Dad. » z.m

thirteen.

Septiembre, 14.

Jade.

Eran las 4:50 p.m, llevaba desde las 1:00 p.m dando vueltas por todos los centros comerciales comprando cosas para mi hijo.

Tal vez si me emocioné mucho y debería esperar al menos un mes más para tener mas seguridad de que es varón, pero en realidad, no me importaba.

El exceso de caminar esta haciendo efecto, la consecuencia, me duelen los pies de una manera insoportable.

Y era incómodo, tener que esperar un taxi, porque ya mi estómago estaba tan hinchado que no podía manejar mi auto, y a pesar de que tenía dinero por mi trabajo, era tan testaruda de no pagar un chófer personal.

Me senté en una banca apartada de todas las personas, saqué mi pie de mi zapatilla y me si un pequeño masaje. Lo mismo hice con el otro.–Relajante.

Ni me importaba que me fotografiaran y que saliera en todas las revistas, y en programas de chismes. Soy una embarazada, no me importa en absoluto demostrar mí cansancio. Seguro esto es algo "Impropio" para alguien reconocido a nivel mundial, pero realmente, como dije anteriormente, no me importa.

Saqué mi celular de mi bolso y llamé a una linea de taxis. En treinta minutos estaría uno en la entrada del centro comercial esperando por mi.

Pensando en como llevaría con mis dos manos el montón de bolsas que llevaba, mientras esperaba al taxi.

Eran como 20 bolsas, de 5 tiendas diferentes. También entre a una donde habían cunas, cochesitos, andaderas, y demás cosas de la necesidad y comodidad de el Bebé.

Pero esas cosas quería consultarlas con Zayn, la decoración y todo eso, él era bueno con el arte y las decoraciones, y me gustaría que le diera un poco de su toque a la habitación de su hijo. Para que cuando Zayn este de viaje.—Cómo normalmente lo está.—El pequeño lo lleve siempre presente.

El sonido del celular me sacó de mis pensamientos y en la llamada me avisan que el taxi ya estaba aqui.

¿Llegó muy rápido o yo me quedé pensando mucho rato que se me pasó el tiempo?

Tal vez sea la segunda.

Hice lo posible para agarrar todas las bolsas, unas las llevaba cargadas como de un bebé de tratara, y las demás en mis manos.

El taxista, de unos 30 años mas o menos, me ayudó a guardar las cosas en la maletera. Que caballeroso.—Pensé.

Le di mi dirección.—Que era algo lejos de aqui.

Estábamos en el centro de la ciudad, yo vivía al sur.

{*}

–Por dios Jade, Me tenías preocupada, y ahora llegas con un montón de ropa para bebé y embarazadas.—Me reprendía mamá.

Solo rodé los ojos.

–No me pasó nada, mamá. Ya estoy grande, sé cuidarme sola.

–No es tanto eso, Amelie, estás embarazada, y llevas mucho peso, y ni siquiera le dijiste a Jamie que fuera contigo para ayudarte.

–Ya, mamá, por favor. Mejor mira todo lo que compré.—Dije sacando la ropa de las bolsas con una sonrisa.

Y si, ella se emocionó.

Después de ver todo, y hacer una cena sencilla nos fuimos a dormir.

No era típico de mi dormir temprano, pero el embarazo provoca que te canses más rápido, y dada la actividad de hoy, no era para menos.