Mi nombre es Valerie White, tengo diecisiete años y vivo en Los Angeles. Yo no soy muy amable con mi madre y mi padre no vive con nosotras ya que se divorcio de mama cuando yo tenía siete años. Soy una chica de pelo rubio, tez blanca, ojos azules y...
Mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo delantero de mi jean. Mire la tumba de Valeri y tome mi teléfono. Conteste la llamada sin mirar el nombre.
-¿Que quieres?-Se escucho un suspiro... Mi ex novia... La de traje rasgado.
-No me hables así Christian... Tengo algo que contarte y si quieres saberlo me tienes que tratar bien.-Suspire agitado.
-Dime.-Dije en tono brusco.
-Yo se quien causo el accidente, pero hay una condición para que lo sepas...-Volví a suspirar.-Acuéstate conmigo y será todo fácil. Te diré quien lo causo y luego te iras a otro lugar.-Abrí mis ojos como platos y respire profundo.
-Echo. En mi casa en una hora.-Dije y colgué sin que ella hablara. Mire la tumba de Valerie.-Lo siento pero esto es por ti, te amo solo a ti.-Me agache bese la placa que en ella había una foto y camine a mi auto. Me subí a este, lo encendí y de mala gana acelere. Llegue a casa y me baje.
(...)
Tocaron el timbre y yo me levante. Abrí la puerta y la rubia estaba ahí parada. La mire y estaba buena como siempre pero no como Valerie. La tome de la cintura y la adentre a la casa. La cargue y subí las escaleras. La lleve a mi habitación y allí comencé a besarla. Quería acabar con esto rápido. La puse en la cama de una manera brusca pero sexi. Le arranque la camisa haciendo que los botones se rompieran. Ella se quito el sostén mirándome y se bajo la falda corta. Le arranque su braga y esta frunció el ceño.
-¡Chris ten mas cuidado!-La mire y esta me beso. Sentí sus asquerosos labios sobre los mios. Me quite la camisa y mi pantalón luego me quite el pantalonsillo y me puse un condón. Abrí sus piernas con cuidado y introduje mi pene con un poco de duresa. Esta arqueo su espalda, me miro y me beso. Hice las embestidas mas rápidas y mas ligeras. Esta gemía aun mas fuerte y sin descontrol. Me detuve y chupetee su seno. Luego ella nos hizo y girar y comenzó a dar saltitos encima de mi. Cada vez que bajaba su cara era de pura satisfacción. Seguía saltando hasta que la gire y le penetre mucho mas fuerte que las anteriores. Esta puso una cara dolorosa y enterró las uñas en mi espalda. Le seguía dando embestidas fuertes y bruscas. Pues yo no quería pero tuve que hacerlo. La seguía embistiendo hasta que ella llego al climax pero aun así yo seguí sin importar. Ella seguía mirándome y yo seguí ahí sacando y entrando mi pene. Salí de ella y antes de separarme entre tan fuerte en ella que boto sangre. La mire y esta estaba aterrada. Me separe por completo y me vestí. Ella intento sentarse pero no podía.
-Dime quien fue, ahora mismo.-Ella me miro y bajo la cabeza.
-Fui yo...-La mire incredulo. Me acerque a ella y la tome por el cuello. Ella me miraba asustada. Tire contra la cama tan fuerte que esta comenzó a llorar. Fui hasta la puerta y la cerré con pestillo. Me gire y fui hasta la cama. La lleve hasta el baño y llene la tina de agua súper caliente. Cuando esta ya estuvo llena la metí a la fuerza y me metí junto a ella. Trate de ahogarla. Se lo merecía por matar a mi novia, a la que yo amaba mucho. A mi NOVIA. Esta comenzó a llorar pero no me detuve. Me pego pero yo aguante sus manos encima de su cabeza. Esta me miraba con terror. Tome su rostro ya adolorída y débil.
-Aprende a no meterte con gente que no conoces por que por cosas como las que haces te sucederán cosas como las que te hice o peor. Bueno tu no saldrás de aquí viva si es lo que crees.-Ella abrió sus ojos ya rojo he hinchados. Estaba débil así que la tome en brazos la lleve hasta la habitación de Valerie puse una ropa adecuada y baje con ella por las escaleras. Salí a la cochera con ella y la subí al auto. Mejor dicho al maletero. Subí a la casa me vestí y baje de nuevo con las llaves en mis manos. Me subí al auto y lo encendí. Busque mi teléfono y revise en internet la clínica psiquiátrica mas escondida. La hallé y le puse en el mapa para dejarme guiar. Saque el auto de la cochera y acelere cuando el auto estuvo en la carretera. Conduje a toda velocidad por la ciudad y me adentre al bosque después de tres horas en la ciudad. Seguí el camino que me indicaba y llegue hasta un portón gigante con una placa que decía "HOSPITAL PSIQUÍATRICO" El portón se abrió y yo adentre el auto. Lo aparque enfrente de la puerta principal de metal y me baje. Luego abrí el maletero y ella estaba inconsciente. Dos enfermeras vinieron. La cargue y entre con ella en brazos.
-¿Que tiene esta paciente?-Me dijo la doctora saliendo de la oficina.
-Yo soy su hermano y pues considero el amor de hermanos un insecto. Ella se enamoro de mi perdidamente y me a obligado a acostarme con ella. Dice que ve personas en los techo y que escucha boses.-Eso la mantendría todo el tiempo aquí.-También mato a mi novia.-La doctora toco un botón rojo y muchos enfermeros llegaron.
-Es muy peligrosa, llévenla al lugar mas asegurado, mediquen la fuerte y no la dejen salir en ningún momento aunque esta se lo pida.-Dijo la doctora en tono fuerte. Los enfermeros la sacaron de mis brazos y se la llevaron. Una niña apareció con el cabello castaño claro y me miro con mucha tristeza. Sus ojos eran color gris.-Vuelve a habitación. El no te adoptara.-Mire a la niña y era de como de tres años a cinco años.
-¿Por que esta aquí?-La doctora me miro.
-Sus padres la abandonaron aquí creyendo que era un centro de adopción y se fueron. No tiene problemas algunos, solo la abandonaron.-Mire a la niña y las lagrimas le salían mientras ella caminaba de vuelta.
-La quiero adoptar.-La niña paro en seco y la doctora me miro.
-Pero...-La interrumpí.
-La quiero adoptar, he dicho.-Ella busco algunos papeles y me hizo firmalos. Los leí claro esta. Le di toda mi información y ella la puso en el expediente de la niña. Salí y la niña aun estaba en la puerta.-¿Tienes nombre?-La pequeña negó.
-Bien... Te llamaras Valerie.-Esta sonrió y abrió sus brazos para que la cargara. La doctora se limpio una lagrima falsa.-Gracias doctora.-La niña sacudió su mano despidiéndose de la doctora y esta solo se dio medía vuelta y entro a la oficina.-Bien es hora de irnos.-La pequeña asintió y salí con ella en brazos. La subí al auto y me subí yo. Acelere el auto y comencé el viaje de regreso a casa con Valerie.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
