milkshake {c}

3.2K 366 259
                                    

Cam's POV;


El reloj con forma de perrito que colgaba sobre la pared de mi habitación marcaba las 3:00 PM. Era relativamente tarde, considerando que entraba al trabajo a las 3:30 y en la bicicleta hacia aproximadamente 40 minutos de camino.


Alice, mi compañera de trabajo me había avisado que no se sentía muy bien y no iría a trabajar por lo que a mi me tocaba abrir la veterinaria aquella tarde.


"A todas ustedes sus padres si las quieren y cuidan. No saben lo que es soportar a Chuck.", la voz de Darleen no dejaba de hablar de su estúpido padrastro aunque para este punto yo ya no estaba poniendo atención realmente. Solo quería colgar para poder irme al trabajo.


"Chicas.", llamé su atención logrando que todas dejaran de hablar. "Me encantaría seguir escuchando sobre el borracho de tu padrastro pero debo irme. Se me hace tarde."


"No es mi padrastro.", me corrigió. Me gustaba molestarla con eso así como sabía bien que ella me molestaba cambiándole el nombre a Calum.


"Si, si. Solo sale con tu madre.", me corregí a mi misma. "El punto es que algunas, aunque nuestros padres nos quieran, debemos ganarnos la vida trabajando."


"Trabajas para poder pagar tu caprichos.", soltó una risita. Tenía razón. "Pero esta bien, ve a tu trabajo a ver si ves a Calvin."


Rodee tanto los ojos que juro que vi mi cerebro.


"Calum."


"Calum.", volvió a reírse. Maldita pelirroja idiota.


"Adiós, mi amor.", me dijo Kia haciéndome sonreír con el beso que me había mandado a través de la pantalla. "Que tengas un buen día en la veterinaria."


"Cuídate castaña.", se despidió Iris.


"¡Coje mucho con Calvin!", grito la idiota de Darleen pero decidí ignorarla. Solo me dedique a levantar el dedo de en medio antes de colgar.


Me puse de pie y amarre mis agujetas. Mi cabello se veía decente y el maquillaje no me gustaba mucho así que solo me preocupe por tomar  mi celular y las llaves de la veterinaria. Bajé corriendo las escaleras y escuché que la televisión de la sala estaba encendida. Fui por mi bicicleta, después asomé mi cabeza en la sala y vi que mi hermano estaba sentado sobre el sofá mirándola.


"Llegaste temprano.", afirmé. "Mamá dejó dinero sobre la mesa para que ordenes pizza o lo que tu quieras."


"De nuevo.", resopló mientras mantenía su mirada sobre mi.


"Si, agradece que tenemos dinero por que hay mucha gente que ni para comprar arroz tiene.", parecía mamá con mis sermones pero a lo largo de los años había aprendido que mucho de lo que decía tenia razón.


"Agradecería más tener una madre que me cocinara ese arroz.", regresó la mirada al televisor.


"Eres más nena que yo.", reí sin tomarle mucha importancia a que me estuviera ignorando. "No traigas a tu novio mientras yo no estoy. Sabes que a papá no le gusta que tengas tu sexo homosexual sobre los sofás que compartimos todos.", él seguía ignorándome pero sabía que estaba poniéndome atención. "Te quiero, marica.", retomé mi camino hacia la puerta y escuché que me gritaba algo pero no entendí bien.


Salí de la casa y me subí en la bicicleta. Papá había querido regalarme un auto desde hacía mucho tiempo pero le tenía cierto pánico a conducir. Prefería sentir el viento en mi cara mientras pedaleaba mi bicicleta, me sentía libre.


girls talk boys » 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora