almond milk {m}

3.4K 376 209
                                    

martes



"¡Darleen!", la mano de Cam se impactó con fuerza contra la puerta del cubículo en el que yo me encontraba haciéndola temblar.

"¡Deja de joder!", respondí con un grito también. Discutíamos todo el tiempo pero me ponía los pelos de punta cada vez que me gritaba.

"¡Sal de ahí si no quieres que te traiga a Michael Clifford hasta aquí!", advirtió. A decir verdad si le tenia un poco de miedo.

"Voy a salir si me dejas de gritar, sabes que no me gusta cuando te pones así.", hablé con un tono de voz razonable.

"¡Voy a dejar de gritar cuando dejes de ser una exagerada!", tenia la piel de gallina. No me gustaba tener este tipo de enfrentamientos con ella ni con nadie y menos en un lugar donde todos podían escuchar.

"¿Exagerada yo?", reí. "Eres tu la loca que esta gritando en el baño de chicas."

"Darleen.", soltó un suspiro y dejó de gritarme. "Solo sal, cariño.", mis ojos se abrieron grande en señal de sorpresa. Jamás me llamaba cariño, eso era más peligroso que sus gritos.

Tomé aire y me tranquilicé un poco. Afuera todo estaba silencioso, parecía que Cam ya se había calmado. Abrí la puerta y la vi justo en frente de mi.

"Por favor no me mates.", hice un puchero. Si a Kia le funcionaban tal vez a mi también.

"Solo regresa a la cafetería y todo bien.", se miraba tranquila. Demasiado tranquila. Ya no era la loca histérica que minutos atrás me gritaba que saliera.

"Lo haré.", salí del cubículo y cerré la puerta detrás de mi. "Solo no me vuelvas a gritar."

Una sonrisa apareció en su rostro y pasó sus dedos entre mis colorados rizos. "Ya no lo haré, regresemos ya.", asentí con la cabeza y ambas caminamos fuera del baño de chicas.

Para mi suerte nadie estaba ahí adentro además de nosotras  pero estoy segura de que los gritos de Cam se escuchaban hasta China. Todo era culpa de Michael igual que siempre. Cuando entramos a la cafetería él era el último en la fila y nos tocaba formarnos detrás de él pero no pude hacerlo y fui a ocultarme al baño como la mariquita que soy. 

Si, nadie sabe mejor que yo que soy una maldita cobarde.

"Muero de hambre.", hablé y lleve mis manos a mi estómago, el cual rugía pidiéndome que depositará comida en el.

"Tienes suerte sí aun alcanzas algo.", dijó Cam mientras caminaba a mi lado. "A la otra piénsalo bien antes de salir corriendo."

"Si, como sea.", resople. No tenía ánimos para sermones. Cuando se trataba de Michael no podía controlar mis pensamientos y menos mis acciones. Parecía que estaba programada para hacer la cosa más estúpida posible cada que él estaba cerca. Lo único bueno que hice aquella mañana fue ocultar mis pecas con maquillaje y recoger mi cabello en una coleta. Al menos ya no me vería igual de espantosa que el día que me hablo.

"No entiendo por qué le tienes tanto miedo a una muchacho.", continuó hablando.

"Cam.", volteé a verla. "Ya me perdí el martes de tacos, no vengas a hacerme más pesado el día.", entramos a la cafetería. Estaba completamente llena. No tendríamos un lugar para sentarnos sí no fuera por que nuestras otras dos amigas nos estaban apartando uno.

"Tu sola te lo haces pesado.", adelantó el paso y camino hacia la mesa donde estaban nuestras amigas. Fui detrás de ella y me senté a lado de Kia. Frente a nosotros estaban Iris y Cam.

girls talk boys » 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora