Capitulo V

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27 de febrero del 2003.

Me levanto de la cama con cuidado de despertarte y camino hacia la cocina. Estaba listo para hacer que disfrutes este día. Sé cuánto odias el tema del desayuno a la cama, osos de peluche y todas esas cursilerías en los aniversarios así que decidí hacer algo distinto.
Tenía todo listo, solo faltabas tú.

—¡Eleanor!—te paso la voz desde la cocina.

—Allá bajo—respondes.

Estoy ansioso por tu reacción. Aún en pijama bajas las escaleras y te apoyas en la puerta. Me dirigo hasta la alacena y junto a dos copas te muestro una botella de vino. Sonríes y te acercas para regalarme un beso, de esos que por un momento me llevan a tu mente y me siento dentro tuyo, y no puedo salir, pero soy feliz así, viviendo solo para ti.

—25 de abril del 2002—comentas de improvisto observando la botella.

—¿Aún lo recuerdas?

—Claro, golpeaste al tipo con una botella de este mismo vino.

—Sí, fui un idiota, perdí 30 euros por solo un golpe.

—Valio la pena, ahora es una anécdota muy graciosa—concluyes acompañada de una sonrisa.

Serví un poco de vino en nuestras copas y propuse un brindis.

—Tres años juntos, cariño—celebro con una calida sonrisa.

—Te amo—dices antes de dar el primer sorbo.

Tomas mi mano y me llevas contigo, apenas y me da tiempo para dejar la copa en la mesa, mientras subimos las escaleras hasta el segundo piso, tu risa perversa se vuelve música instrumental, me detienes en la entrada de la puerta a la habitación y caminando hacia mi, me empujas a la cama.

Amaba el hecho de que tenias completo control sobre mi y mis acciones, intente quitar tu ropa pero me detuviste para hacerlo por ti misma, nos adentramos en nuestras fieles sábanas y probamos el morbo como en cada aniversario.

Podía asegurar que era de las pocas tradiciones que disfrutaba al máximo, te amaba en todos los sentidos y verte en un profundo placer me hacia sentir el hombre más afortunado.

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