Cap. 5: Una tarde mágica.

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Capítulo 5: Una tarde mágica.

Eran las 7 de la tarde y acabábamos de llegar de pasar todo el día recorriendo la ciudad. Fuimos a su casa a por las llaves de su coche y volvimos a salir porque tenía una sorpresa para mí. Estaba tan feliz e ilusionada... Al principio del camino estábamos los dos en silencio y cada dos por tres el me miraba.

-¿Qué pasa Dareck? -Dije con dulzura.

-Nada, ¿por qué? -Dice mirando a la carretera.

-Porque no paras de mirarme...

-Es que tu belleza es de otro nivel y no puedo evitar mirarla a cada segundo. -Dijo girándose para mirarme a los ojos. Me sonrojé mucho y aparté la vista de él.

Al rato Dareck detuvo el coche. La verdad es que no me fijé en el tiempo que pasó porque pasé todo el viaje distraída pensando en lo que me había dicho. Esperé a que él me abriera la puerta para que me bajara y cuando lo hice me quedé sorprendida al ver que estábamos en un hermosa playa. Lo miré con cara de confundida.

-En esta playa está la sorpresa, luego te la enseñaré. -Me dijo muy sonriente. Bajamos por la arena hasta la orilla y tuve una gran idea. Me solté de la mano de Dareck me agaché para acercarme al agua y Dareck me miró con recelo. -Tengo calor, sólo voy a refrescarme. Tranquilo. -Dije dulcemente. Por lo visto se lo creyó porque bajo la guardia y justo en ese momento ¡ZAS! Le echo todo el agua que puedo y salgo corriendo como si no hubiera mañana. Miro hacia atrás y veo a Dareck corriendo detrás de mí a grandes zancadas. Oh no, me va a pillar.

-Es inútil que corras nena, te acabaré pillando. -Dijo corriendo aún más rápido.

-Eso lo veremos. -Dije parándome en seco y girándome para mirarlo.

Y cuando se está acercando a mí empiezo a correr en su dirección y evito que me atrape. Pero es inútil, a los pocos segundo consigue alcanzarme. Me coge de la cintura y me coloca en su hombro.

-¡No Dareck, para por favor!¡Bájame! -Digo dándole golpes con las manos al ver sus intenciones.

-Lo siento nena, eso te pasa por mojarme. -Me dice con un tono divertido.

Y es entonces cuando me tira al agua completamente vestida. Ahora tendré que ir mojada al hotel...

-Báñate conmigo, por favor. -Le digo en un tono de súplica y acercándome poco a poco a él.

-Como desees nena. -Me dice dándome un beso en los labios.

Ambos nos metimos en el agua y nos miramos durante unos segundos mientras nos acercábamos poco a poco. Nuestras bocas estaban a pocos centímetros de distancia, ambos sentíamos el aliento del otro. Pero entonces el se levantó y me tendió la mano para que yo hiciera lo mismo.

-Ven pequeña. -Dijo sacándome del agua.

-Mira. -Dijo girándome hacia el mar y abrazándome por detrás.

Oh Dios mío, era la puesta de sol más hermosa que había visto nunca. Me giré hacia Dareck y le di un beso en los labios lleno de amor. Estuvimos unos segundos besándonos, luego las caricias se unieron para acompañarlo. Yo puse mis manos en su cuello pero él me quitó suavemente la camiseta, así que tuve que quitar mis manos de la posición en la que estaban. Luego me giró y empezó a darme besos en el cuello.

-Relájate nena, sólo déjate llevar. -Dijo susurrándome al oído. Y así lo hice.

Me quitó el sujetardor con delicadeza y agarró mis pechos.

-Que pechos más bonitos tienes. Me gustaría hacer muchas cosas con ellos. -Me volvió a decir susurrándome al oído.

-Son tuyos, así que puedes hacer lo que quieras. -Dije casi sin aliento.

Amor sin límitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora