Final Feliz (QDEC 2)

Capitulo 16 [Parte 2/2]

Anteriormente:

Trataba de encajar todas las piezas que tenía más ninguna parecía tener sentido y aquello la frustraba, no lograba entenderlo, y eso la ponía enojada.

-Y... ¿Qué se supone que haga ahora?-

Actualmente:

Se dirigía de un lado a otro de la habitación sin poder detener su caminata, no solo se encontraba confundida, sino también, podía sentir grandes cantidades de frustración recorrer su pecho contraído, trato de regular su respiración mientras buscaba algún indicio que la llevara a resolver aquel misterio.

"Todo sería más fácil si Tikki estuviera aquí" pensó recordando los poderes que portar el Miraculous de la buena suerte, le otorgaba, suspiro resignada mientras se sentaba sobre las blancas sabanas de ceda, apoyo su rostro en la palma de su mano mientras su mirada se perdía en la nada misma.

Su cabeza daba vueltas, tratando, en vano, de encontrar alguna respuesta coherente para toda las preguntas que atormentaban su mente, por un segundo, pensó en pedir ayuda, mas sus palabras fueron ahogada por un pequeño suspiro desalentador.

Recorrió la habitación con la mirada baja, desgana y con un deje de nula importancia, aunque, observarla de esta forma hizo que sus ojos repararan en un extenso cable rojo que recorría gran parte de la habitación, deslizándose por cada esquina para finalizar detrás del gran librero de madera, la curiosidad se acumuló en su pecho obligándola a acercarse, de nuevo, al gran objeto de tonalidades oscuras.

Se agacho procurando no perder de vista el objeto carmesí, mientras millones de ideas rebuscadas se formaban en su mente, usando toda la fuerza que tenía, empujo el librero logrando apreciar una puerta de la misma madera que la principal, aunque la perilla desgastada marcaba la diferencia.

Dio algunos pasos atrás sorprendida, examinando rigurosamente cada esquina de la caoba que se ampliaba frente a sus ojos, no solía ser así de exagerada, la mayoría de veces, solía realizar las cosas sin pensar en las consecuencias propias de cualquier situación, algo que normalmente le traía un sinfín de problemas, pero esto cambiaba siempre al pararse frente a aquel rubio que había conquistado su corazón, sentía como un extraño nudo en su pecho le prohibía acercarse a el, por ello, siempre armaba planes innecesariamente complicados, que normalmente, terminaban con ella haciendo el ridículo.

En ese momento, la misma sensación se había presentado, aunque de una forma menos sutil, complicando el simplemente abrir la gran puerta de madera, sentía como aquella pequeña sensación se comprimía dentro de su pecho creando un extraño malestar.

"¿Un presentimiento, quizás?" pensó fugazmente antes de tomar la perilla y abrirla con rapidez, pronto, la sensación se intensifico más decidió ignorarla, pues, nunca había llegado muy lejos escuchándola.

Frente a sus ojos un oscuro pasillo estrecho, con una última puerta al final del mismo se extendía, podía sentir el espeso sonido de cañerías claramente antiguas mientras observaba como el moho se esparcía por la pared, tomo una linterna y con rapidez alumbro el camino distanciado, podía sentir el gran número de advertencias que su cerebro proclamaba más ella se encontraba decidida a entender lo que sucedía.

Apago la linterna al llegar frente a la puerta con decorados metálicos, más pequeña que la anterior y se atrevía a decir, más antigua, se apreciaba telarañas colgar de esta aunque eso era lo de menos, lentamente acerco su mano a la perilla notando algo inusual en la misma, de esta, colgaba lo que parecía ser una corbata roja bastante refinada que podía jurar haber visto en alguna parte.

"Concéntrate" se regañó con tranquilidad, sus nervios estaban a flor de piel y a pesar de no demostrarlo, el sentirse abandonada la hacía temblar, mantuvo su mano tocando la perilla de metal por unos segundos, reflexionando si era correcto meterse en los asuntos de los demás, para al final, girarla con extremo cuidado.

Oscuridad, tan profunda como podía recordarla, cada esquina era un mundo inexplorable que ella temía explorar, camino con dificultad, sus pasos eran como eco en la amplia habitación cuya utilidad era un misterio, palmeo el suelo sintiendo un líquido pegajoso esparcido por el mismo, asqueada y con un tanto de temor, busco la pared más cercana en donde recargarse hasta llegar a la misma, dio un suspiro y tomo la linterna entre sus temblorosas manos, temía lo que pudiera observar, lo que habría allí y también temía por ella, por su seguridad, y por la del rubio, quien todavía no estaba enterado de nada.

Con dificultad presiono el botón que se encontraba en la linterna, notando que esta parpadeaba ligeramente, fue entonces que entendió en lo que se había metido, el error que había cometido, y que ella sola se había puesto en un grave peligro.

Y grito.

Nota de la autora:

Perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón,perdón 

Aj, lo siento tanto... me demore un montón para un capitulo mediocre de solo 790 palabras... (aunque el final me salio todo y medio macabro XD) pero bueno...no hay nada que pueda hacer...

¿Es buen momento para decir que estoy enferma? pues si...me enferme en halloween (mira esa suerte papu :V) es como si todas las enfermedades que no me dieron durante el año se acumularan para estos dos días (si...desde el domingo estoy así)y me perdí el compartir (mierda...yo quería comer :'v) y me olvide de tomar mi medicina ( y estoy hiendo a tomarla en estos momentos) 

Pero bueno...a ustedes no les interesa eso...ah, por cierto, en unas horas mas o menos estaré subiendo el especial de halloween (en esta historia), no tiene nada que ver con la historia...es completamente paralela y ni siquiera lleva una historia bien formulada (un especial como cualquiera) y eso no mas... ( y me acabo de dar cuenta que repetí la misma palabra tres veces en el mismo párrafo...que asco...deshora :V)

Y bueno...creo que eso es todo...de verdad, perdón, y chao