Capítulo 8: Noche de pasión.
Cuando llegué al hotel y subí a la habitación me lo encontré en la puerta. Mierda, ¿por qué ha tenido que venir?
-Hola. -Dijo clavando sus ojos en mí.
-Hola. -Dije sin mirarlo y abriendo la puerta.
-¿Se puede saber qué ha sido eso? -Dijo muy serio.
-¿El qué? -Dije haciendo como la que no sabía de qué estaba hablando.
-Sabes perfectamente de lo que hablo. De lo que ha pasado en el restaurante.
-Ah eso. Pues ha sido por tu culpa y por la de tu querida socia. -Dije con la mayor indiferencia posible.
-¿Qué culpa tengo yo? Y mírame cuando te hablo. -Dijo furioso.
-Primero, te olvidas de llamarme para decirme la hora a la que almorzaríamos. Segundo, me llevas a comer a un restaurante de lujo en el cual desentonaba. Tercero, me haces quedar en ridículo al pedir la langosta. Cuarto, te llevas todo el almuerzo hablando con Tess sobre vuestras cosas y excluyéndome a mí. Y por último y más importante, cuando vengo del baño os veo a los dos muy acaramelados. -Dije furiosa.
-Yo no tengo la culpa de que tú no hayas tenido mucho dinero y no sepas comer marisco, de que Tess y yo trabajemos juntos y que seamos muy amigos. -Dijo aún más furioso.
Con eso que había dicho del dinero fue como si me hubiera dado un puñetazo en el corazón. No me creo que lo haya dicho sabiendo lo mal que lo he pasado, sabiendo que mi padre murió cuando yo era muy joven y que mi mamá tuvo que trabajar muchísimo para mantenerme.
-Fuera de aquí. -Dije señalándole la puerta.
-No hemos terminado de hablar. -Dijo fulminándome con la mirada.
-No quiero hablar contigo. Sabes perfectamente lo mal que lo he pasado en la vida y vas y me dices eso, ¿qué te pasa? -Dije sin poder evitar que se me escapara una lágrima. Entonces su cara cambió por completo y se acercó a mí.
-Perdóname pequeña, no lo pensé. Estaba furioso y no pensé bien lo que decía. Perdóname mi amor. -Dijo dulcemente e intentado darme un beso.
-Vete por favor. Dije girando la cara para que no me soltara y alejándome de él.
-Nena yo...
-Tú nada, vete. -Dije sin dejar que terminara la frase y dirigiéndome hacia la puerta.
-Está bien, me voy. Pero que sepas que te amo con toda mi alma.
No le contesté y le abrí la puerta para que se fuera. Él me miró antes de irse y esperó unos segundo a que yo lo mirara, pero no pude. Así que se fue y yo me quedé tremendamente sola en la habitación del hotel.
Estaba tan deprimida y era tan temprano, que decidí poner una película que había traído de España: "Todos los días de mi vida". Lloré más de lo normal debido a mi estado de ánimo. Cuando terminó la película vi un mensaje de Dareck que decía: "Tenemos que hablar sobre tu recomendación. Te amo mi vida."
Eran las 7 de la tarde y lo extrañaba. Tenía ganas de abrazarle, de besarle y de decirle que lo amaba, así que cogí el móvil y lo llamé.
-Hola... -Dije en un susurro.
-Hola pequeña. -Dijo dulcemente.
-Acabo de ver tu mensaje. Estaba viendo una película y no tenía el móvil al lado, lo siento. -Dije disculpándome.
-No pasa nada nena.
-¿Podemos vernos ahora? Necesito que hablemos...
-Claro que sí, en media hora estoy en el hotel. -Dice con mucha alegría.
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Amor sin límites
RomantizmLa historia de Dareck y Jasmine, cuyo amor surgió a miles de kilómetros. Cuando consiguen superar el único obstáculo que los separa, la distancia, se interponen entre ellos otros obstáculos mayores. Intrigas, mentiras, odio y maldad rodean a este am...