New Storm

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Chat Blanc se acercaba triunfante, ante la perspectiva de que por fin acabaría con la chica que había roto su corazón.

Marinette estaba atrapada. Gabriel Agreste tenía los Miraculous, estaba herida, y ya no había un Adrien que contuviera la ira de Chat Blanc.

Debía ganar tiempo para pensar en cómo se salvarían todos.

Pero estaba bloqueada.

Cerró los ojos llenos de lágrimas, resignándose a su destino.

-¿Por qué, Gabriel Agreste?-gritó Alya, rompiendo el silencio.-¿Por qué le hiciste esto a la ciudad y a tu hijo?

-¡Cállate!-gritó Chat Blanc ante la mención de Adrien.

Marinette abrió los ojos, aliviada de extender el tiempo de pensar.

-Muy buena pregunta, jovencita.-dijo el hombre sin alterar el semblante.-Hubieras sido una buena reportera.

-¡¿Hubiera?!-se alteró Nino, por lo que Chat le atinó un bastonazo.-¡Ouch!

-Antes de que Chat Blanc acabe con ustedes, voy a llevarlos al punto de partida.-dicho esto, la realidad frente a Marinette se deshizo y reacomodó.

Ya no estaba en la estancia de Hawk Moth.

Ahora estaba en un callejón que nunca había visto.

Inexplicablemente, sabía que estaba en el Tíbet. Que había ido para buscar inspiración para sus creaciones.

¿Cómo podía saber eso? Existía sólo una razón.

Estaba paseando por las memorias de Gabriel Agreste.

Durante aquella mañana, un maleante había tratado de asaltarlo, pero fue frustrado por una mujer ágil vestida de pavorreal, que lo había cautivado. Él quería saber quién era ella, pero solamente le dijo que se quedara en ese callejón.

Él se había quedado allí durante todo el día, aguardando, hasta que llegó una mujer rubia de radiantes ojos verdes.

-¿Esperando a alguien?-preguntó la mujer curiosa en chino. Apenas pudo entender.

-Sí.-respondió en francés Gabriel, seco.

-¿Le Paôn?

-Una superheroína.-contestó.

-Le Paôn.-afirmó la rubia.-¿Por qué aquí?

-Me dijo que la esperara aquí. Llevo todo el condenado día y ella no aparece.-refunfuñó Gabriel.-Perdí mi tiempo, y la Semana de la Moda de París está cerca. Será mejor irme.

Pasaba al lado de la mujer cuando sus ropas grises obtuvieron tonalidades azules y patrones de pavorreal. Ella era Le Paôn.

-¡Diablos!-exclamó Gabriel, asombrado.

-No cualquiera espera una tarde por alguien que ni siquiera sabes si se acuerda de ti.-explicó Le Paôn.

-Mis disculpas, dama, no pretendía...-se excusaba Gabriel a toda velocidad.

-Shhhhhhh.-le puso un dedo en los labios.-Tú discúlpame a mí.-dijo con una sonrisa y plantó un beso en la boca del hombre.

Los recuerdos bailaban a toda velocidad. Muchos eran únicos, como cuando Gabriel se mudó al Tíbet con la mujer, cuyo nombre resultó ser Maud de la Croix, cuando ella decidió abandonar su Miraculous cuando Gabriel le mostró una caja con un broche de mariposa, o cuando ambos decidieron regresar a su ciudad natal, París, para casarse y celebrar el éxito de Gabriel en el mundo de la moda. Otros eran bastante frecuentes, entre ellos la innumerables tardes que pasaban en Le Petit Café, que cerró para siempre el día que Maud dio a luz a un hermoso niño, a quien llamaron Adrien.

Not so Pure [Chat Blanc] Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora