Capítulo 5

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En cuanto llegué a mi habitación comencé a leerme la información sobre Norpatod, me gustaría que alguien me hubiera explicado todo esto, pero me estoy dando cuenta que en este instituto las cosas funcionan de otra manera y cada cuál tiene que valerse por si mismo. Muchas de las cosas que decían sobre Norpatod me habían sorprendido, hablaban sobre la memoria interna, una técnica todavía que se estaba experimentando, y su uso era limitado, solo los institutos de Norpatod que había por el mundo disponían de esta nueva tecnología. Además, hablaban sobre una especie de competiciones, unas que se hacían entre los propios instituto, creo recordar que en todo el mundo había un total de 30 institutos Norpatod entre los cuáles se competía. No llegue a leer de que se trataban las pruebas de las competiciones, ya que para mi esa ranura estaba todavía bloqueada, pero ahora las cosas eran un poco más claras. Alguien llamo a mi puerta en ese mismo instante.

-¿Si?¿Quién es?-pregunté. Liam entregó empujando la puerta y parecía enfadado.

-Me toca ser tu niñera.-dijo con una sonrisa falsa.-Tu instructor quiero decir.

-¿Y los profesores?-en realidad no me importaban los profesores, me daban mala espina, prefería que alguien de mi edad, alguien como Liam me enseñara por muy borde que fuera.

-Los profesores no saben como tratar a alguien sin memoria interna es este instituto, así que de momento estas a mi cargo.

-¿Y tú por qué si que sabes como tratarme?-pregunté.

-Para alguien que no tiene incorporada la memoria interna es más fácil tratar a otra persona de su mismo nivel de inteligencia.-aclaró.

-¿Entonces tú tampoco tienes incorporada esa tecnología?.-me extraño, quería saber porque los demás si y él no, que le hacía diferente.

-No, sería estúpido ponérmela.

-¿Estúpido? ¡Todos los estudiantes de Norpatod la tienen!-dije defendiendo algo que ni siquiera sabía como funcionaba.

-Por eso ellos son estúpidos.-chilló.-Y no todos la tienen, mi hermana y yo no la tenemos.

-¿Y tú padre?-me intrigaba saber porque ellos no la tenían.

-Eso no es asunto tuyo.-dijo mientras todos mis pensamientos acerca de esa tecnología desparecían como si nada.-Ahora vamos, es hora de empezar con la primera clase.

-¿A dónde vamos?-pregunté mientras Liam sostenía mi brazo y me llevaba por el pasillo.

-A clase te o acabo de decir, ¿es que nunca escuchas las cosas a la primera?.-dijo con un tono molesto.

-¿Es qué siempre te comportas como un idiota?-le reproché.

-No soy un idio... me da igual, piensa lo que quieras, habitación número 2456yhg, clase de Lona, recuérdalo.-añadió mientras abría aquella extraña puerta.

-¿Qué se supone que es esta habitación?-pregunté nada más ver los extraños muñecos colgados del techo de esta.

-Es el gimnasio.

-¿Gimnasio?¿Para qué un gimnasio?

-Para aprender a luchar, ¿para qué si no?

-Luchar, ¿contra alguien?

-No contra tu propia sombra, pues claro que contra alguien.-dijo levantando la voz.- Es una de las pruebas más importantes de las competiciones, más te vale no cagarla.

-¡Pero si yo no se luchar!-me quejé.

-No importa yo te enseñare, veamos que es lo que sabes hasta ahora, acércate a uno de los muñecos de prueba que tienes delante y dale una patada.

No es solo una normaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora