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tschüss

—I drink to remember, I smoke to forget. Some things to be proud of, some stuff to regret.— Las cuerdas de su guitarra produjeron un sonido desagradable y su voz cesó su canto.- Esto apesta, igual que yo.— Lucy, la guitarra a la cual había nombrado así por la canción de The Beatles, terminó recostada sobre el suelo de igual manera que yo lo hacia. El cariño que le tenia a un objeto hecho de madera como para ponerle nombre propio me recordó a otra persona que también gustaba de ponerle nombres propios a cosas que no debían tenerlo. — Ya vuelvo, iré a fumar un cigarro para olvidar lo mucho que apesto como compositor.—Sus labios entraron en contacto con la piel de mi frente para después ponerse de pie y salir de la habitación.

Me quede recostada sobre el fresco y chirriante suelo de madera. Me gustaba verlo mientras intentaba componer sus canciones por que a pesar de que él no gustaba siempre de ellas, a mi se me impregnaba, de cierta manera, cada una de las palabras que de sus labios salian.

Y si, ahora yo tomaba para recordar las incontables noches que pasé en vela preocupándome de más por una persona que no hacia lo mismo por mi. El ardor en mi garganta al tragar alcohol me hacia recordar que el dolor de mi corazón estaba ahí por algo más que el simple hecho de hacerme sufrir. Estaba ahí para mantener latente la advertencia de que no podía volver a caer por un par de ojos bonitos y labios que prometían amor y tranquilidad con cada beso. Fumaba para olvidar los momentos que podían llegar hacerme extrañarlo y sentir que, aún después de todo, lo necesitaba a mi lado.

Mi mirada estaba fija en el techo pero yo no estaba fija en ningún lado, en ningún aspecto. Me gustaba pensar que había suficiente amor propio dentro de mi para no volver a llamarlo, no volver a buscarlo pero en sí, ese amor propio no era suficiente para lograrlo por sí mismo. Necesitaba de mis tres vicios, los cuales había adquirido desde el día en que camine por la lluvia de regreso a mi casa y los cuales consistían en el vodka, los cigarrillos y la voz de John que me cantaba hasta quedarme dormida.

Me enderece y tomé a Lucy entre mis brazos con el mismo cariño que John la sostenía. Cuando era más pequeña, mi fallecido abuelo y yo solíamos hacer el dueto perfecto con su vieja guitarra y mi poco afinada voz, así que de cierta manera comprendía el por que John tenia tan arraigado el amor a su guitarra.

No conocía muchas canciones en guitarra pero tenia una lista en spotify de canciones que me traían a cierta persona al pensamiento y que por el mismo motivo, me había esmerado en aprenderlas. Tomé la botella transparente con un liquido del mismo color adentro y le di un trago antes de ponerla en su lugar de nuevo y comenzar a tocar la canción que sonaba en mi cabeza.

— You don't want me, no. You don't need me.— No podía distinguir sí mi garganta ardía por le alcohol o sí sólo era uno de esos ataques de melancolía que me daban y formaban asfixiantes nudos en mi garganta.— Like I want you, oh. Like I need you.— Escuché que la puerta trasera se abrió, lo cual significaba que John estaba de regreso, pero aún así no deje de tocar y mucho menos de cantar. Eran palabras que yo no había escrito pero me tenían tan marcada por lo bien que alguna vez me describieron. — And I want you in my life. And I need you in my life.

Habian pasado un par de semanas desde la ultima vez que había visto a Ashton y aún no podía distinguir sí lo que sentía eran ganas de abrazarlo o sólo la costumbre de tener algo entre mis brazos que fuera capaz de proveerme el calor que tanto anhelaba. Deje la guitarra de vuelta en el suelo, arrepintiéndome rotundamente de mi decisión de tomarla en primer lugar.

Lo bueno de mis altibajos era que cuando estaba en la cima me sentía más productiva que nunca y quería hacer todo en un sólo día. Me sentía tan plena y feliz que no me lo creía. Pero una vez que tocaba el fondo, me deprimía tanto que no quería salir de mis cobijas en todo el día. Lamentablemente, hoy era un día de esos.