12.Eso no ayuda Lydia

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Lydia le había contado a Stiles todo lo sucedido antes de desmayarse, las voces las indicaciones todo, y aquello había puesto la piel de el chico aun mas pálida de lo habitual.

Stiles estaba tan convencido de que todo encajaba entre si, que no había tardado ni un minuto en contárselo al alfa a pesar de las peticiones de Lydia de que lo mantuviese en secreto, el humano estaba seguro de que la chica todavía no creía en sus poderes al 100%.

-¿Entonces que es?¿Una especie de conjuro?

Preguntó Scott.

-Sabemos que es pero no para que sirve.

-Eso no es muy útil Lydia.

Añadió quejándose el joven beta.

Stiles le miró mal y le contestó con un:

-Tu calla chucho pulgoso.

El comentario del chico recibió miradas desaprobadoras por parte de Scott y Kira, y una de vergüenza perteneciente a Liam, Lydia sin embargo permanecía en silencio.

Stiles sabia que a Lydia le costaba mucho ser una banshee, aquello le había hecho cambiar, aunque para opinión de Stiles había cambiado para mejor.

-Tenemos que encontrar a Peter, hablar con el.

-Peter no va ha hablar con nosotros Stiles.

Se quejó el alfa.

-Pero hay alguien con quien si hablará.

Todos sabían que Stiles se refería a la rubia hija del exalfa, Malia.

-Aun así, ¿Quien nos dice que esto tiene que ver con Peter?

Preguntó Liam, que al parecer se había puesto de meta arruinar la autoestima de Stiles y de Lydia.

-Tiene que ver con Peter.

Le aseguró la banshee, y cuando el beta iba a protestar esta le lanzó una mirada asesina que hizo que Liam no viviera a protestar en toda la noche, bueno por lo menos no demasiado.

-Vale pero...¿Que quiere decir el papel que recoja una muestra de afecto?

Preguntó la Kitsune Dirigiéndose a Stiles, la chica parecía tener muchas ganas de irse a su casa a dormir.

-¿Crees que lo se?¿Acaso tengo pinta de druida?

Aquella frase consiguió que el humano recordase al veterinario, y se le ocurriese preguntarle a el.

-Eso es, Deaton, el sabrá lo que significa.

Todos coincidieron con Stiles.

-Pero dejemoslo para mañana, vayamos a casa y mañana hablaremos con el.

Y eso acordaron

Scott y Kira se fueron juntos, Liam esperó a su padre, y Stiles llevó a Lydia al bosque a por su coche, y después acompañó a la banshee hasta su casa, "por si acaso" y finalmente se marchó a su casa.

Cuando llegó su padre estaba dormido en la cama, y el después de una ducha rápida siguió el ejemplo y se dejó caer rendido en su cama, soñando con unos ojos verdes, que tenían nombre y apellido.

A la mañana siguiente Stiles se levantó feliz y animado, era sábado, y habían quedado toda la manada, incluida Malia para verse en la clínica veterinaria y hablar con Deaton.

La chica coyote había estado muy rara últimamente, en la ultima semana no estaba casi con los chicos, ni siquiera con las chicas, y hacia días que no iba a dormir junto al castaño.

Aunque eso último era mas bien un alivio, porque Stiles no sentía nada por la coyote, al principio si, pero después de un tiempo se dio cuenta de que lo suyo era solo sexo, y se sintió mal, porque realmente la estaba utilizando para olvidar a alguien muy particular.

Stiles bajó a desayunar, vestido con una camiseta roja y unos vaqueros, además de unas vans blancas que completaban su atuendo.

En la cocina se encontraba el sheriff, vestido con su uniforme y tomando café.

-Hola papá

Saludó el castaño alegre.

-Estas muy contento.

Respondió receloso el mayor de los Stilinski.

-Hola hijo ¿Que tal? ¿Como has dormido?

Se burló ofendido Stiles mientras se servía una taza de café calentito.

-Oh yo bien papá gracias por preguntar ¿Que tal tu?

Se contestó a el mismo.
El sheriff rodó los ojos por el comportamiento de su hijo y lo dejó estar, luego miró e reloj y tras soltar una palabrota salió corriendo por la puerta con el abrigo en la mano.

Stiles rió un poco y recogió su móvil de la encimera.
Había recibido un mensaje de Derek la pasada noche diciéndole que aquel domingo volvería a Beacon Hills.

Y aquello era lo que tenía de tan buen humor al castaño, que extrañaba a Derek mas de lo que había extrañado a nadie en mucho tiempo, y lo pasaba mal cuando no sabía de el, o cuando el hacía comentarios crueles hacia el.

Miró el reloj y después de soltar una palabrota salió corriendo por la puerta imitando a su padre.

Se subió al coche y condujo hasta la clínica veterinaria, cuando llegó la moto y el coche de Lydia ya estaban allí.

Entró sin llamar a la puerta y avanzó hasta el interior de la clínica.

Ya se oían voces, por lo que supuso que llegaba un poco tarde.

Y efectivamente, sus amigos ya se encontraban allí todos charlando con el druida.

Scott, Kira, Lydia, Malia, Liam, y ahora el.

Discutían, hasta que el apareció y todos callaron.

-Llegas tarde- mencionó la coyote ganándose una mirada amenazadora por parte de Scott y Lydia- Y apestas a felicidad, ¿Que demonios te pasa?

Los lobos allí presentes olisquearon el aire y poco después concordaron con Malia.

-Es verdad, Stiles ¿Porque estás tan contento?

Preguntó su mejor amigo.

Stiles no estaba seguro de si quería responder a esa pregunta, así que simplemente la evitó.

-¿Pero que os pasa a todos hoy con no saludar?¿Donde están esos modales?

Con aquel sarcasmo solo consiguió una mirada de asco por parte de la coyote, (aquello confirmaba que estaba cabreada), y varias divertidas de los otros allí presentes.

El humano se acomodó alrededor de la mesa junto a sus amigos y empezaron a contarle todo al druida que había permanecido en silencio mirando y escuchando la escena, y que continuaba en silencio escuchado el relato.

Retorno en plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora