Llevaba tiempo queriendo cambiar mi rumbo. Estaba cansada de la rutina de siempre, de los mismos problemas y la misma gente. Por eso, cuando me concedieron la beca para trabajar en New Orleans, para mí fue una auténtica lotería.
En dos días salía...
Ya han pasasdo un par de semanas desde que llegué a esta ciudad. La señora Johnson está entusiasmada conmigo y ya me ha ofrecido un puesto como adjunta. Me beneficio de un sueldo bastante más decente que el que tenía en mi antigua ciudad. Me siento plena aquí. No he vuelto a ver a Elijah en estos días, pero me figuro que un hombre como él estará inmerso en negocios de bancas, bolsa y acciones, a juzgar por todo lo que vi en su imponente casa. Será un destacado hombre de negocios ocupado con una espectacular esposa, y niños de anuncio. Pero bueno, me siento feliz, estoy muy cómoda aquí y ya he terminado de instalarme.
Hoy he salido temprano de trabajar y mañana es festivo. Me apetece salir a descubrir la ciudad y dar una vuelta. El tiempo otoñal invita a pasear por las calles llenas de hojas y respirar el aire fresco. Así que me acicalo con mis vaqueros, un top y unos taconazos. Me maquillo un poco, me pongo lentillas y me hago ondas en el pelo. Me siento bien con este look.
Me encanta el otoño. Pasear por las calles tranquila, el olor a canela de los puestos ambulantes, el crujir de las hojas al pasar, observar escaparates y toda la atmósfera de la ciudad. Muchos músicos y mucha gente por las calles. Me siento muy afortunada por estar en esta cuidad.
Descubro un bar abierto, en su interior solo está la camarera. Entro para tomar algo y descansar un poco los pies de los tacones. A nadie se le ocurre salir a pasear así.
- Buenas tardes, ¿podrías ponerme una cerveza?
- Ahora mismo, por supuesto.
- Muchas gracias. Disculpa, ¿me podrías decir los lugares por donde suele salir la gente? Soy nueva en la ciudad y no sé muy bien por dónde moverme.
- ¿Eres nueva? ¡Soy Cami! Yo me instalé aquí hace unos meses, no te preocupes que en New Orleans hay ambiente a prácticamente cualquier hora y en cualquier rincón. Justamente aquí, la gente comienza a llegar dentro de una hora más o menos. Mi turno está a punto de finalizar, así que si te apetece quédate conmigo tomando algo.
- ¡Oh gracias! Mi nombre es Lara! Eres muy amable. Me encantaría, así me cuentas un poco qué tal la experiencia de empezar una vida en esta ciudad.
Esperé en la barra tomando mi cerveza hasta que Cami terminó su turno. Se cambió y se vino al lado de la barra en el que yo estaba. La gente empezó a entrar en el local y se creó un ambiente muy agradable. Charlamos amigablemente durante horas. Conectamos muy bien desde el principio. Ella también había estudiado en la universidad y coincidíamos en un muchos aspectos.
- Me encanta haber encontrado a alguien como tú en esta ciudad. Creo que vamos a ser grandes amigas. – Me dijo Cami. Yo tuve la misma sensación.
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Seguimos bebiendo y brindando. Mañana era festivo, así que me podía quedar tranquilamente de fiesta. Mi primera noche. Todo estaba yendo genial.
