Chica nueva en New Orleans (Elijah Mikaelson's FanFic)

Fuera de control

-          ¿Lo pasasteis bien en la fiesta? – preguntó curiosa Cami mientras agitaba el azúcar de su café.

-          Bueno... finalmente pudimos salvar la noche – contestó Elijah, sonriéndome.  Me besa la frente dulcemente.

- ¡Dios mío, chicos! ¿Me he perdido algo? ¿Tú sabías algo de esto Klaus?

- Algo he sospechado, jaja – contesta burlón – me enteré por la mañana que Elijah y alguien más no habían dejado dormir a nadie en toda la noche...

Me sonrojo muchísimo y los hermanos ríen. De repente entra Kol en el bar y nos encuentra con su mirada fulminante. Se dirige directo a nosotros

-          Hola hermanitos, hola Cami, hola bombón – dice acariciando mi mejilla. Elijah se pone serio, tensando su mandíbula. – No sé cómo no me avisáis para las salidas en familia. – Se sienta a mi lado y me pone el brazo por encima de mis hombros – Con lo que disfruto yo en buena compañía – dice mirándome y mordiendo su labio.

-  Ya basta Kol – le reprocha Elijah ligeramente celoso. Consigue que su hermano se relaje un poco y se aparte de mí. Su hermano es de las pocas personas que logra infundirle algo de respeto. 

Klaus comienza a contarnos anécdotas sobre su hija Hope y todos reimos divertidos. A pesar de su forma de ser, se nota que ama a su hija con locura y que haría lo que fuera por ella. Suceden las conversaciones, las horas pasan y las copas se acumulan en este pequeño bar de New Orleans. Está anocheciendo y eso se nota en el ambiente del Rousseau's. La noche transforma a esta ciudad. La gente ya se agolpa bailando al ritmo de modernas canciones que suenan muy altas en el local. Kol sale a la pista muy decidido y nos arrastra a Cami y a mí de las manos para bailar con él. De repente, me dejan en el centro de ambos y continuamos bailando los tres.

Kol no se corta por la presencia de sus hermanos, aunque ha logrado ponerlos en alerta, sigue siendo muy descarado. A veces llego a pensar que es incluso un poco neurótico. Se va acercando cada vez más a mi cuerpo, bailando cerca de mi espalda. Por fin Klaus y Elijah se animan y vienen hacia nosotros. Klaus coge a mi amiga para bailar y Elijah se pega mi muy sensual, ocupando el sitio de Cami.

Allí estaba yo, bailando en medio de dos de los hermanos Mikaelson. Las manos de Kol agarran mi cintura por detrás, pegándola más a la suya. Mientras Elijah imita a su hermano, reclamándome suya y acariciando mi cuello. Me tenían atrapada y con la fuerza de sus caderas me hacían bailar. Yo no logro recordar si era por las copas de más o por la magia que desprendían los dos hermanos, que me encontraba bailando en un estado hipnótico completamente. Elijah descontrolado también, comenzó a besar mi cuello apasionadamente, seguido de Kol, que acariciaba mi pelo mientras ponía sus labios en mí.

-          Vamos a hacerlo hermanito, sé que tú también lo deseas. – Susurró Kol, erizándome todo el vello de mi cuerpo.

Kol me aprieta más contra él, recorriendo con sus manos toda mi figura. Elijah hace lo mismo, con una fuerza sobrehumana, me estoy ahogando, prácticamente no me dejan respirar.  Elijah cambia la expresión de su cara, tomando mi brazo casi hechizado, y lo besa hasta llegar a mi muñeca. Y entonces me muerde.

Salgo inmediatamente de mi estado en trance y me quedo paralizada. Mi cara de pánico lo dice todo. Veo los labios de Elijah manchados con mi sangre mientras sostiene todavía mi muñeca. Él también parece que ha vuelto a la normalidad y me mira con los ojos desorbitados. No puede creer lo que acaba de pasar.

Me deshago como puedo de los dos hermanos, apartándolos con fuerza y salgo a toda prisa del bar, sujetando aun mi muñeca sangrante. No entiendo qué demonios ha sucedido. Huyo despavorida y asustada hacia mi casa. Estoy aún temblando. Elijah intenta seguirme.

- Lara, espera. Necesito explicarte algo – me grita desde la otra acera.

-  Déjame en paz, no quiero volver a saber nada de vosotros. – digo entre lágrimas.

Llego a mi casa e intento curar mi herida, con cuidado vendo mi muñeca para tapar las dos pequeñas marcas de colmillos que tenía sober ella. No logro asimilar lo que ha pasado. Parecía todo tan perfecto...

Esa noche la pasé entre lágrimas en mi sofá. ¿Ficción o realidad?