they wanna buy my pride but that just ain't up for sale

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"Amor, una sola palabra, una cosa pequeña, una palabra no mayor ni más larga que el filo de una navaja. Eso es lo que es: una cuchilla. Corta tu vida por el centro, separándolo todo en dos, haciendo que caiga a un lado u otro. Antes y después.

Antes y después. Pero también durante: un instante no mayor ni más largo que el filo de una navaja."

Lauren Oliver


"Por última vez, no voy a hacerlo." Harry respiro hondo. Una, dos, tres veces. Cruzo y descruzo sus brazos incontables veces. Paso las manos por su cabello sólo para mantenerla ocupadas antes de darse por vencido y dejarlas caer a sus costados en forma de puños, las uñas hundiéndose en la carne de sus palmas como un mero intento de contener la ira dentro de su cuerpo. No era la primera vez que Zeus le proponía una idea semejante, una salida como a él gustaba llamar a aquello. Y en cada una de las ocasiones la respuesta era la misma "Creí que había quedado claro en los primeros siglos."

El rey de los cielos no pasó por alto el sarcasmo que empezaba a destilar Eros pero decidido a no dar su brazo a torcer, apretó la mandíbula tratando de no mostrar tanto su disconformidad.

"¿Cuánto tiempo más piensas seguir con esto? ¿Cuánto tiempo más vas a pretender que eres feliz de ésta manera?"

"¿Cuánto tiempo más tiene que pasar para que aceptes que no voy a ser lo que tu quieres?"

"¡Hasta que te des cuenta de que estás siendo caprichoso! Podrías tener a cualquier divinidad o mortal a tu lado y eliges a quien no puedes, ¡tenías que encapricharte con ese!"

Ese es tu hijo!" la sangre de Harry empezó a bullir cansada de mantenerse a fuego lento. Él podía quedarse callado y escuchar barbaridades en contra de su persona pero no se quedaría en silencio mientras insultaban a Louis en su cara.

"Te estoy ofreciendo una buena salida, podrías empezar una nueva vida, tener la familia que siempre has querido si tan sólo si le dieras una oportunidad a la muchacha."

Harry no tenía nada contra Psyque, era inteligente, amable y bella. La conoció cuando escapaba de Afrodita, y a pesar de que al principio confundió su ayuda con amor, lo superó poco tiempo después de que Zeus la convirtiera en inmortal con la esperanza de él se olvide de Louis.

"¿Una buena salida para quién? ¿Para ti o para mí? Ella no me quiere ni yo a ella. No seremos los nuevos Hefesto y Afrodita sólo para complacer uno de tus caprichos."

"Cuida tu lenguaje y recuerda con quien hablas muchacho." ahí estaba el Zeus que Harry conocía. Prepotente y tirano. Siempre queriendo mover los hilos a su antojo, siempre sacando a relucir el título que llevaba olvidándose que no lo gano en una forma más honrosa de la que lo hizo su propio padre "Puedo obligarte a obedecer con tan solo una palabra."

"Tú deberías recordar que no te pertenezco, ninguno de nosotros lo hace." dio un paso atrás, dispuesto a irse y abandonar aquella pelea sin sentido "Puede que aun seas nuestro rey pero hace tiempo que no eres nuestro padre."*

Los ojos de Zeus fueron lo último que se vio antes de darse vuelta y emprender su camino a la salida, el azul de sus iris relampagueantes de ira, tan diferentes a los de Louis, reconfortantes y chispeantes, tan diferentes en esencia pero parecidos en color. A su espalda, los truenos amenazaban con romper el cielo con cada paso que lo acercaba más a la salida.

Harry quería golpear las paredes, destrozar cada muro de mármol con sus propias manos, empapar sus nudillos con su propia sangre en pos de sacar la desesperación, el dolor y el resentimiento de su cuerpo. Estaba harto. Harto de Zeus, harto de las Moiras y de la frase que los condeno, harto de los mortales, harto de la fortuna que les había tocado.

86.400 segundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora