Cap. 1: El encuentro

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Capítulo 1: El encuentro

Hoy por fin ha llegado el gran día. El día que he soñado miles de veces. El día en que conoceré al gran amor de mi vida. ¡Estoy tan nerviosa! Parezco una niña de cinco años momentos previos a abrir sus regalos de Navidad. Ayer hice un viaje de más de 8000 kilómetros y, además, no pude pegar ojo en toda la noche por los nervios. No es de extrañar que tenga este aspecto tan desastroso... Más vale que me dé una ducha relajante a ver si así consigo verme más decente.

Me dirijo hacia el cuarto de baño del hotel y abro el grifo. Me quito el pijama y me siento en el borde de la bañera a esperar que ésta se llene del todo. La verdad es que lo poco que he podido ver de Ecuador me ha encantado, siempre he querido viajar a Latinoamérica. Me doy cuenta de que la bañera ya está lista y toco el agua para ver cómo está de temperatura. Perfecta. Echo un poco de las sales de baño que había, pongo música en mi móvil y ahora sí, me meto en la bañera. Dios, esto es uno de los pocos placeres de la vida que puedo permitirme. Me recuesto apoyando la cabeza en el borde de la bañera, cierro los ojos y dejo que mis pensamientos sean guiados por la música. Pero que tonta eres Jasmine, tus pensamientos sólo son para Dareck. Dareck, ese chico al que no he visto en mi vida pero siento que lo conozco desde siempre. Ese chico que me ha enseñado a amar a alguien por lo que es y no por lo que se ve. Ese chico que me ha tratado mejor que muchas personas que he tenido alrededor. Ese chico que ha conseguido que me enamore por primera vez. Ese chico que roza la perfección dentro de la imperfección humana... Y justo en ese momento en el que estoy en las nubes, la voz de mi conciencia me baja hasta el suelo brutalmente con un "No seas tonta Jasmine, un chico tan perfecto como él no se fijaría en ti. Míralo, tendrá a chicas muchísimo mejores entre las que elegir". Agité la cabeza para acallar a la odiosa voz de mi conciencia que, en el fondo, tenía toda la razón del mundo. Estiré el brazo para coger el móvil y mirar la hora: las 13:00. Más vale que me salga ya y me apure porque en una hora y media Dareck vendrá a recogerme para irnos a pasar todo el día juntos.

Salí del baño con la toalla puesta y fui a decidir qué ropa ponerme. La verdad es que ninguna me parecía adecuada para este momento. Después de llevarme un buen rato mirando toda mi ropa, conseguí decidirme. No sabía qué planes tenía Dareck porque no me lo quiso decir, así que escogí un look ni muy formal, ni muy informal: unos shorts blancos, una blusa turquesa ajustada con un hombro al descubierto, y unos tacones a juego no muy altos. Soy demasiado patosa, así que no quiero pasar por el mal rato de caerme y hacer el ridículo delante de Dareck. Cuando termino de vestirme, arreglarme el pelo y maquillarme son las 14:10. ¡Los nervios me están matando!

En ese entonces alguien llama a la puerta. ¿Dareck? Imposible, aún es muy pronto...Entonces, ¿quién será? Me dirijo hacia la puerta, la abro y ¡PUM! Ahí está él. En persona es muchísimo más guapo que en fotos, cosa que es difícil. Tiene unos ojos color miel que invitan a perderse en ellos, unos labios tan perfectos que llaman a ser besados, un pelo negro que incita a enredar los dedos en él. Mi cabeza me ordena que le diga algo pero mi boca no responde, así que me lanzo hacia él y le doy el abrazo más grande de su vida. Él tampoco habla, sólo me corresponde el abrazo apretándome más fuerte. Cierro los ojos con la esperanza de que se parara el tiempo y ese momento se hiciese eterno, pero para mi desgracia, unos segundos después nos separamos pero no del todo. Una mano la tenía puesta en la parte más baja de mi espalda y la otra en mi rostro. Se quedó mirándome a los ojos como intentando averiguar lo que pienso y al instante me dice -no te imaginas cuánto he esperado este momento. - y me besa en la frente. Oh Dios, creo que me voy a morir. -Yo también he esperado con ansias este momento. - le dije cerrando los ojos. Noté que sonrió con los labios pegados en mi frente, supongo que le han complacido mis palabras. De repente me vuelve a mirar a los ojos, acerca mi cara a la suya y ambos cerramos los ojos. -Te quiero Jasmine. - Tenía su boca a muy pocos centímetros de la mía. -Y yo a ti Dareck. - Dije casi sin aliento. Yo estaba a punto de entrar en parada cardiaca ya que el corazón me latía a más de mil por horas, pero entonces me separó de él. Lo miré a los ojos y tenía una expresión que no logré descifrar.

-¿Por qué has llegado tan pronto? - Le dije para sacar conversación.

-Pues... - dudó unos segundos antes de responder. - Porque no podía esperar un minuto más para verte. Ya ha sido demasiada larga la espera como para que la alargue más inútilmente. - Me dijo acercándose a mí y agarrándome de la cintura. No fui capaz de decir nada, sólo dejé que me abrazara y otra vez acercó su cara a pocos centímetros de la mía. Pero esta vez estaba muchísimo más cerca. En ese momento me di cuenta que estaba aguantando la respiración y, por lo visto, él también se dio cuenta. -Respira nena, no quiero que te mueras en mis brazos. O por lo menos no asfixiada. - Me dijo sonriendo pícaramente con los labios casi pegados a los míos. -Eres tú, que me causas este efecto. - Realmente me sorprendí de haber sido capaz de articular palabra. Vuelve a sonreír y ahora sí, me besa. Un beso lento y tierno. Un beso en el que ambos dejamos claro el amor que sentimos el uno por el otro pero que ninguno se ha atrevido a confesar.

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Muy buenas mis amores, esta es la primera novela que escribo por aquí y espero que les guste. Por favor, si ven algo que pueda mejor déjenmelo en un comentario y, si les ha gustado, comenten tambien.

Este capítulo se lo quiero dedicar a una persona muy importante para mí: Jeffer. Me ha ayudado y animado mucho para esto. La verdad es que es una parte fundamental en mi vida y no se que haría si me faltara.. Muchas gracias tonto, te quiero! :)

Amor sin límitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora