Capítulo 10

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Gracias a él, pude sentirme viva, pude ser una chica normal. Gracias a él, experimente los verdaderos colores de la vida. Gracias a él, viví.

Natalie Snow.

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El sol resplandecía en el cielo. Brillaba con fuerza, iluminando todo bajo de él. Pareciera como si la naturaleza supiera mi estado de ánimo. O simplemente, cuando estas feliz todo se ve mejor.

Había sido la mejor cita que había tenido con una chica. Quitando el hecho de que llego Anthony a interrumpirnos para llevársela. Le hablaría en la tarde. La había pasado excelente, solo hubiera deseado más horas para poder estar junto a ella. Tenía que encontrar más maneras para verla. El señor Snow no salía de viaje cada semana, por lo mucho una vez al mes. Diana se tendría que convertir en nuestra hada madrina, y así ayudarnos a que Natalie y yo podamos vernos con mayor frecuencia.

Llegue al garaje donde practico con la banda, con una sonrisa en mi rostro. Josh no pasó por alto mi estado de ánimo. Él sabía que vería a Natalie y no tardaría en pedirme los detalles.

-Creo que alguien viene de buen humor.- bromeo -No lo han dejado plantado.-

-No había un señor Snow en el pueblo-

-Debo decirlo. Amigos, lo hemos perdido-

-Kevent, nosotros también debemos conseguir novia, no podemos ser los solteros del grupo- dice Steven burlándose.

-Mejor hay que ensayar, solo falta dos semanas para el concierto- Kevent se acerca a su lugar esperando que los demás hagamos exactamente lo mismo.

Comenzamos a practicar. Ella me hacía sentir diferente y lo reflejaba en la música. No creo haber tocado de esta manera antes. Dicen que el amor te cambia. Al parecer tiene razón, esta chica me está cambiando.

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-Señorita lo siento. Yo no los había visto.- Miro a Anthony de reojo y volteo mi mirada nuevamente hacia la ventana, una sonrisa se forma en mi rostro, Anthony parece no darse cuenta de ello. Cuando Nick estaba a punto de besarme, llego Anthony ocasionando que nos separáramos rápidamente. Él no se había percatado de nuestra posición, hasta que nos vio acomodarnos en nuestros asientos nuevamente. Desde que salimos del centro comercial, no había dejado de disculparse por lo sucedido y era divertido verlo en esta situación.

–Para la próxima prometo ver bien la situación antes de interrumpir.-

Volteo a ver rápidamente a Anthony. -¡¿La próxima vez?! ¿Eso quiere decir que me ayudara?-

-Yo... Señorita, yo no-

-Entiendo- volteo nuevamente mi mirada a la ventana.

-Hare lo que este en mis manos para ayudarla. Lo prometo-

Mis ojos se abrieron al escuchar sus palabras. ¿Estaba escuchando bien? Miro a Anthony y comienzo a analizar su expresión. ¿Estará jugando conmigo? Entrecierro mis ojos para verlo con un toque de dramatismo.

-¿Qué tan cierto es eso?-

-Tan cierto que si alguien le dice a su padre me quedo sin trabajo y usted sin salir de su habitación de por vida-

-¡Sera nuestro secreto!- grito emocionada.

-Hasta que se lo diga a su padre.-

Esas palabras resonaron en mi cabeza. Sé que si esto que está comenzando llega a mas, tengo que decirle a mi padre en algún momento y sé muy bien como reaccionara.

Los colores de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora