fourteen.

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El corazón me latía a mil por hora, ¿Realmente Tim era capaz de tanto?
Todo aquello era totalmente surreal. Parecía que estábamos dentro de una película, me sentía atrapado en una pantalla sin salida, en una persecución sin vía de escape.
Seguía sentado bajo el árbol que había presenciado como Harry desaparecía entre la oscuridad, las palabras escritas en aquel pequeño y arrugado trozo de papel seguían clavadas en mi mente. ¿Qué secreto podía ocultar Harry, qué era tan importante, qué estaba provocando todo esto? Mil pensamientos rondaban por mi cabeza y no me dejaban concentrarme. Lo único que quería en aquel momento era ser absorbido por las estrellas, desaparecer y tranquilizarme. Suspiré pesadamente, no podía quedarme quieto sin hacer nada, tenía que encontrar a Harry y aclarar todo lo que acababa de pasar. El poco sueño que tenía había desaparecido por completo, estaba más despierto que nunca.
Me levanté poco a poco y miré hacia el cielo. Desde pequeño me había interesado el tema de las estrellas y planetas, recuerdo estar todo el día fantaseando con ser astronauta. Siempre decía que quería tocar las estrellas y bailar en la Luna, sonreí inconscientemente al recordar viejos tiempos en los que sólo me importaba que no me sacaran a la pizarra en matemáticas. Negué la cabeza y suspiré, necesitaba centrarme y encontrar a Harry.

Tardé unos minutos en llegar al internado de nuevo, quería disfrutar del aire fresco de la noche lo máximo posible antes de adentrarme en el edificio. Todas las luces estaban apagadas, había olvidado el reloj en el cuarto, supuse que serían las 23:30 más o menos, todos los alumnos estarían ya descansando.
Entré sin hacer ruido, ya no había nadie en conserjería, todo estaba vacío y el sonido de las suelas de mis zapatillas resonaba por todo el lugar. Caminé lentamente hacia el baño donde me había peleado con Harry, odiaba tener que volver a aquel lugar pero necesitaba encontrarlo y hablar con él. Empujé la puerta del baño y el olor a productos de limpieza me dio un bofetón que hizo que retrocediera unos pasos. Tosí inconscientemente ante el mal olor y utilicé la manga de la sudadera que me había puesto antes salir para taparme la nariz. Allí no había nadie.

Deshice el camino que había hecho hacia el baño y subí a la planta de arriba. En aquel baño tampoco estaba. Comencé a desesperarme, no se me ocurría donde mirar, la última opción era su habitación pero no podía entrar sin tener la llave, que claramente no tenía. Maldecí internamente, apreté los puños y me tragué las ganas de pegarle un puñetazo a la pared, cosa que hubiera sido una idiotez. 

Fui al pasillo del cuarto de Tim y Harry, algo en mí me gritaba que no podía rendirme tan pronto, tenía que buscar por todo el internado, estaba harto de ser el mismo cobarde de siempre, quería cambiar y necesitaba empezar a hacerlo en aquel mismo momento. Llegué a la puerta y pegué el oído, mi intención era comprobar si estaban hablando. Mi respiración agitada no me permitía escuchar nada, intenté relajarme respirando hondo durante unos segundos que parecieron horas. Volví a apoyar la cabeza en la puerta.

—No puedes seguir así —parecía la voz de Harry, estaba seguro de que era él, ¿Quién más podía a ser? Su voz sonaba lejana y sólo podía distinguir algunas palabras, otras eran simplemente murmullos incomprensibles. 

Tim le contestó pero no conseguí entender sus palabras. El corazón me latía a la velocidad de luz.

—¿No tienes suficiente conmigo? ¿Qué tienes con Louis? —Harry hablaba más alto que Tim, le dí las gracias mentalmente.

—Nunca es suficiente y Louis es... —No capté las últimas palabras. Pegué más la oreja a la puerta, tanto que empezó a dolerme. Aguanté el dolor y seguí escuchando.

—Por lo que más quieras déjalo, él no tiene culpa de nada, déjalo y no le hagas daño —se me saltaron las lágrimas, sonaba tan roto, tan desesperado. Quería romper aquel trozo de madera que nos separaba y abrazarlo con todas mis fuerzas. Quería susurrarle que todo iba a estar bien, pero no podía, quería hacer tantas cosas y no podía hacer ninguna—. Me voy a alejar de él, seré invisible, todo volverá a la normalidad.

Tutú • Larry Stylinson AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora