No te vayas Aunque te lo pida

CAPITULO 4 TU ME CAMBIASTE LA VIDA

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Federico lo obedeció, cuando su esposa estaba en pabellón, el dolor por las contracciones había disminuido considerablemente, pero Cristina aun estaba llorando.

Los sentimientos de Cristina eran encontrados, por un lado sabía que era su hijo y que el bebé no era culpable de su desdicha, pero cada vez que pensaba en él, era la imagen violenta de Federico que se le venía a la cabeza, a pesar de lo tierno que había sido con ella y que no la volvió a forzar, era muy difícil olvidar esa noche.
Doc: Puje señora, puje...
C: tomada de la mano de su marido dio el último empuje, antes que un precioso varón, saliera de su vientre.
Doc: Es un niño, un precioso varón de 3.5 k y tiene unos pulmones muy saludables, cortando el cordón umbilical, lo limpio y se lo entrego a Cristina.
C: quien sintió el llanto de su hijo, no por favor, lléveselo, lléveselo, llorando, no lo quiero.
F: Miro al doctor y tomo a su hijo envuelto en la manta, ya se temía él, que algo así sucedería.

CAPITULO 4 TU ME CAMBIASTE LA VIDA.
Hacienda el Platanal Habitación de Cristina.

Noooo, no por favor Federico no, la fiebre era muy alta, Cristina se había negado amamantar o tan solo a mirar a José María, <<nombre que le puso su padre en honor a su hermano>> por lo que la mastitis (cuando la leche se acumula en el seno, poniéndose dura y causando mucho dolor) estaba haciendo estragos en su cuerpo.

<<Hacía más de una semana que había salido del hospital, y Cristina se debatía entre sus conflictos, se negó rotundamente a dormir en el mismo cuarto que su marido, el llanto de su hijo le causaba desesperación, cada vez que lo oía a través de los pasillos, revivía una y otra vez la noche de su concepción, era como si todo el dolor y la frustración de esa noche decidieran salir ahora, después de mucho tiempo ocurrido el hecho. Volcaba todo el resentimiento que tenía guardado hacia Federico en el rostro de su hijo, para ella era su torturador, su violador. Y aun sabiendo que ese bebé no tenía la culpa, el dolor era abrumador, recordaba lo sucia, usada y robada de toda dignidad que se sintió esa noche y por más que trataba de olvidarlo, sencillamente no podía.

Cristina no entendía como había podido dejar que su marido se le acercara, la tocara y no podía acercarse a esa criatura, en su mente tenía claro que el que merecía el castigo era Federico y en su delirio culpaba a Diego y a su padre. Si Diego no la hubiera abandonado, si no se hubiera ido, su padre jamás le hubiera quitado a su hija y ella no se hubiera casado con Federico y nada de esto estaría pasando. Tenía que hacer algo o se volvería loca, se aferraba a su hija cada vez que sentía al bebé llorar, la atormentaba el saber que a pesar de ser su madre, no lo quería>>

F: Doctor que podemos hacer para ayudar a mi esposa.

Doctor: Su esposa en estos momentos sufre una obstrucción en los conductos mamarios, causada por la acumulación de la leche, necesitamos drenarla, para ellos necesito agua caliente y una pera o extractor de leche.

F: Clemencia, ve al cuarto de los niños y trae el que Cristina usaba con María del Carmen, luego ve a la cocina y pide agua caliente.

Doctor: una vez drenada la leche, el dolor cederá y la fiebre también, ya que esta es un método de defensa de nuestro sistema linfático, al desaparecer la causa de la inflamación, los síntomas secundarios desaparecerán. Pero me preocupa que la señora no esté amamantando al bebe, ya que este alivio es temporal y volverá a suceder si sus pechos no son drenados. En cuanto al hecho que no se acerque al niño, es un problema llamado Depresión Postparto y está causada por un hecho traumático en su concepción o durante el embarazo, le dejaré la tarjeta de un Psicólogo que la podrá ayudar.
¿Qué le están dando al niño para alimentarlo?