23.Conexión con lo sobrenatural

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Scott había recibido una llamada de Deaton, pidiéndole que fuera a la clínica.

Así que Derek, Stiles, Cora, Isaac, Kira y el, habían puesto rumbo a la veterinaria.

Una vez allí todos alrededor de la mesa, el druida empezó ha hablar.

-He averiguado algo sobre el poema, en la primera y ultima linea se menciona la sangre, generalmente en los rituales de posesión y resurrección, se utiliza la sangre para iniciar y sellar el ritual.

-¿Quieres decir que Peter quiere poseer a alguien?

-No, en los rituales de posesión, se utilizan objetos de las personas poseídas, en este caso no faltaba nada de las casas de las chicas desaparecidas, creo que está tratando de resucitar a alguien, y que todos los cadáveres, además de ser avisos son fallos, si alguna de las otras le hubiese funcionado, habría dejado en paz a Alice, pero creo que han de tener una conexión con lo sobrenatural.

Scott puso su mente a trabajar rápidamente y cuando creyó que lo comprendía, se dijo a si mismo que debía llamar al señor Argent, al que habían dejado a cargo de sacarle información a Peter.

Scott empezó a entenderlo todo, y Stiles también parecía comprenderlo, sin embargo el resto de integrantes no tenían pinta de entender nada.

Cuando Scott habló, todo el mundo se quedó sin aliento.

-Peter no quiere matar a Alice, quiere resucitar a Allison.

                                  (...)

-Alice, Alice despierta.

La voz de Lydia parecía lejana, aún así los ojos de Alice estaban comenzando a abrirse.

Después de incorporarse, muy costosamente, la cazadora se llevó una mano a la cabeza, le dolía muchísimo, y en cuanto posó la mano en la sien supo porqué.

Tenía la mano cubierta de sangre, procedente de su cabeza.

Unos pocos metros mas allá, con las muñecas  envueltas en unos pesados y metálicos grilletes, se encontraba Lydia, que tenía un gran corte en el hombro, que manchaba su preciosa camiseta blanca, y los pantalones cortos estaban rajados aquí y allá.

Las dos chicas estaban cubiertas de mugre y tierra, Alice además de el corte en la cabeza, tenía la blusa desgarrada, y sus zapatos habían desparecido.

-Lydia, es...-Empezó a hablar la cazadora, y intentó levantarse, pero ella también estaba aprisionada por unos grilletes, aun así la banshee le cortó antes de que pudiese decir nada.

-Malia, ya lo se.

El lugar en el que se encontraban parecía estar bajo tierra, había mucha humedad, y olía a tierra mojada y a sangre.

Se trataba de una especie de estructura formada por cuatro pilares de metal que soportaban el techo con la trampilla para salir, y en los cuales estaban sujetas, y una pequeña vela que iluminaba ligeramente el lugar.

Lydia con una mueca de dolor estiró de sus cadenas, y los pilares crujieron.

-Para para, Lydia no estires.

Aquello estaba diseñado para que ellas no llegaran al techo, y para que si estiraban los pilares cedieran y cayeran sobre ellas sepultándolas.

La pelirroja dejó de tirar, y se dejó caer sobre el suelo, agotada.

-¿Cuanto llevamos aquí?

-Una noche mas o menos, intenté despertarte, pero te ha dado muy fuerte.

Retorno en plataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora