Not so Pure [Chat Blanc] Miraculous Ladybug

Prólogo

Un día como los otros, Marinette se armó de valor y confesó sus sentimientos de amor a Adrien. Lógicamente, éste la rechazó con amabilidad, alegando que le gustaba alguien más. Tan pronto su fortaleza flaqueó, Hawk Moth envió un akuma, que encontró hogar en el papel donde había escrito su confesión. ¡Vaya sorpresa se llevó Hawk Moth cuando descubrió que la chica tímida que había ganado su concurso de bombines, era la que frustraba sus planes de obtener el poder absoluto! Con la transformación, Tikki fue absorbida por los Miraculous contaminados, y Marinette cambió.

La Coccinelle du Mal, era una figura femenina muy parecida a Ladybug, pero en su espalda llevaba unas enormes alas con los colores invertidos de la mariquita, que conjuntaban con su atuendo y en sus ojos violetas refulgía la maldad. Cada golpe que atinaba con su yoyo mientras volaba ágilmente daba lugar a una explosión de humo vinotinto. Chat Noir, horrorizado, se dispuso a encarar a su amiga, que no estaba dispuesta a perdonar a su amor platónico.

Se colocó enfrente de ella a escasos pasos para obstaculizar su avance. Ella se detuvo, con un gesto de impaciencia.

-¡Ladybug! ¿Qué te ha ocurrido?

-¡Apártate, Chat Noir! Voy a destruir a Adrien Agreste, como hizo con mi corazón.-Chat se estremeció de pies a cabeza, y se le heló la sangre cuando se dio cuenta de que era su culpa: había rechazado a la chica que amaba sin saberlo, y ella lo amaba y no se había dado cuenta. Vaya imbécil que era.-Y mi nombre es Coccinelle du Mal.

-¡Ésta no eres tú!

-No sabes quién soy yo.-comenzó a girar su yoyo, amenazante.-Ahora hazte a un lado, antes que te destripe célula por célula.

-No.-sentenció Chat, y sacó su bastón en defensa.

-Guerra avisada no mata soldado, y si lo mata, es por imbécil temerario.-lanzó su yoyo en dirección a Chat, pero éste lo bloqueó, y minimizó la explosión.

Comenzaron a luchar. La Coccinelle du Mal propinaba golpes adyacentes a Chat con su yoyo, lo suficientemente cerca como para que las explosiones los dañaran. Chat apenas podía acercarse con su arma cuerpo a cuerpo. La pelea se desvió a los techos parisinos, donde era más despejado y menos complicado para el gato, aunque no hiciera gran diferencia. Pronto empezó a cansarse.

-¿No quieres seguir jugando, gatito? El final se acerca, no te preocupes. Pronto podrás descansar... en paz.

-No hoy. Tendrías que acabarme nueve veces, amiga.-Reparó en una flor negra que se confundía con su pelo azabache. Tenía pequeños destellos blancos, como los de un akuma. Enfocó mejor y vio que eran palabras, algunas de las que había utilizado para confesarse. ¡Allí estaba el akuma! Pero, ¿cómo lo purificaría?

Ya habría tiempo para pensarlo. Efectuó un barrido y saltó por encima de la chica y le arrebató la flor negra. Acto seguido la rasgó, liberando a una mariposa negra. Como no podía purificarla, la sostuvo entre sus garras mientras veía a la sombra transformarse en Ladybug.

-¿Chat?-lo miró confundida.

-Hola... Marinette.-soltó Chat Noir a pesar de que la chica llevaba la máscara.

Ella puso los ojos como platos y se ruborizó.

-Lo siento. Seguro te decepcioné.

-En absoluto, mi Lady. Ahora sé de quién me he enamorado.-sonrió torpemente.-¿Me correspondes, Marinette?

-Yo... creo que...-Chat de repente recordó que ella amaba a Adrien, no a Chat Noir, y deshizo su transformación, no sin antes asegurarse de que no hubiera nadie cerca. Adrien aún sostenía la mariposa. Su kwami salió del anillo y se ocultó, percatándose de que su situación era bastante incómoda.