15.Preguntas sin respuesta

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A la mañana siguiente la luz entraba por la habitación inundándola de fría luz matinal y dominguera.
Stiles despertó con el cálido brazo de Derek sobre su pecho, el hombre-lobo estaba tumbado boca abajo sobre el mullido colchón, roncando suavemente y con la boca entreabierta.

Se lo quitó de encima como pudo, y le costó bastante esfuerzo.

"Joder como pesa el lobito"

Pensó cuando desenredaba las piernas del lío de mantas que habían hecho la noche anterior.

Encontró su camiseta hecha jirones en el suelo del cuarto, sus pantalones también estaban en el suelo, pero por lo menos estaban de una pieza, buscó los calzoncillos por los alrededores, pero no los encontró, hasta que los vio colgando del marco de la ventana, los cogió y se los puso mientras el lobo continuaba durmiendo, solo que esta vez boca arriba y con una sensación de vacío.

Stiles bajó las escaleras en calzoncillos buscando silenciosamente algo para comer, se había levantado muy tarde, era casi la hora de comer.

Como no tenía mucho que hacer se puso a cocinar, pollo y patatas al horno.

Su padre le había dejado una nota en el frigorífico diciéndole que era un irresponsable por traer chicas a casa después de discutir con Malia y bla, bla, bla.

Si supiera que el que gritaba incoherencias la noche anterior era su hijo y no ninguna chica...

Stiles tiró el papel asegurándose de que Derek no lo viera y recuperó su móvil de entre los cojines del sofá, donde lo había perdido la pasada noche mientras veía la televisión.

Revisó sus mensajes, tenía algunos de Scott diciéndole que harían turnos para vigilar a Alice y su casa, y otro de Malia pidiéndole disculpas por el tortazo pero sin aclarar nada.

Stiles le envío un mensaje diciendo que también era culpa suya, no debería de haberla agobiado... Al parecer la noche anterior había borrado todo rastro de enfado en el castaño, también contestó a Scott con un "okay avisame".

Y no fue hasta que unas manos le rodearon la cintura que salió de sus pensamientos pervertidos rememorando "viejos tiempos"

-Ay mierda, se me quema el pollo.

Stiles olió que el pollo empezaba a quemarse e intentó zafarse de las manos de Derek que iba tan solo en calzoncillos igual que el, pero este se lo impidió, lo sentó en la isla de la cocina y dijo:

-Yo me ocupo-Generalmente Derek solo hacía un cumplido o un favor si detrás venía un insulto- Tu eres tan torpe que te quemarás.

"Ahí está"

Stiles rodó los ojos y dejó que Derek se colocara una manopla de cocina y abriera el horno mientras se deleitaba con la vista del trasero del moreno y de esos abdominales marcados.

Sacó la bandeja con la comida del horno bajo la atenta y divertida mirada del castaño, que seguía sentado sobre el mármol frío de la isla de la cocina congelándose el culo.

Derek apoyó la bandeja caliente en la encimera y la dejó allí junto con su manopla para que se enfriara, luego se volvió hacia el adolescente sentado a pocos metros de el y le dedicó una pequeña sonrisa en comparación con la carcajada que soltaba este.

Se acercó a el y se colocó entre las piernas abiertas del menor, mientras le rodeaba con los brazos la cintura y le acariciaba la espalda, Stiles comenzaba a olvidarse del frío mármol, y empezaba a sentir calor, mucho calor.

-¿De que te ríes?- le preguntó justo antes de sellar sus bocas, sin darle tiempo a contestar al castaño.

"Derek está de muy buen humor, eso solo quiere decir dos cosas: va a pasar algo muy bueno, o va a pasar algo muy malo."

Pensó Stiles, mientras se contentaba infinitamente sintiendo el toque del lobo sobre la piel de su espalda desnuda, y mientras envolvía las caderas del moreno con sus piernas y lo aproximaba a su cuerpo, sin dejar de besarse.

La puerta de la casa se abrió sin que ninguno se diera cuenta, por culpa de estar concentrados en otras cosas, solo se dieron cuenta de que alguien había entrado cuando apareció en el umbral de la puerta de la cocina.

-¿Stiles?

Stiles estaba de espaldas a Scott cuando escuchó su voz, y cuando saltó de la isla de la cocina para quedar de pie en el suelo junto a Derek, con una sonrisilla inocente y unos ojos de corderito, mientras que a su lado el ex-Alfa gruñía molesto por la interrupción.

No era la primera vez que Scott los pillaba dándose el lote, pero era la primera vez que los pillaba con tan poca ropa, y no era por la ropa, porque el había estado en calzoncillos delante de Scott muchas veces, sino mas bien era el hecho de que se sobreentendía porque los dos estaban tan faltos de ropa y morreandose en mitad de la cocina.

Scott miró mal al ex-Alfa, y no es que a Scott le pareciera mal que hiciesen aquello, lo que le parecía mal era lo que vendría después, cuando hubiese una discusión y Derek volviera a tratar mal a Stiles.

Generalmente Scott era quien iba mas tarde a hablar con Derek, bueno hablar, se presentaba en la casa del moreno gritándole y diciéndole que era un gilipollas por jugar así con su amigo.

-Stiles... ¿Porque no subes a vestirte y nos vamos a ver a Alice?

Dijo Scott haciendo sentir a su amigo como un niño, pero entendió que la cosa se iba a poner fea y subió las escaleras.

Aunque obviamente no se iba a perder la súper charla de los hombres-lobo por lo que se quedó en la parte alta de la escalera, donde no podían verle.

-¿Cuando has llegado?

Decía Scott con un tono de voz mucho más que enfadado, lo que demostraba que tenía muchas ganas de arrancarle la cabeza al moreno.

-Anoche

Respondió el otro seco.

-No avisaste a nadie.

-Avisé a Stiles- Respondió igual de seco que hace un momento.

-Stiles no avisó.

-No es mi problema Scott.

Aquello le dolió un poco al castaño, pero se dio cuenta de que tenían razón, el debía de haber avisado.

-¿Porque sigues haciéndole esto?

-No le estoy haciendo nada.

"Esto me suena a repetición"

Pensó Stiles desde lo alto de la escalera, en completo silencio.

-Te fuiste sin avisar, no llamaste en semanas, le dejaste destrozado...

Decía Scott, mientras que Stiles empezaba a sentirse mal, es verdad que al principio se preocupó y lo pasó mal, pero tanto como para estar destrozado no era lo que el creía.

-Tenía que poner a salvo a Cora.

-No quiero que estés con el Derek, no eres bueno para el.

El castaño entendía porqué Scott se preocupaba por el, pero le pareció mal que le dijera a Derek aquello, incluso se enfadó ligeramente por decidir por el, nadie tenía derecho a decidir por el.

-Scott no eres quien para prohibirle estar conmigo, el me quiere.

-¿Y tu?¿Le quieres Derek?

Allí estaba, la pregunta que había rondado la cabeza de Stiles durante mucho tiempo, aquella pregunta era de esas que no estas seguro de querer conocer la respuesta, y Scott había preguntado, y el no tenía claro si quería escuchar lo que el moreno tuviese que decir.

De momento: silencio.

Cuando Stiles entendió que la respuesta no sería afirmativa, se fue a su habitación conteniendo lágrimas de ira y frustración mientras se vestía a toda prisa.

Al final el ex-Alfa si contestó, solo que para el humano fue muy tarde, ya se había marchado a su habitación antes de oír las cinco palabras que salieron de la boca del moreno y que dejaron a Scott bastante alucinado:

-Si, si que le quiero.

Retorno en plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora