Capítulo 10: Entrevista de trabajo.
Eran las 8 de la mañana y aún quedaba media hora para mi entrevista. Entré en el edificio y en seguida pude percibir que era bufete muy importante. Me dirigí a recepción y le pregunté amablemente a la recepcionista donde estaba el despacho del señor Hoffman porque tenía una entrevista de trabajo con él.
Cuando llegué a la planta donde estaba su despacho, volví a preguntar cual era su despacho, y su secretaria me lo indicó, pero esperé fuera a que llegara la hora de la entrevista.
En menos de lo que me esperaba, la secretaria del señor Hoffman me estaba haciendo pasar a su despacho. Era un despacho grande y elegante, digno de u prestigioso abogado.
-Buenos días señorita Villalba. Tome asiento por favor. -Dijo sonriéndome.
-Buenos días señor Hoffman, muchas gracias. -Dije sentándome en la silla.
-Dígame, ¿qué experiencia tiene en esto? -Dijo poniéndose serio.
-Para serle franca, no mucha. Tengo 24 años y sólo he estado trabajando un año en un importante bufete en España. -Dije entregándole mi currículum.
-Interesante currículum... Tiene usted unos estudios brillantes. -Dijo después de ojear mi currículum.
-Muchas gracias. Pero cuando algo te apasiona de verdad, es fácil tener unos estudios así.
-Bueno señorita Villalba... Para serle sincero, eso de que tenga tan corta experiencia me echa un poco para atrás. Pero viendo que tiene unos estudios tan excelentes, que es una mujer segura de sí misma y competente, y que Dareck me ha asegurado que es una gran abogada, voy a contratarla. -Dijo sonriéndome.
-Muchas gracias señor Hoffman, le juro que no se va a arrepentir de hacerlo. -Dije sonriéndole.
-Pero estarás un tiempo de prueba eh.
-Lo sé, es lo lógico y normal. -Dije aún sonriéndole.
-Bueno, pues en ese caso empieza mañana a las 8. Bienvenida al bufete señorita Villalba. -Dijo levantándose de la silla y sonriéndome.
-Aquí estaré puntual. Muchas gracias de nuevo señor Hoffman. -Dije levantándome de la silla.
Ambos nos estrechamos la mano y salí de su despacho.
La verdad es que el señor Hoffman no es como me lo esperaba. Es un joven muy atractivo, simpático y de la edad de Dareck más o menos.
Salí del bufete y fui a mirar tiendas de ropa que quedaban cerca. A las 9:30 fui a una cafetería que estaba por allí para desayunar.
Cuando terminé de desayunar seguí dando un paseo por la ciudad para pasar la mañana y luego me fui al hotel.
Eran las dos de la tarde y estaba agotada. En ese entonces sonó mi teléfono.
-Hola mi vida, ¿qué tal estás? -Dije feliz por hablar con Dareck.
-Hola nena, pues ahora que escucho tu voz genial ¿y tú?
-Pues muy bien, he tenido una mañana bastante movida. -Dije resoplando.
-¿Sí? ¿Te parece si almorzamos juntos y me cuentas cómo te ha ido? -Dijo Dareck.
-¿Tú y yo solos? ¿Sin ninguna socia?
-Tú y yo solos, sin ninguna socia. -Dijo riéndose.
-Está bien. -Dije sonriendo.
-¿Paso por ti a las 14:30?
-Perfecto. -Dije entusiasmada.
-Pues hasta dentro de media hora nena, te dejo que aún tengo trabajo. Te amo pequeña.
-Hasta dentro de media hora, yo también te amo.
Me duché casi corriendo y me vestí rápidamente. Luego me maquillé un poco y me recogí el pelo en una cola alta ya que no me daba tiempo a hacerme gran cosa.
Eran las 14:20 y sonó la puerta. Fui corriendo a abrir y ahí estaba mi Adonis. Inconscientemente sonreí como una tonta.
-Hola preciosa. -Dijo cogiéndome de la cintura y acercándome a él.
-Hola. -Dije sonriéndole y poniendo mis manos en su cuello.
-Te he echado de menos. -Dijo dándome un beso en los labios.
-Y yo a ti. -Dije sonriéndole.
-¿Qué te apetece comer? -Me preguntó cuando ya estábamos en el coche.
-Mmm... Pues no sé, decide tú. -Dije encogiéndome de hombros.
-¿Una hamburguesa?
-Está bien. -Dije sonriéndole.
En cinco minutos llegamos al lugar.
-¿Cómo te ha ido con John? -Me preguntó cuando ya estábamos sentados.
-Muy bien, ¡me ha contratado! -Dije entusiasmada.
-Me alegro muchísimo por ti nena. Yo sabía que lo haría, eres una gran abogada. -Dijo sonriendo de oreja a oreja.
-Tengo que estar un tiempo de prueba como es lógico. -Dije empezando a comer.
Terminamos de comer muy rápido porque ambos teníamos muchísima hambre y porque Dareck tenía que volver al trabajo.
Luego me dejó en el hotel. Como era muy temprano y tenía toda la tarde libre, fui a correr un rato. Una hora después volví al hotel y me di un largo y relajante baño. Para terminar la tarde, me puse a ver películas hasta que se me hizo tarde y decidí irme a dormir porque estaba muy cansada.
ESTÁS LEYENDO
Amor sin límites
RomanceLa historia de Dareck y Jasmine, cuyo amor surgió a miles de kilómetros. Cuando consiguen superar el único obstáculo que los separa, la distancia, se interponen entre ellos otros obstáculos mayores. Intrigas, mentiras, odio y maldad rodean a este am...