Capítulo 12

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Los colores de la vida es una psicología de los humanos. Cada color nos demuestra un sentimiento o lugar. Pensé que estaba loca al querer conocerlos, pero tú, me tomaste de la mano y juntos comenzamos nuestro camino al descubrimiento. Me enseñaste los colores de la vida.

Natalie Snow.

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Era la una y media. Salgo de la cafetería y me dirijo al hospital en busca del carro de mi madre. Le había hablado anteriormente y había accedido a prestármelo para poder ir por Natalie. Sin embargo, me hizo todo un cuestionario, al final término cediendo, no sin antes decirme que tuviera cuidado, no saldría con cualquier chica, si no con la hija del señor Snow, la persona más importante del pueblo y eso, lo sabía muy bien. Al llegar me dirigí a la sala de urgencias. La que estaba de recepcionista en ese momento me reconoció y sonrió en cuanto me vio acercarme.

-Hola Nick-

-Hola- saludo sin llamarla por su nombre. No sabía exactamente quién era. No venia mucho a este lugar y no conozco muy bien a los compañeros de mi madre. -Mi madre me dejo unas llaves-

La enfermera abrió un cajón y saco las llaves del carro de mi madre. –Aquí tienes, dijo que no te olvidaras de pasar por ella a las ocho-

-No lo hare, gracias-

-De nada-

Salgo del hospital, miro la hora, faltaba quinces minutos para las dos. El hospital quedaba a las afueras del pueblo, al lado contrario del lago. Saco mi teléfono de mi bolsillo trasero y mando un mensaje.

Nick: "Voy en camino, te aviso cuando este fuera de tu casa"

Natalie: "Nos vemos entonces :)"

Busco el auto de mi madre en el estacionamiento. Cuando lo encuentro me subo en él, me pongo el cinturón y doy marcha atrás saliendo de reversa de aquel lugar. No tardó mucho en llegar a casa de Natalie. Cuando llego me estaciono afuera de la entrada, el guardia me mira, pero al ver que no tengo intención de entrar no se acerca, pero, puedo observar que me vigila desde su caseta.

Tomo mi móvil nuevamente y mando un mensaje a Natalie.

Nick: "Estoy afuera y el guardia parece querer asesinarme con la mirada. ¿Debo asustarme?"

Natalie: "No te preocupes, no hace nada, no tiene balas en los ojos. Voy enseguida."

Suspiro con una sonrisa en mi rostro y siento como comienzo a ponerme nervioso al saber que en cuestión de nada la veré y pasaremos toda la tarde juntos.

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Tomo mi bolso, me veo una última vez en el espejo y bajo rápidamente las escaleras. Cuando estoy a punto de abrir la puerta escucho la voz de mi padre. Haciendo que pare y voltee a verlo. No le había dicho que iba a salir y creo él sabe lo que sucede.

-¿A dónde crees que vas sin permiso?- pregunta molesto.

-Al lago y no estoy pidiendo permiso, solo estoy avisando- me doy media vuelta y tomo la perrilla de la puerta.

-¿Con ese chico?-

-Sí, con ese chico- digo molesta al momento que volteo a verlo.

-No sabes lo que estás haciendo-

-¡Claro que se lo que estoy haciendo!- grito.

Abro la puerta molesta y doy un paso cuando mi padre habla nuevamente.

–Si vas a hacer esta locura se merece saber la verdad ¿No lo crees?-

Me quedo paralizada por un momento, mis piernas parecen no querer funcionar. Escucho como mi padre se aleja de mí y es en ese momento cuando reacciono nuevamente. Cierro la puerta con fuerza y me alejo rápidamente, dirigiéndome a la salida. Mi padre no me ha dicho que me quede. En cambio me ha dado permiso de salir. Es una trampa lo sé. Eso último solo ocasiono que me arrepintiera de lo que estaba haciendo. ¡No es justo que siendo ya mayor tu padre tengo ese control sobre ti!

Los colores de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora