JOSHIE

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EPILOGO


Las olas son más calmadas de lo que lo recordaba, el azul de este cielo es más azul de lo que solía ser, la arena es mas caliente y definitivamente este lugar tiene otro toque que no logro descifrar.


Sentada al borde de la playa, el agua toca mis pies, el aire revolotea mi cabello, el sol quema mi piel de manera reconfortante. Hacia ya mucho tiempo que no estaba en este lugar, desde que aquello ocurrió, me había convencido de jamás volver, pero después de muchos años tome valor para hacerlo.


Sucede que tengo una muy buena razón para tratar de superarlo, o al menos intentarlo.



―¡Mamá! ― Aquellas piernitas regordetas venían corriendo hacia mi, el cabello alborotado rubio cenizo justo en sus ojos, y esa sonrisa de picardía cuando esta emocionado― ¡Ven al agua, vamos!

―Tranquilo, Josh. ― Le devuelvo la sonrisa y el brinca alrededor de mi.

―Papá dice que soy un buen nadador, solo me falta mas practica, que puedo llegar a ser un gran nadador, ¿tu también lo crees? ― Abrió mucho sus ojos color aceituna.

―Apuesto a que sí ― Acaricie sus mejillas sonrosadas por el sol y el haber corrido ― Tu puedes ser todo lo que quieras.

―Eso me dijo papá, ¡anda vamos! ― Me jaló de la mano, me puse de pie y lo seguí al agua. Es increíble como este pequeño ser, como este niño de siete años ilumina mi vida completa, y como es idéntico a su padre.


Cuando Josh murió una parte de mi lo hizo, si no es que morí del todo, pero un par de semanas después descubrí que estaba embarazada, después de todo Josh no me dejo completamente sola, una pequeña parte de el crecía dentro de mi. Eso me dio fuerzas para salir adelante, me devolvió las ganas de vivir, debo decir que al principio todo fue bastante difícil, hacerme a la idea de que a mis dieciocho años me convertiría en madre, y una madre soltera, entré en pánico, pero todos me ayudaron. Mi madre y Avan fueron bastantes comprensivos al respecto, además de que no les quedaba demasiado que decir. Angie y Karniel fueron un enorme apoyo, nunca me dejaron sola. Recuerdo el día que nació el pequeño Josh estuvieron a mi lado, pasaron muchas noches en vela conmigo por el llanto y todos los cuidados que un recién nacido requería.

―Lo siento cariño, pero Joshie se emociono demasiado y quiso que tu lo vieras ― Me sonrió ampliamente.

―No te preocupes Kar, ya me estaba requemando de más ― Le sonreí de vuelta, el abrió sus brazos para recibirme en un abrazo.

Después de que Joshie naciera, Karniel y yo nos unimos demasiado, el fue un verdadero padre para mi hijo, siempre estaba al pendiente de el, de sus revisiones medicas, vacunas, cuando se enfermaba el estaba todas las noches conmigo velando sus sueños, el le enseñó a caminar, sus primeras palabras, curó sus primeros raspones, y me ayudo a sanar las heridas que la partida que Josh dejó, fue un bálsamo para mi corazón, y el poco a poco se abrió para ver a Karniel de otra manera, hasta que sus abrazos y besos estuvieron también para mi.

Nos casamos cuando Joshie cumplió tres años y desde entonces hemos sido una familia, se que en algún momento debo decirle a mi hijo la verdad sobre quien es su padre, y sabrá cuanto lo ame, lo que el hizo por mi, y lo que Karniel ha hecho por ambos. Josh siempre será mi primer amor, mi primera ilusión, me dio la dicha de ser madre, me enseño a amar, pero Karniel es la prueba de que se puede volver a amar, que por mucho que duela, por mucho que se sufra siempre hay más allá del dolor.

―Karniel ― Lo miré a los ojos.

―Dime, amor― Me miró frunciendo el ceño, el sabia que yo quería decir algo importante.

―Me mordí el labio inferior y sonreí ― Vamos a tener otro hijo.

―Abrió muchos los ojos, soltó un grito de felicidad y me cargo para darme vueltas mientras el agua nos salpicaba ― Te amo. ― Me beso y Joshie nos miró extrañados ―Tendrás un hermano o hermana, campeón.

― ¡Sí! ― Saltó feliz y nos abrazo.

Esto es felicidad, gracias Josh por haberme dado el don de la vida al salvarme de aquel disparo, por haberme dejado a un hermoso ángel como Joshie, y porque se que desde donde sea que estés eres feliz por nosotros, jamás voy a olvidarte. Te veré en la eternidad, de eso estoy segura.


Pero aún no, aún no.



Lo nuestro a veces se sintió como solo un sueño, pero cuando veo a nuestro hijo, te veo a ti, y se que ahora eres un hermoso recuerdo.


Te amo.

SOLO UN SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora