María:
-Siento si no te he dejado dormir lo suficiente pero deberíamos salir ya.-
Yo:
-No, tranquila. Estoy bien.-
María:
-Veo que la marca que te hiciste en el cuello con la soga comienza a desaparecer. Por cierto, te he dejado ropa en los pies de la cama.-
Ella se alejo para enfundarse su machete. Yo me levanté de la cama, era la primera noche que dormí bien en mucho tiempo. Pensé: quizás esa "nueva vida" que me ofrece María acabe gustándome.
Comencé a vestirme con la ropa que María me había dejado. Un pantalón corto, una camiseta y unas botas metálicas con garras a juego con unos brazaletes.
Yo:
-María ¿para que son las botas y los brazaletes?-
María:
-Las botas son impermeables, las garras que llevan te permitirán moverte mejor en terreno mojado y fangoso ya que no resbalarás, que las botas y los brazaletes sean metálicos te hará más fuerte porque tendrás que cargar más peso y además te servirán como protección.-
Yo:
-¿Protección ante que?-
María me miró a los ojos y por un momento me pareció verlos amarillos, eso me asustó en el momento.
María:
-Ya te lo explicaré más adelante, por ahora debemos irnos.-
Ella esperó a que yo saliera por la puerta para salir ella y cerrar el candado que había en la puerta de la cabaña.
Estábamos en un bosque con pinos y eucaliptos además de arbustos de espinos. Las mismas hojas de ayer cubrían hoy el suelo húmedo y la niebla se extendía entre los árboles.
El peso de las botas no me molestaba mucho pero los brazaletes si. Me costaba mover los brazos con el peso de esos brazaletes sobre ellos pero, pensé que acabaría acostumbrándome.
Caminamos por ese bosque en silencio mientras las causas de mi intento de suicidio pululaban en mi cabeza torturándome. María se percató de que algo me pasaba por la expresión de mi cara e intuyó que estaba recordando cosas desagradables. Ella siguió caminando pero más cerca de mi y dijo mirándome a los ojos con una expresión afable:
-No se que cosas te han ocurrido para que hayas llegado a intentar suicidarte pero intentare que a partir de ahora estés lo más cómodo posible porque ahora estás en nuestra familia.-
Yo:
-¿Qué familia?-
María:
-Hay más como nosotros pero, tranquilo, serás bienvenido.-
Yo:
-¿Qué somos? ¿Por qué consideras importante que seamos iguales?-
María:
-Verás, somos de la misma raza; Y nuestra raza es escasa, no somos como el resto de humanos, pero venimos de la misma rama que ellos. Sin embargo al igual que los perros pueden tener descendencia de razas diferentes, nosotros también, salvo que no sale un cruce, solo hay dos opciones: o que el bebé salga humano o que salga como nosotros. Pero aunque el bebé salga humano seguirá portando nuestro material genético, lo que significa que su descendencia podría ser como nosotros.-
Yo:
-¿Y por qué somos tan pocos?-
María:
-Los humanos nos temían, al ser diferentes a ellos nos mandaron a matar, alegando que eramos monstruos sin alma ni lugar en el reino de Dios. Pero eso solo era una tapadera de lo que realmente querían... Abrieron a muchos de los nuestros para estudiarnos, nos masacraron y se deleitaron con nuestros cuerpos. Incluso llegaron a devorarnos para intentar conseguir nuestros dones.-
Yo estaba asustado por lo que acababa de decir María, pero me hizo darme cuenta de algunas cosas. Por esa razón. Por ser diferente es por lo que siempre estaba solo.
Yo:
-¿Tu siempre has vivido apartada?-
María:
-No, claro que no. Mis padres no eran como yo y cuando se percataron de lo que era su hija me entregaron...-
Yo:
-¿A quién?-
María:
-A la iglesia, mis padres eran del opus dei y yo para ellos era un demonio, una criatura sin alma.-
Yo:
-Eso es muy triste.-
María:
-Tranquilo, estoy bien, tengo una nueva familia. Estar con los míos es mejor que rezar a dios todos los días.-
Yo:
-No se si agradaré a los demás.-
María:
-Eres como nosotros, vas a gustarles.-
Ella puso si mano en mi hombro y me sonrió. A pesar de sus adversidades pudo seguir adelante. ¿Podré hacer lo mismo?
ESTÁS LEYENDO
La raza perdida
AdventureDesde los avances de la tecnología y la sociedad hemos olvidado que lo que nos acosaba por la noche en el pasado también ha podido evolucionar al igual que nosotros. Lo que debe preocuparnos es lo que quieren. Ni los buenos son tan buenos ni los ma...