Guerra de palabras.

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En multimedia Valerie White

(...)

Narra Valerie

Ya había salido del hospital y ahora mismo mi madre me esta dando un sermón. Que no debo hacer eso y blah blah blah. Yo solo me limito a mirar por la ventana del auto sin prestar atención. Llegamos a casa y yo fui la primera de bajarme del auto. Un auto se estaciono detrás de nosotros y se bajo un chico. Después se bajo un señor y corrió hasta los brazos de mama.

Ellos sonrieron y se besaron. Se me revolvió el estomago y camine hasta la puerta de entrada. Abrí la puerta con mi llave y la cerré detrás de mi. Mi cabello corto me azoto en la cara cuando el aire acondicionado se encendió. Me senté en el sillón y trepe los pies en la mesita.

-Baja los pies de ahí, Valerie.-La voz de mi madre hizo que me asustara. Baje los pies y la mire.

-Iré a dormir mamá.-Ella negó.

-Vamos a cenar todos ahora.-Asentí mirándola recelosa y me fui a sentar en el comedor. El chico se sentó frente a mi y me miro.

-¿Te llamas Valerie?-No respondí y ni si quiera lo mire.

-Hijo, deja las preguntas.-Su padre entro al comedor.

-Tranquilo, Señor Patricks su hijo no es un problema para mi.-Dije mirando al chico que parecía de algunos veinte años.

-¿Cuantos años tienes?-Mi madre apareció en el mejor momento. No quería contestar preguntas.

-Hija...-Mi madre me reprendió por no contestarle al chico.

-Tengo diecisiete años.-Respondí muy seca. Mi madre puso mala cara y me pateo por debajo de la mesa.

-Bueno, mi hija se llama Valerie White y es muy seca.-Me reí irónica.

-Yo me podía presentar sola madre. Ademas a ellos no les importa mi vida, es la tuya la que les debe de importar.-Mi madre bajo la cabeza avergonzada y yo me levante. Tire la servilleta en el plato y camine a las escaleras. Las subí de apoco y entre a mi habitación. Me senté en frente de la gigante ventana de mi habitación y mire el paisaje. Golpearon la puerta.

-Adelante.-La puerta se abrió.

-Hija, baja por favor. No fue mi inten...-Me levante por segunda vez.

-No bajare. Ellos nunca serán parte de la familia para mí, de verdad lo siento.-Me volví a sentar y la puerta de mi habitación se cerro. Me quede un rato mirando por la ventana hasta que decidí meterme a bañar. Salí de la habitación con mi ropa en la mano junto con la toalla y me adentre al baño. Le puse seguro a la puerta y me desvestí hasta quedar desnuda por completo. El auto de mama se escucho irse, así que estoy sola. Me bañe con musica, cante en la ducha y baile.

Cerré la pluma de la ducha y me envolví en una toalla. Como estaba sola en casa salí en toalla al pasillo. Choque con un pecho muy fuerte. Espera... ¿El no se fue con mamá? Me aparte rápido y sujete la toalla con mucha fuerza. Camine rápido a la puerta de mi habitación y entre. Cerré con seguro y me vestí con mi pijama. Salí a comer algo y todavía el chico seguía parado ahí.

-¿Quieres algo de comer o no?-Le pregunte seca, el se giro y asintió.

-¿Sabes cocinar?-Pregunto con la risa burlona. Rodé los ojos y hice una mueca con la boca.

-Si te pregunto si vas a comer es por que se cocinar, ¿No crees?-Se quedo callado. Baje las escaleras y me dirigí a la cocina. Saque los ingredientes y empecé a cocinar mi comida favorita. ¡Fideos! Amo los fideos. Sentí una mirada muy fija en mi.-Una foto dura mas.-El sonido de una foto me desconcertó.-Tampoco lo decía en serio.-El se carcajeo y yo me gire.

-¿Eres sería todo el tiempo?-Asentí.-¿Has tenido novio alguna vez?-Yo me quede paralizada.

-No. No he tenido y no te interesa tampoco.-Le dije aun mas fría y seca que antes.

-Mi nombre es Noah Patricks.-Sonreí ironica.

-No me interesa. Ademas tampoco te pregunte.-El se carcajeo. ¿Que tanta risa tiene?-¿Tengo un bicho raro en la cara o que?-Le pregunte.

-Eres muy ruda, me gusta.-Deje de hacer lo que estaba haciendo y me gire bruscamente.

-No me interesas en nada, si viniste a joder mi vida hay una puerta después de el pasillo a la derecha y ahí es la salida.-El sonrió y me guiño un ojo.-Tras que hablas demás tienes un tin nervioso en el ojo. ¿Que mas tienes?-Le pregunte entrecerrando los ojos.

-Tengo un amigo gigante ¿Lo quieres ver?-Negué y apague los fideos.

-Deja tus cochinadas y sírvete comida. No lo haré yo.-Dije brusca.-Otra cosa a mi casa no traigas putas.-El sonrió y me miro de reojo.

-¿Estas celosa?-Me carcajee.

-¿Yo? Para nada. Es que después me infectas mi casa con gérmenes de putas y después se me pega la putería.-Se quedo callado.

Valerie 1. Noah 0

-Bueno. Tengo hambre.- Lo empuje y me serví fideos. Me senté en el comedor y me comí dos platos.

Mi hermanastro (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora