(...)Narra Valerie
-¡Por Dios! ¡Valerie ven acá!-Grito Christian desde la entrada del patio.
-No. ¿Por que no vas donde mi prima?-Le digo y sus pasos se escuchan cerca de mi.
-Eso solo fue por que estaba borracho.-Rodé los ojos.
-Y yo soy virgen.-Dije con sarcasmo.
-¿Tu no eres virgen?-La cague y mucho. No, no lo soy gracias a alguien.
-No. Tampoco te interesa.-Me halo por el brazo y me sentó en el sillón de la sala.
-Tu sabes que yo no sería capaz de dañarte y mucho menos con alguien de tu familia. No estaba consciente y sabes que estando borracho uno hace tontadas.-Dijo refiriendo se a su gran error.
-Uno hace tontadas si te lo permites tu mismo. Yo estando borracha no cometí la estupidez de acostarme con un chico. Pero en cambio tu te en lías hasta con una vaca si es posible.-Dije mirando al suelo molesta.
-Okey tienes razón. ¿Quieres que esto termine aquí por una bobada? Pues esta bien.-Se levanto y se fue. Mientras tanto yo me quede ahí sentada. Enojada, triste y eufórica.
-Prima. El tiene razón. Estábamos pasados de copas. Yo ni me acordaba quien era hasta que lo vi cuando llegue. Tienes que estar consciente que...-Me levante del sillón.
-¿De que? ¿De que lo hicieron no se acordaban y ahora que se ven explota toda esta mierda? Pensé que eras mas inteligente. Pero no sigues siendo la misma chica sin neuronas de la familia.-Dije mirándola a los ojos con odió.-Cada vez que llegas a esta casa siempre sale una mierda de bochinche. ¿No tienes mas nada que hacer con tu vida?-Respire profundo y baje la cabeza. Subí la cabeza de nuevo y vi que tenía las manos puestas en la cara.-Oh no.... Yo lo siento...-Levanto su mano.
-Tranquila. Yo me largare y no causare mas problemas. Ya me basta con el que tengo encima.-Se giro pero fui mas rápida y la tome del brazo.
-Prima, lo siento. Sabes que cuando me molesto hablo sin pensar.-La rodee con mis brazos y ella sollozo en mi hombro. Camine con ella hasta el sillón y le acaricie el cabello.-Lo siento.-Dije por decimaquinta vez.
-Ve hablar con el. Debe estar muy molesto.-Dijo y se separo de mi limpiándose las lagrimas. Asentí y me levante. Camine hasta el principio de las escaleras y respire profundo. Las subí de a dos y llegue hasta su puerta. La abrí sin pensarlo dos veces y el estaba sentado en la cama como un indio y sus manos en su cara. Cerré la puerta de espació y camine hasta donde el estaba sin hacer ruido. Me senté en frente de el y el se quito las manos de la cara. Me miro y pude ver sus ojos llorosos. Me acerco un poco mas hasta donde el esta y lo abrazo.
-No se por que nunca me crees.-Dijo llorando.
-Por que no tengo la valentía de confiar en alguien. Eso es lo que pasa. Ese es mi problema y no quiero herirte pero esto es difícil para mi.-Dije y el me rodeo con sus brazos.
-Odio discutir contigo. Lo odio con todas mis fuerzas.-Lo apreté mas a mí y solloce.
-Lo siento...-Dije apunto de llorar. El me abrazo mas fuerte y me dejo casi sin aire.
-Tranquila. Se que yo estuve mal pero tenías que creerme. Tienes que aprender a confiar en mi.-Dijo separándose de mi de apoco.-No quiero perderte pero una pareja sin confianza no es una pareja.-Dijo mirándome con ternura pero con un poco de tristeza. Beso mis labios que estaban llenos de algunas lagrimas y me volvió a abrazar.
-Tendremos que practicar la confianza.-Dije sonriendo de apoco. Nos separamos y vi su leve sonrisa.
-Podemos practicarla de una buena manera... Ya sabes.-Dijo subiendo y bajando las cejas.
-¡Asqueroso!-Dije y nos carcajeamos.-Te quiero.-Dije y el ceso la risa.
-Yo te quiero tambien.-Dijo y nos volvimos a abrazar.
-Ugh, muy meloso.-Dijimos los dos al unísono separando nos. Nos miramos para luego carcajearnos.
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Mi hermanastro (editando)
Ficção AdolescenteMi nombre es Valerie White, tengo diecisiete años y vivo en Los Angeles. Yo no soy muy amable con mi madre y mi padre no vive con nosotras ya que se divorcio de mama cuando yo tenía siete años. Soy una chica de pelo rubio, tez blanca, ojos azules y...