The dark swallow's [#PDA2016]

•Capitulo 3 (Segunda parte)•

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Espejo, cristal, reflejo.

Las paredes se desplazaban entre sus sueños, su labio temblaba cerrando sus ojos de forma forzada. Sentía que su cabeza daba vueltas entre sus ojos, un grito ahogado salio desde su garganta dejándose caer al suelo. Se aferro sintiendo que este daba vueltas como las manecillas de un reloj., Su boca trataba de agarrar aire, ella sentía que su oxigeno acababa, sin mucho éxito se mordió el labio intentando mantener su equilibrio. Pataleo en el suelo volteando su mirada hacia el espejo, todo se volvía oscuro y sin color, todo se iba a acabar entre las fauces de su mente, ella sabia que era una ilusión, ¡solo quería que desapareciera! .

No es real.. ¡No es real!

Se levanto de repente frunciendo el ceño, su vista se nublaba hacia la neblina que le daba el espejo. Dio un golpe hacia el cristal un tanto débil, su nariz sangraba con una pequeña linea roja y oscura. Sus ojos perdían la vista a la que estaba acostumbrada, dio otro golpe al cristal.

— ¡Pudrete, pudrete!.. ¡No otra vez! — Golpe tras golpe el cristal iba cayendo ante sus suplicas, su voz sonaba apagada; como si alguien la hubiera desenchufado.

Su manos estaban enrojecidas, pedazos de vidrio caían dándole pequeños cortes con el filo, su suave piel se veía rasgada y reseca. El vidrio pedía a gritos hasta reventarse cayendo al suelo, crujidos dieron al caer, todo estaba roto. El ultimo golpe que dio la chica fue a la pared, sin importarle que sus manos estuvieran cubiertas de sangre soltó un rugido al aire.

La puerta se abrió dando un chirrido... Tammi volteo a ver sus manos, resplandecían con el color rojo, vivo y llameante entre sus nudillos ,y sus palmas... Sus ojos se dirigieron a la puerta..

Sus ojos se abrieron, algo la dejo ciega por unos momentos; era la suave luz del baño en el techo. Se encontraba delante del espejo,. Sin rasguños o alguna marca de golpe. Se sorprendió dando un paso atrás topando con la puerta de uno de los baños, su respiración sonaba agitada; sentía que su garganta se tapaba con arena hasta sentir que se asfixiaba, ¿acaso había tenido otra ilusión?

Todo volvió en si cuando alguien abrió la puerta.

«Maldita sea...» Tammi subió La vista topándose con una mirada apaga y poco llamativa. Era de un Iris expuesto, un color gris.
La chica volteo su vista hacia Tammi, provocándole un pequeño hinchazón en su espalda.

Sus miradas se conocieron en el mismo lugar durante varios minutos.

—Vaya, te ves muy mal. —Contesto por fin la chica de ojos grises.

Por alguna extraña razón Tammi no podía dejar de ver sus ojos, le recordaban a algo, pero, no sabia qué.

—Em, si. A sido un día agitado, supongo.