take what you want {a}

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—Mmhm — Respondí ante lo que mi madre me decía. En realidad no estaba prestando atención, estaba más preocupada por ver Malcolm in the middle, a pesar de que ya sabía lo que pasaba en todos los capítulos.

—Kiara. — Dijo mi madre en un tono severo. —¿Estas prestandome atención? Te juro que escuchó más tu estúpido programa que tus respuestas.

Por más que deseaba terminar con la llamada no podía hacerlo. Ella me daba todo lo que necesitaba sin pedir nada a cambio más que unas cuantas llamadas telefónicas al mes.

—Si te presto atención. — Suspiré y opté por apagar la televisión. Solo serían un par de minutos más. Entre más la obedeciera, más rápido se terminaría. —Ya quité mi estúpido programa.

—Gracias. Ahora dime, ¿haz pensando en lo que te dijo tu padre? — Sabía que me tenía en el altavoz y que los dos probablemente habían jugado piedra, papel o tijera para decidir quién sería el encargado de hacerme esa pregunta. Por la experiencia que tuve viviendo con ellos sabía bien que tampoco estaban felices de llamarme pero eran mis padres y debían estar al pendiente de mi vida para no quedar mal frente a la abuela cada vez que les preguntara como me estaba yendo en Australia.

—No tengo nada que pensar, ya te dije que la respuesta es no. — No me gustaban los rodeos y mucho menos las excusas falsas que mi familia esperaba que dijera para justificar mi ausencia en las festividades. No me gustaba ir a casa porque no me gustaba ver a mis padres, eso no era algo dificil de entender para ellos pero si difícil de explicar al resto de los Miller. ¿Como iba a ser posible que alguien rechazará la oportunidad de pasar tiempo con una familia tan honorable, afamada e importante?

—Kiara, sabemos que estas molesta. — La voz de mi padre tomó la palabra, confirmandome que ambos escuchaban en el altavoz. — Pero tus hermanos quieren verte, la abuela esta emocionada porque le dijimos que tal vez vendrías en navidad. No la había visto tan feliz desde el día en que naciste.

—Mamá, dile a Matthew que no tengo intención de hablar con él o responder a algo de lo que me diga. — Me llevé los dedos al puente de mi nariz, sintiendo como un dolor de cabeza estaba apunto de ponerme de peor humor.

—Él solo quiere que estés en casa, hija. — Habló en su tono de madre desamparada que solo busca lo mejor para su hija. —Todos queremos verte, ha pasado tanto tiempo.

En eso le daba la razón, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que los vi. No acostumbrabamos hacer video llamas ni nos seguíamos en ninguna red social. Sentía como si me estuviera olvidando de sus rostros y sí no fuera por las llamadas, tampoco recordaría sus voces.

—No me parece justo que utilicen a la abuela en su juego de manipulación. Bien saben que ella es la única que de verdad me extraña ahí y me duele no poder verla tan seguido como me gustaría.

—Entonces hazlo por ella. No te cuesta nada venir un par de días.
El timbre de la casa comenzó a sonar y jamás me sentí tan agradecida de escucharlo. Era la excusa perfecta para terminar con la llamada.

—Es una pena, debo colgar. Me buscan en la puerta.

—No hemos terminado aún, no te atrevas a colgar el teléfono jovencita. — Toda la bondad que antes trataba de transmitir en su voz se había esfumado, dejando ver al monstruo manipulador que en realidad era.

—Me saludas a la abuela y a los hijos de Matthew, adiós. — Terminé con la llamada e inmediatamente puse mi celular en modo avión para después guardarlo en el bolsillo de mi pantalón.

Abrí la puerta y ahí estaba él, con su enorme sonrisa en el rostro y un ramo de orquídeas en las manos.

—Ashton. — Sonreí por lo contagiosa que su propia sonrisa era. Además de que las orquídeas eran mis flores favoritas y estaba sorprendida de que él recordará algo que yo le había dicho en nuestra primera cita.

girls talk boys » 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora