No te vayas Aunque te lo pida

Parte 1 No puedo Quitar mis Ojos de Ti

          Como siempre estaba fastidiado, no había nada en este maldito pueblo que le llamara la atención, llevaba casi seis meses en la hacienda "Ojo de Agua", como todo últimamente la había ganado en una apuesta, no necesitaba apostar, bien lo sabia él, su patrimonio era bastante cuantioso, pero lo escondía, quería encontrar aquello que buscaba sin la presión del dinero encima, era un hombre de una presencia fuerte y muy guapo; decían las mujeres que lo rodeaban, pero ninguna de ellas había logrado tocar su duro corazón.

Tenía fama de ser hombre de malas pulgas, un gandalla (Que abusa o tiene tendencia a abusar de su fuerza física o su autoridad) como dirían y así le gustaba, la mujer que lo quisiera tendría que aceptarlo con todos sus defectos, aunque estos realmente no fueran reales o quizás sí, no lo decidía todavía a sus 25 años.

Se encontraba en una de esas meditaciones cerca del río cuando una hermosa muchacha que se encontraba en la orilla llamo su atención, no tendría más de 17 o quizás 18 años.

Era una mujer de mediana estatura, tiene un hermoso cabello largo, suelto al viento – lacio del color del alabastro, su piel, blanca y frágil como la nieve, sus pulidas y claras cejas, permiten dar un vistazo a su profunda y analítica mirada, fija en la lejanía.
En cuanto a sus ojos, poseedores de un color como el río y dueños de una mirada inquietante, me permiten ver una pequeña luz intermitente que reflejan la bondad de su alma, sus labios son rosas, tan finos y delicados como ningunos, su boca capaz de llamar a pecar al más santo de los hombres, su rostro es el retrato perfecto de la hermosura y su fisonomía es un monumento a la perfección.

Federico al verla contemplar el río se iba acercar, cuando entre los matorrales aparece un hombre que rodea su cintura.

Lástima que este acompañada de ese gorrón (vividor, apostador, gigoló), pero que linda es <<sin poder quitarle los ojos de encima>>, ¿será la hija de alguno de los trabajadores?, que pena por la muchacha no sabe con la fichita que esta, recordando que anoche mismo, lo había visto perder una fuerte suma de dinero, siguió mirando desde lejos la escena, envidiando la suerte que tenía ese tunante.

D: Hola mi reina.

C: Diego.

D: como está la mujer más hermosa del mundo.

C: Mi amor, te amo tanto, besándolo apasionadamente.

D: Cristina mi amor, vámonos lejos de aquí, cásate conmigo, no permitas que nadie nos separe, prométeme que serás mía para siempre <<pensando que si ella caía, era la solución de todos sus problemas, don Severiano su padre, no permitiría que a ella le faltara nada y él se podría dar la gran vida que se merecía.>> Te juro que trabajare mucho y te daré todo lo que mereces.

C: Pero mi amor, no puedo hacer eso, no puedo darle ese gran disgusto a mis padres, ellos no lo soportarían.

D: Entonces no me quieres, es eso.

C: No digas eso, sabes que te quiero, ten paciencia.

D: Entonces demuéstramelo Cristina, quédate conmigo toda la tarde, quiero que seas mi mujer, acompáñame a mi jacal, tomándola de la mano.

C: Pero Diego....

D: Vez, te das cuenta que no me quieres, siempre me pones excusas y no quieres estar conmigo.

C: No es eso, es solo que yo... yo... está bien Diego, te demostraré que te amo con todo mi corazón.

D: con una sonrisa en su rostro <esta ya calló>> en verdad mi amor, no sabes cuánto me alegra saber que te tendré en mis brazos.