INEVITABLE

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CAPITULO 10


Esto se siente como una gran explosión en mi cabeza, me levanté y di un brinco, ¿saben? mala idea, ya que con el tobillo lastimado no es muy bueno, antes de seguir gritando de emoción, grite pero de dolor... me duele y mucho aún, me eche en mi cama y espere a que Angie entrara.

― ¿Qué te pasa? ― Llegó corriendo, supongo que mi grito la altero.

― Mira esto ― Le di el peluche pero ella no entendió mucho ― ¿Y esto qué?

―Me lo dio Josh ― Y entonces ella entendió todo.

― ¡Oh por dios! ― Gritó ― ¡También le gustas!

― No lo sé, yo creo que si, porque antes de eso hablamos de lo que le dije, ¿Qué mas podría ser?, o ¿crees que sea algo más?

―Obvio que es porque le gustas, ¿y que le dijiste?

―Nada, no pude decirle nada porque se fue enseguida.

―Bien, bueno ahora sabes que le gustas, tienes que seguir con lo demás.

― ¿El qué?

―Que quieres ser su novia, obvio.

―No, no claro que no, eso le toca a el.

― ¡Ay por dios!, no comiences, eso ya no se usa, tu díselo.

―Me da miedito, y si me dice; ¡ay no!, estas loca, ¿Qué haré?

―Siempre puedes volver a patearle las bolas ―Sonrió.

―Cállate ― Reí con ella y nos tiramos en mi cama viendo al techo ― Estoy nerviosa, esto es... un chico mas grande que yo me dijo que le gusto, pero, ¿y luego que?

―Vale, deja que las cosas fluyan primero que nada, deja que tu tobillo se cure y ya vemos ¿ok?

―Sí, será mejor eso ― Y bueno así lo hice.

Los días pasaron, mi tobillo iba cada vez mejor, tarde solo tres días en recuperarme, Josh me mandaba textos para ver como estaba, no sé había ido a parar por mi casa ni en la escuela, no sé que pensar. Aunque tampoco es como que me muera por ello. La muleta ya era cosa del olvido, aún me dolía pero era soportable.

―Vamos a ir a la prueba de tu vestido― Dijo mamá entrando a mi habitación.

―¡Genial! ― Me levanté enseguida de la cama, me puse mi chaqueta y salimos hacia la prueba de vestido, el cual ame, me lo probé y era perfecto, es perfecto, justo lo que buscaba, ajusta mis pequeñas caderas que tampoco son prominentes pero las resalta. ―Es increíble.

― ¿Te gusta en verdad?

―Sí, mamá es lo que soñé, muchas gracias ― Le di un gran abrazo, estaba muy feliz. ― luciré increíble ― Me miré al espejo, nunca he sido vanidosa, pero esta vez juro que si me veía perfecta. Nos pusieron el vestido en una funda y listo, nos lo llevamos a mi casa, en cuanto llegue lo colgué en mi armario y suspire. Al fin, solo faltan un par de semanas, y todo debía ser perfecto.

Pasaron algunos días más, evitaba un poco el contacto con Josh, porque decidí que prefiero el no decir nada más, ya he dicho mucho, no quiero atreverme a pedirle que seamos algo más, en todo caso, si le gustara como dice ese letrero ¿Por qué el no me ha dicho nada?, así que opte por hacerme como que nada pasaba, es mejor así, prefiero evitarme su rechazo, la pena y tristeza a que me diga "no gracias no salgo con niñas", eso no es para mi, Angie por supuesto me regañó, lo mismo Karniel, pero yo tengo mas porque preocuparme, mi fiesta por ejemplo.

―Estaba haciendo en mi habitación mis deberes, casi nada se me dificulta demasiado pero odio la química. ― ¡Maldita química!

―La puerta de mi habitación se abrió y creí que era mi mamá, pero no... ― ¿Qué estas haciendo?

―Esa voz hizo que mi corazón saltara― ¡Josh! ― ¿Qué hacia en mi cuarto? ― ¿Qué haces aquí?

―Vine con Avan, pero se encerró a hablar por teléfono, con Angie ― Hizo un gesto que provoco que riera ― Y como me aburrí pues vine a ver que hacías ― Se asomó a mi libreta ― ¿Qué es?

―Química... ― Respondí fastidiada.

― ¿No te gusta?

―No, la verdad es que soy terrible.

―Eres una lerda. ― Sonrió.

―Y tu un lepero.

―Ya, ven ― Jaló mi silla hacia el. ― Te enseñaré.

― ¿Tú?, no me digas que eres bueno en química.

―Algo ― comenzó a explicarme la lección que me estaba provocando dolor de cabeza. Yo me perdí un poco en lo que decía, porque su perfecto mentón me encanta, sus ojos, sus pestañas, todo de el, pero me obligue a mirar hacia la libreta porque no quiero que se de cuenta de que lo estoy stalkeando con la mirada ― ¿Entendiste?

―Creo ― Le quite el lápiz para tratar de hacer yo la ecuación ― ¿Y?

―Pues te tardaste, pero bien.

―Eres un pesado ― Le di un golpe en el brazo.

― ¡Oye!, eres una pesadita, pero te haré pagar ― Comenzó a hacerme cosquillas, no puedo contra las cosquillas intente librarme pero es mas fuerte que yo, así que hago lo que puedo y me levanto, pero solo para conseguir que me siga haciendo y me lleva a la cama. Continua, pero ya no puedo más, solo puedo jalarlo del cabello haciendo que grite ― ¡Suéltame!

―Suéltame tú primero. ― Con la cabeza niega y le sigo jalando más ― Suéltame y te suelto.

―Ya, ya esta bien, a las tres nos soltamos ― Asiento ― Uno...dos... tres ― Nos soltamos, comenzamos a reírnos como locos ― ¡Eres una loca! ― Dice riendo con ganas.

―¡Tú mas, no me hagas cosquillas! ― Dije riendo aún más. De pronto cruzamos miradas, nos quedamos viendo, su calor era increíble, su aliento en mi cara. Cerré los ojos, esperando lo inevitable.

SOLO UN SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora