más con Mario. Cuando encontró a Iván, le dijo:
- Iván, tenemos que hablar. - Iván sabía perfectamente lo que le iba a decir, y él sabía lo que le iba a responder - Era para preguntarte si Tom y tú erais hermanos.
- Sí, y te tengo que decir varias cosas sobre él- no podía mentir a Cindy.
- Vale, escucho.
- No, hoy no. Te las diré el miércoles por la noche.
- Te vas el jueves...
- Por eso te lo tengo que decir el miércoles.
Hasta el miércoles siguiente, Iván y Cindy sólo intercambiaron un pequeño gracias o por favor, pero muy poco más. Ambos sabían que pronto hablarían, seguramente demasiado. Por fin, tras seis largos días, llegó el miércoles. Iván y Cindy estaban muy nerviosos. A las diez de la noche, el rato que Dolores les daba para mirar las estrellas antes de irse a la cama, Iván y Cindy fueron al abrevadero. Entonces Cindy, impaciente, rompió el sepulcral silencio:
- Iván...
- Tom es gilipollas. El mayor de toda la Historia. Desde que rompiste con él, te ha estado buscando a ti y alguna forma de vengarse por cómo le dejaste. Entonces encontró a tu padre: trabaja en la empresa del mejor amigo de mi tío, y consiguió su teléfono. Le llamó para decirle que trabajaría aquí en verano, y le dejó todo claro para que te enviase a esta granja. Luego, convenció a mis padres de que nos trajesen a nosotros también, porque "nos hacía ilusión ir a Andalucía" y también lo consiguió, pero a él le castigaron por suspender dos y... bueno, me contó a mi su plan para que lo hiciera yo. El plan era, que como a mi no me conocías hacerte daño con alguna cosa, y ahí entró tu prima. Ella también estaba en el plan. Lo que pasó fue que se salió de él con la charla que tuvisteis aquí. Pero entonces me dijo que yo te gustaba, y también se lo dijo a Tom. Por eso, me obligó a hacerte lo mismo que tú le hiciste a él. El problema, bueno son dos problemas: el primero, que Mario apareció de pronto de la nada. Nadie sabía que ahí vivía alguien, pero nos chafó el plan. Si no hubiera estado Mario, tú ahora estarías sola llorando y lamentándote, y no aquí enterándote de todo. Entonces el plan habría terminado. Pero no, tenía que aparecer Mario. Qué mal me cae. - Iván se calló mientras Cindy lo asimilaba todo, que tras haber recapacitado, dijo.
- Entonces, todo lo del olivo fue mentira, mira Iván, ya me has mentido suficiente como para... Déjame... Espera, dijiste que había dos problemas – Iván asintió – y sólo me has contado uno.
- Emmm... Oh, sí ya lo recuerdo. El segundo problema es...
- ¡¡¡CHICOS!!! ¡¡A la cama ya, vamos!! - la voz de Dolores resonó por toda la granja. Los dos adolescentes volvieron a la granja sin decir nada. Cindy subió al pajar mientras que Iván continuó por el pasillo hasta su habitación. Cuando llegó y ya se había metido en la cama, Cindy se asomó a la viga:
- Psst, Iván. Cuéntame el segundo problema. - le susurró.
- Pero es que estás muy lejos. ¿Y si lo oye alguien? - respondió Iván en el mismo tono. Entones Cindy se cogió a la viga y se sentó en la de delante, que estaba horizontal. Desde allí pudo ver que era la única viga horizontal que había cerca. Suerte que había sido animadora en Londres. Saltó a la viga de enfrente, que estaba en diagonal, como todas las demás; se balanceó un poco y se dejó caer a la viga de abajo, desde la que saltó al suelo de la habitación de Iván, este se quedó alucinado:- ¿Cómo has hecho eso?
- Fui animadora- contestó Cindy, orgullosa - bueno, ahora que no estamos lejos, cuéntame el segundo problema. - Iván observó a Cindy, que estaba vestida con apenas la ropa interior y una camisola demasiado transparente. - ¡Iván!
- Oh, sí, claro, emmm... el segundo... ¿el segu...segundo problema?
- Ese, exactamente, y deja ya de mirarme un rato, ¿no? - Iván apartó la mirada, rojo.
- Bueno, pues... - de pronto se acordó de cuál era el segundo problema y se puso serio. No se lo podía decir ahora, porque... no, definitivamente no se lo podía decir ahora. Decidió cambiar de tema:- ¿Cómo vas a subir ahora? - esa pregunta pilló desprevenida a Cindy, que esperaba un problema, no esa pregunta. Se quedó pensándolo.
- Pues... por las escaleras... ¿no?
- Y si te ve Dolores saliendo de mi habitación a las once de la noche, ¿qué?
- Emmm... pues... No sé, ya lo pensaré luego, pero no me puedes dejar a la mitad de esta red de mentiras... Necesito saber el segundo problema, y ahora porfavor.
- Vale... - Iván se levantó del todo de la cama, iba en boxers. Entonces se acercó a Cindy y , muy suavemente, puso la mano en su mejilla, Cindy se quedó muy quieta. Iván estaba muy nervioso, lo que tensó a Cindy aun más. De pronto, Iván se confió, hizo un movimiento brusco y luego empujó hacia delante suavemente, lo que dejó a Cindy confusa y tumbada en la cama. Entonces Iván se colocó sobre ella y la besó larga y confiadamente.
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Una historia de verano
Novela JuvenilCindy Brooks era la típica pija del insti hasta que conoció a un chico en verano...