Elijah conducía el coche, temeroso pero con un rumbo fijo. Sabía exáctamente al lugar dónde me iba a llevar. Yo iba a su lado, aún incapaz de enfrentar su mirada. Me dediqué a observar el paisaje por la ventanilla mientras nuestras almas se consumían en un incómodo silencio.
- Hemos llegado – anunció al aparcar el coche en un llano despejado, delante de una zona húmeda y boscosa. Sacó un candil de su maletero y lo encendió con cuidado para tener algo de luz.
Me bajé del coche despacio. Estaba asustada. Si Elijah era realmente un ser sobrenatural yo estaba perdida. Pero ¿qué podía hacer en esa situación? Aunque gritara o peleara no tenía nada que hacer contra él. ¿Iba a matarme por descubrirlo? Me estaba arrepintiendo de haber aceptado esa beca, de haberme mudado de ciudad, de haber ido a esa estúpida fiesta y de haberlo conocido. Había cometido el error más grande de toda mi vida al acudir allí.
- ¿Confías en mí? – me ofreció su mano.
"No". Pensé. Pero igualmente acepté, impulsada por algo en mi interior, un sentimiento saboteador que podría llegar a provocar mi propia muerte.
Nos adentramos ligeramente en el bosque, iluminado con la luz de la luna y con la tenue luz que llevábamos nosotros. Se veía hermoso y mágico. Lástima que mis desgarradas emociones no me dejaran disfrutarlo. Caminamos despacio hasta que aparecimos en un claro donde Elijah se sentó, invitándome con un gesto para que hiciera lo mismo.
- ¿Puedo confiar yo también en ti? – me preguntó.
Asentí con mi cabeza y él continuó.
- Aquí es donde viví y crecí con mi familia hace unos 1300 años.
No daba crédito a sus palabras. Después de la situación que habíamos vivido, tenía la certeza de que no era humano, pero ¿1300 años? Mi mente intentaba asimilar sus palabras.
- Mi madre, Esther, fue una de las hechiceras más poderosas de todos los tiempos y realizó un conjuro para proteger a todos sus hijos, convirtiéndonos accidentalmente en los primeros vampiros de la historia. – explicó.
- Entonces, ¿me estás diciendo que eres un vampiro de verdad? ¿Qué existen más vampiros en el mundo?- mi curiosidad no le dejó seguir. - ¿Y la magia existe? ¿las leyendas de los cuentos son verdad? – Seguí preguntando incrédula.
Elijah sonrió. Por fin noté su cara relajarse un poco. Había conseguido hacerme reaccionar de una vez.
- Hay muchas diferencias entre los cuentos y la realidad.
Me contó muchas anécdotas de su familia, de cómo habían logrado sobrevivir a lo largo de los siglos, de tantas y tantas personas diferentes por las que se había hecho pasar a lo largo de la historia.
- Así que me ves como un almuerzo – pregunté cuidadosamente.
- Obviamente no – esbozó una sonrisa.- Al igual que tu no ves como comida absolutamente todo lo ves a tu alrededor, como plantas o animales, nosotros tampoco.
- Entonces no vas a matarme.
- No, no voy a matarte.
- Elijah, la verdad es que no sé cómo procesar todo lo que me has contado. Me parece todo tan irreal que voy a necesitar un tiempo para asimilarlo.
- Lo entiendo perfectamente. Quiero que sepas que te he traído aquí y te he contado todo esto porque siento que hay una gran conexión entre nosotros dos. Me gustas, Lara. Quiero ser sincero contigo. Jamás te haría daño, te lo prometo. Cuando vives tanto tiempo, llega un momento en tu vida en el que pierdes la ilusión por todo, no anhelas absolutamente nada. Y conocerte a ti ha supuesto un rayo de esperanza en mi vida. Eres la luz que necesitaba en mis días. Comprendo que tienes que seguir con tu vida adelante, que seas feliz aunque no esté a tu lado. Pero no podía dejar que me odiaras y que tuvieras una idea equivocada de lo que siento por ti.
Una lágrima brotó de sus ojos.
- Ahora sí que me has quedado sin palabras. – Lo abracé fuertemente.
De regreso a casa fuimos más relajados. No paré de hacerle preguntas sobre su mundo y él me contaba todo muy entusiasmado. Se notaba que estaba más cómodo habiéndome contado su secreto.
Llegamos a mi casa y él detuvo el coche.
- Elijah, tu secreto está a salvo conmigo. Pero entiende que necesito pensar acerca de muchas cosas. Me estaba empezando a enamorar de una persona que realmente no conocía en absoluto. Necesito conocerte de nuevo, reiniciar, volver a empezar, antes de tomar cualquier decisión sobre nosotros. Espero que logres entenderlo.
Tranquilo con mis palabras, una sonrisa se dibujó en su cara y después cogió lentamente mi mano para besarla. Sin dejar de mirar a mi ojos susurró:
- Soy Elijah Mikaelson, un vampiro original. Encantado de conocerte.
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Chica nueva en New Orleans (Elijah Mikaelson's FanFic)
FanfictionLlevaba tiempo queriendo cambiar mi rumbo. Estaba cansada de la rutina de siempre, de los mismos problemas y la misma gente. Por eso, cuando me concedieron la beca para trabajar en New Orleans, para mí fue una auténtica lotería. En dos días salía...