ES TODO.

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CAPITULO 24



Comencé a caminar mas rápido que nunca, Josh se quedo perplejo.


—¡Jade! — Me gritó al tiempo que gritaba detrás de mi — ¿¡Qué sucede contigo!?, no entiendo nada.


—¡Te gusta Jenn, admítelo! — Le acuso sin más, mientras le lanzo miradas de furia.


—¿Qué cosas estas diciendo?, ¡claro que no! — Josh respondió igual de molesto.


—¡Claro que sí!, es muy obvio — Digo sin dejar de caminar — ¿Por qué no nos hacemos un favor y eres sincero por una vez?


—Josh me miró sin poder creer lo que le dije, supongo tiene que ver también el que me haya referido a lo que me oculta acerca de su familia — ¡Eso es muy injusto!


—¿Lo es?, mira, Josh yo no quiero esto.


—¿No quieres qué?, ¿por qué no me dices de una maldita vez que mierda te pasa? — El ya había perdido los estribos conmigo, se le notaba en la cara.


—¡Le gustas a Jenn! — le grité prácticamente en la cara.


—¿Qué? — Josh parpadeo un par de veces. — Eso no es cierto. — Afirmó.


—¡Claro que lo es!, ella me lo dijo cuando todo el asunto de Angie y Avan. Me lo dijo y yo solo me pude quedar como idiota porque no puedo decirle al puto mundo entero que mi novio es Joshua Olsen y que lo a... — Me quede callada estaba a punto de decir una idiotez — Que lo quiero. — Corregí.


—El me miró, para luego agacha la cabeza — No es mi culpa que Jenn sienta lo que siente... ¿o lo es?


—No sé, dímelo tu — Cuando me pongo en mi plan soy un verdadero dolor de culo.


—Me estas culpando injustamente.


—Mira, Josh estoy retrasada, tengo clase, ¿me das permiso? — Ya que estaba parado justo frente a mi.


—Es una estupidez todo esto. Por favor, Jade.


—No Josh no lo es, veo como te mira y lo que vi ayer no me gusto.


—Es mi amiga, ¿Por qué rayos no me dijiste cuando te lo pregunte?


—Por idiota, porque no quería parecer una estúpida niñita, si ya el tener cinco años menos que tu ya es horrible, ahora comportarme mas como una mocosa no iba a dejarme bien parada.


—¿Ves como eres tu la que siempre pones la diferencia de edades? — Josh se pasó la mano por el cabello — ¿Qué quieres de mí?


¡Quiero poder decirle a todo el mundo que eres mi novio!, que Avan no se ponga loco por ello. Lo quiero todo o nada, de una vez, aquí... decidelo. — Pronuncie las palabras que me daban miedo.

—Josh apretó los ojos con dolor — Jade, yo te dije que...


—¡Ya se que me dijiste!, ¡lo sé! y he soportado esto un par de meses ya. ¡Pero ya no quiero seguir así!, Josh puedes decirme por favor ¿Qué es lo que pasa?, ¿Por qué Avan no quiere que tengamos algo?, por favor...-dije suplicante. Mis ojos se llenaron de lágrimas.


—El vacilo un momento, sé que una pequeña parte de el quería decírmelo, pero simplemente no pudo— Yo... lo siento... no... no puedo.

—Toda esperanza se fue al diablo. — Entonces creo que no hay nada más Josh. — Respondí derrotada.

—Me miró sin poder comprender — ¿A que te refieres?

—A eso... que si tu no puedes confiar en mi, no le veo futuro a esto...


—¡Tu me dijiste que seria paciente!


—¡Ya se que dije!, pero no puedo aguantar esto por siempre. Tengo dieciséis años, una vida por delante y... quiero a alguien que sea completamente para mi, alguien que pueda ir tomándome la mano sin necesidad de esconderme... a alguien por el cual no tenga que sentir temor porque una chica super sexy esta interesada en el, que sepa que es mio y se aleje, eso es lo que quiero Josh... y tu... no puedes dármelo, o no quieres.


—Josh miró el piso — No puedo. — Pronuncio firme. Lo cual rompió mi corazón.


—Bien, entonces hasta aquí llegamos, ¡yo te quiero!, lo hago en verdad y mucho pero no puedo más.. lo siento, tal vez al final de cuentas si soy una niña aún. — Para este punto mi corazón ya estaba completamente hecho pedazitos. Dios, tuve que aguantar demasiado para no soltarme a llorar como niña ahí en sus brazos.


—¿Estas segura de lo que me estas diciendo? — Josh levantó la mirada, estaba dolido, lo sé.


—Quise decirle que no, que simplemente había sido un ataque de locura, porque yo no quiero estar sin el. Pero resistí, y lo hice porque en verdad no quiero eso para mi, no lo merezco. Así que fui firme — Sí, estoy segura.


—Esta bien, yo no te voy a obligar a que estés conmigo... te dejo libre. — Pude ver sus hermosos ojos color avellana cuajarse en lagrimas. Eso casi me hace flaquear. Pero no lo hice.


Fui firme. Fui fuerte.


Comencé a caminar. Y ahí, de ese modo y en ese momento, mi noviazgo con Joshua Olsen había terminado.

SOLO UN SUEÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora