Capitulo 35

510 34 6
                                    

Me encontraba en los pasillos oscuros del hospital caminando en busca de una enfermera que pudiese llamar al doctor Fernandez para proceder con la operación de mi padre. Que Caden y yo ganásemos las dos carreras nos ayudó a poder reunir todo el dinero. Recordaba las palabras de mi madre esa misma noche que si quería, podía hacerlo. Y sé que estuvo todo el tiempo queriendo irse de allí, pero su curiosidad la había ganado. Nos quería ver en plena acción. Y una madre que vean como sus dos hijos están haciendo algo peligroso no va a estar totalmente tranquila. Lo entendía.

Me encontré al final del pasillo a una sombra de alguien que miraba por la ventana, parecía un hombre. Tal vez esa persona me ayudase a encontrar una enfermera, por que se me estaba haciendo imposible.

-¿Disculpe? - pregunté.

-¿Desea algo? - preguntó una voz profunda.

-Sí, estoy buscando a una enfermera para que llame al doctor Fernandez, ya tenemos el dinero para la operación de mi padre - contesté.

-¿Y cómo está él? - preguntó sin dejar de mirar la ventana.

-Él... Está bien - fruncí el ceño.

-Me alegro Kate - vi como asentía con la cabeza.

-¿Qué? - murmuré.

-No hacía falta que me hablases de usted, creo que los amigos se pueden hablar tranquilamente de tú - contestó él.

-¿Amigos? - balbuceé incrédula.

-¿En serio? - soltó una pequeña risa.

Aquel hombre se giró y poco que podía ver de la ventana se me hacía familiar aquella figura, seguí caminando con inseguridad, pero como todos dicen. La curiosidad mató al gato, pero se murió sabiendo lo que quería. Y estaba pensando en esa frase. Y una vez que me encontré con la cara familiar de Owen, mi corazón dejó de correr. Esta vez, él estaba mucho más limpio y aseado. Sonrió de lado y me miró de arriba a abajo examinando algún cambio desde hace unas cuantas semanas atrás, no sabía cuantas exactamente.

-Owen - saludé.

-Te vi hará unos días y al principio creí que estaba loco. Vi a Jenna venir también una tarde, ella está mucho más cambiada.

-Ella lo ha superado Owen - reconocí.

-¿Tan pronto? - preguntó frunciendo su ceño.

-Se hizo a la idea que tu nunca ibas a volver. Se le hizo más fácil así ocultar el olor.

-Es como tú, fuertes como un roble - dijo él con una sonrisa.

-¿Y tú? - pregunté - ¿cómo estás tu?

-Eres la única que me lo ha preguntado - suspiró - nadie pensó en mi cuando ocurrió esto.

-¿Y Axel? - pregunté.

-Sólo me llamó la mañana siguiente de que se enterase. Me preguntó por qué lo hice. Desde allí, no me llamó ni siquiera para pedirme perdón.

-Él era el culpable - murmuré.

-Si él no hubiese apostado por Megan y yo no fuese tan idiota, no estaríamos aquí - negó con su cabeza.

-Pero lo estamos Owen - contesté yo.

-¿Puedo preguntarte algo? - preguntó él.

-Owen, tengo prisa, necesito encontrar una enfermera - le dije.

-Yo te pregunto algo y te ayudaré a que tengas una enfermera.

-Me das miedo - reí por lo bajo.

Déjame volar #1 ( EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora