14.El desconocido

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Después de aquella reunión y de que Malia se negase a hablar mas, alegando que debía recoger a su padre del trabajo, Stiles se había marchado.

Estaba considerablemente contento con el resultado, aun no sabían que quería decir el "poema" ni para que debían usarlo, pero sabían que había una pauta en los asesinatos, y en el lugar donde se encontraban los cuerpos, que era casualmente el mismo, y siempre de la misma forma:

Siempre una de ellas ya estaba muerta con anterioridad, murieron en accidentes, y la que tenía la mano en su interior siempre era la menor de las dos.

Stiles había vuelto a casa a la hora de cenar, después de haber perseguido a Malia por media hora intentando que la chica le contara lo que sabía, pero todo lo que había conseguido fue un tortazo en toda la cara con la mano abierta de la rubia.

El humano mentalmente le dio gracias por no haber usado su fuerza de coyote.

Ahora estaba muy pero que muy enfadado con ella, no llegaba a comprender porqué si sabía algo se negaba a ayudarles, por dios si hasta hace poco no pasaban ni dos noches sin mínimo dormir juntos, máximo, bueno digamos que es algo que no quiere recordar.

Después de que se le pasará el escozor de la mejilla había ido a visitar a su padre a la comisaría, pero el como buen detective vio la silueta de la mano de Malia, que todavía se vislumbraba en la cara del chico, lo que le llevó a hacer comentarios como:

"Ha enfadado a la novia" o "El machote tiene problemas en el paraíso" o la que fue el colmo y le hizo ruborizarse como un tomatito "Se de uno que se queda sin sexo"

Luego de comunicarle las noticias, tanto de Peter, como de los cuerpos, como del poema, los dos se quedaron allí, y ayudados por el joven agente Jordan Parrish investigaron sobre la vida y la rutina de cada chica encontrada, y dieron aviso de una nueva desaparecida, el sheriff le dijo a su hijo que tenía mucho trabajo y que podía marcharse a casa a eso de las 7, se les había hecho bastante tarde entre suposiciones y pequeñas y discretas miradas accidentales al trasero de Parrish.

"Centrate Stiles"

Se murmuró para si mas de una vez.

Al final llegó a casa agotado, y cenó restos de pizza y después de una larga ducha y de lavarse los dientes se echó en la cama.

Y se quedó dormido rápidamente, hasta que un repiqueteo que sonó en su ventana le hizo abrir los orbes castaños.

Al principio se asustó, y se puso mas pálido de lo habitual, lo que solo resaltó sus lunares y le dio un aspecto mas oscuro a su cabello, y estaba asustado cuando se levantó de la cama totalmente a oscuras, y en la ventana vio la silueta de un hombre.

Se preguntó si sería un asesino, pero le pareció un poco estúpido llamar a la ventana, si te quieres cargar a alguien mejor activar el modo ninja.

Y siguió asustado hasta que el desconocido encendió sus ojos, y dejó ver un brillante azul.

Entonces Stiles corrió a abrir la ventana, con el corazón palpitandole veloz y feliz contra el pecho, y con una sonrisa que trató de borrar para hacerse el duro, aunque quedaron restos de ella.

Una vez la ventana estuvo abierta la silueta se coló en el interior y se desenvolvió para dejar ver a un hombre joven, de complexión fuerte y espalda ancha, con el pelo negro, una barba sexy y los ojos verdes.

Y aunque estaban completamente a oscuras el castaño podía ver la intensidad de los ojos verdes de su acompañante, o quizás fueran imaginaciones suyas, por culpa de estar tan colado por el moreno.

-¿Derek?

Intentó poner cara de cabreado y pensó en una buena razón para no sonreír, pero no se le ocurrió ninguna.

-¿Porque demonios no usas las puertas como todo el mundo?

-Stiles son las 3 de la mañana, si llego a llamar a la puerta me habrías tirado de tu casa de una patada, además, tu padre tiene un arma.

Refunfuñó molesto el ex-Alfa mientras se deshacía de su abrigo y lo dejaba caer sobre el escritorio del castaño, a la vez que el menor asentía por el comentario.

-¿Quien te dice que no te valla a echar ahora?

Le contestó, esta vez con una nota mas sensual en su voz, intentando disimular el nerviosismo mientras tiraba del borde de su camiseta de manga corta roja de pijama.

El mayor cogió las manos de Stiles para que las mantuviese quietas y preguntó acercándose peligrosamente:

-¿Me vas a echar?

Preguntó con voz melosa el mayor, mientras recorría la espalda del castaño con sus dedos.

Aquello no era la primera vez que pasaba, Stiles sabía que en parte por eso se había ido el ex-Alfa, por esos momentos calientes que de vez en cuando compartían, besos en el cuello, el cuerpo etc... Bueno, y algo mas que besos.

Justo antes de que Derek se fuera Stiles se había hartado y había mandado a paseo al ex-Alfa, lo que no le había sentado nada bien, pero fue totalmente necesario para la salud mental del humano, o al menos eso se dice el.

Aunque en aquel momento no le importaba el cabreo que tuviese con Derek, el estaba allí y había ido a buscarlo, había sido el primero al que había llamado, y eso viniendo de Derek, era un pequeña disculpa.

Aun así no estaba dispuesto a ponérselo fácil.

-Puede que te eche, si, me lo estoy pensando.

Los labios del mayor se posaron sobre el cuello a lunares de Stiles, que suspiró cuando notó la lengua del ex-Alfa en su piel, había extrañado tanto aquella sensación.

El castaño alzó la cabeza inconscientemente para darle mejor acceso su cuello, disfrutando de la sensación de las manos de Derek en el interior de su camiseta.

Pero el permaneció quieto, no tocó la piel del hombre-lobo ni una vez, y giró la cara ligeramente cuando el mayor intentó besarle.

Derek gruñó con impaciencia cuando se dio cuenta de que Stiles no movería ni un músculo hasta oír lo que quería oír.

-¿Quieres que lo diga verdad?

Dijo el mayor, y aunque fue una pregunta sabía de sobra la respuesta.

El castaño asintió con el labio inferior atrapado entre los dientes y los ojos cerrados.

Los abrió a tiempo para ver la cara de Derek cuando este pronunció:

-Lo siento, perdoname.

-¿Lo ves? No era tan difícil

Dijo justo antes de lanzarse a devorar los labios del mayor con ganas.

El ex-Alfa le devolvió el beso, demostrándole en el todo lo que le había extrañado.

Los alientos de ambos se mezclaron cuando se empujaron para caer en la cama, solo que por el camino Stiles tropezó con su zapato y lo único que evitó que cayera de culo contra el suelo y se abriera la cabeza fueron los fuertes y musculosos brazos de Derek.

-Joder no sabes como amo tus súper reflejos.

Exclamó agradecido por evitar su caída, y ganándose una carcajada de Derek, el ex-Alfa parecía mas joven cuando se reía, Stiles siempre intentaba hacerle reír para conseguir imaginarse al Derek mas joven que no había conocido.

Acto seguido el hombre-lobo arrancó la camiseta del menor, con la lujuria brillandole en los ojos verdes y con las manos del joven humano repasando cada centímetro de su piel.

Mientras que Stiles se quejaba entre beso y beso por su camiseta perdida.

Ambos acabaron sobre la cama del menor, que se reía porque la barba de Derek le hacía cosquillas en la tripa, mientras que ambos chicos se deshacía de su ropa buscando en el otro lo que mas deseaban, y anhelando el contacto de sus pieles, demostrándose sin palabras cuando se habían extrañado y haciéndose la promesa silenciosa de no volver a separarse.

Retorno en plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora