The dark swallow's [#PDA2016]

• Capitulo 2 (Segunda parte) •

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La luna anunció su llegada al aparecer reflejada en la ventana. Tammi pasó su mano encandilada por la luz tapando su rostro, cerró sus ojos brutalmente mientras hacía una pequeña mueca.

 Escuchó un sonido provenir en la planta baja, bostezo levantándose de su lugar lejos de la vista de la invitada. Paso su lengua por sus labios, como un pequeño tick que sobresalía de ella. Bajó las escaleras aun adormilada mientras tropezaba con casi todo, hasta con sus propios pies. Se restregó los ojos través de su suéter relamiendo sus labios—otra vez—, se sorprendió un poco al ver hacia la ventana de la cocina. 

Jack se encontraba observando través de ella recargado en una de las barras. Su vista se veía nublada, sin brillo, tan solo el reflejo de la luna través del tono verdoso de su iris. Se volteo hacia ella.

— Oh... Tammi, pensé que estabas dormida —se veía sorprendido, aunque en sus ojos se notaba una tranquilidad profunda.

-—Lo estaba —aclaró ella con una firmeza en su voz. No a cualquiera le gusta despertar cuando la luna se empieza a asomar.

Jack se rió entre dientes notando que aún estaba medio dormida.

—Ven aquí —dijo mientras volvía a aparecer esa sonrisa extraña en sus labios.

Tammi se estremeció negándose a su invitación. Se podía notar que aún no confiaba en él. Los ojos de Jack brillaron un poco, ese brillo fue un tanto pícaro y descontrolado, de una forma amenazadora.

— Tranquila, no muerdo —la atrajo a él abrazándola de la cintura, se acercó a su odio dejando ver sus dientes en una gran sonrisa.

»Al menos que me provoques —le susurró de una forma cautivadora. Tammi sintió una corriente eléctrica llenarla por todas partes, sentir sus manos en sus caderas y esa voz provocativa retumbando en su mente hizo que un rubor permaneciera en sus mejillas.

Esa fue la alerta para darle un gran empujón a Jack. Este solo se sostuvo de la barra para no caerse mientras daba pequeña carcajadas.

—Bien. Lo siento, lo reconozco, soy un idiota de maravillosa sonrisa que te atrae — dijo el acercándose más a ella.

—No, eres un imbécil con el ego más alto que he visto —se le escapó como una amenaza en su garganta.

—Vaya, al parecer la niña no es tan pequeña—aclaró el mismo brillo en sus ojos.

Tammi estaba a punto de amenazarlo pero fue interrumpida por la ignorancia. Jack ya no le estaba poniendo atención, ahora su mirada se fijaba través de la ventana viendo como dos cuervos estaban en una vieja y frágil rama de un árbol seco. Jack hundió su sonrisa en una pequeña y rígida mueca.

—Sé que sonara raro, pero, me gusta ver cuando la luna se asoma en las ventanas. Se me hace excitante —dijo captando la atención de la chica. Esta lo miro con una ceja levantada. Jack solo se rió a su insinuación—. Tranquila, no tengo ningún fetiche con las lunas y las ventanas.

Una sonrisa atravesó los labios de la chica, era amplia y divertida. Quisquillosa, de esas que te hacen estremecer toda tu columna.

— Eso es algo bueno, no podía imaginarte todas las noches en un baño viendo la ventana.

La interrumpió.

— Oye, oye. Tranquila soñadora, no me tientes.

Los dos se rieron haciendo una pequeña sinfonía de carcajadas exasperan-tes. Las mejillas de la chica estaban de un color rosado, sus labios jugaban con las risas.

 Era un vista emocionante para Jack—el cual se había mantenido viendo el cuello desnudo de la chica al igual que sus piernas durante toda la conversación—, una idea travesaba su mente. Su tes blanca brillaba con el reflejo de la luna. Sus buenas piernas apenas eran tapadas por el short deportivo que tenia, Tammi llevaba un gran suéter que a muchas cosas habían dejando gran espacio sin ocupar en sus mangas. El cabello de la chica estaba alborotado, sus ojos con grandes ojeras y una muy graciosa baba seca alado de sus labios. Jack sonrió encantado, enternecido por la mirada de la chiquilla.

 Se había perdido entre su iris y su pupila, entre esas pestañas largas cubriendo sus ojos. Jack se mordió el labio conteniendo sus pensamientos.

No lo hagas, no lo hagas... Pensó él aun con esa sonrisa boba y estúpida entre sus labios. Se aguanto los impulsos.

Jack llevo una mano a la cintura de Tammi atrayéndola otra vez para subirla a la encimera .Ella se calmó, después de todo podría ser que lo olvidara por la falta de sueño, era normal olvidar varias cosas a la mañana siguiente.

Los dos cuervos en la rama estaban juntos contra el frió, algo parecido a la situación actual de los chicos juntos viendo través de la ventana. Una ráfaga sacudió la rama haciendo que las dos aves de plumaje oscuro salieran volando de ahí a buscar otro lugar donde descansar. Varias hojas volaron entre el viento siguiendo a las aves en vuelo, la luna seguía igual de radiante. De eso no había duda.

Un pequeño suspiro vago en el aire.

FIN DE CAPITULO 2