Capitulo 1

1.7K 60 12
                                    

Londres, Inglaterra.

London Cryobank Fertility Centre.

—La selección es muy exigente — Habló la encargada del Centro de fertilidad de Londres. Anahí escuchaba atenta —Hacemos innumerables análisis físicos, psicológicos y genéticos al donante... a sus padres, a sus abuelos... — Habló la mujer entregándole unos papeles a la castaña.

Anahí Puente es una bella azafata que siempre ha esperado encontrar al hombre de sus sueños. Sin embargo se ha cansado de esperar y decidió formar una familia. Una familia formada por ella y su hijo, nadie más. Por eso, mientras se encontraba en Londres, decidió visitar una prestigiosa clínica de fertilidad donde le podrían hacer la inseminación artificial. Era simple, elegiría un donante, sus características y de lo demás se encargarían los médicos.

—Lo primero es elegir al donante — Prosiguió la doctora. —Marque sus preferencias. Razas: caucásica, asiática, negra, afroamericana, otras — Indicó. Any miró atenta los papeles que le había entregado —Disculpe — Interrumpió la señora y Any alzó su mirada. —Le recomiendo que marque caucásica, así el bebé se parecerá más a usted — Any sonrió y tomó el consejo. La señora se incorporó en busca de algo.

—Color de pelo... de ojos... — Leyó en voz alta Anahí. Cuando llegó a otra de las opciones frunció el ceño sorprendida —¿Coeficiente intelectual? — Le preguntó a la señora.

—Sugerimos entre 110 y 210 — Comenzó por decir abriendo un tubo de dónde sacó frasquitos con espermas congelados. —"Normal brillante". Es un buen número — Añadió con sofística educación. —Por ejemplo, el donante #1027 — Dijo tomando uno de los tubitos en sus manos y alzándolo. —Piel blanca, ojos verdes, un coeficiente de 119 y un profesor de historia — Anahí escuchaba el relato pasmada. —¿Le gusta la historia? — El rostro de Anahí no reflejaba ninguna emoción, así que la mujer se apuró a cambiar de tubo. —¿O prefiere los deportes? El #1040 es medalla olímpica — Anahí se incorporó ahora más interesada y llegó hacia la mujer con los tubos.

—¿En serio? — Preguntó con una sonrisa —¿Cómo se llama? — Preguntó incumbida.

—Le recuerdo, querida... que el donante, por ley, es anónimo — Explicó.

En el avión de regreso a su país, mientras los pasajeros dormían, Anahí se sentó con una de sus compañeras auxiliar de vuelo. Ella no quería pasar por una fría clínica de espermas congelados. Si bien podía elegir entre todos los donantes, no la convenció la idea planteada, pues no conocería al que sería el padre de su niño... y definitivamente ella no podía tener un hijo de una persona del que ni siquiera podía saber su nombre o conocerlo a través de una fotografía.
Tomó sus cartas de Tarot e hizo un juego intrascendente, el cual el destino le diría cómo y quién sería el candidato perfecto para ser su donante.

—¡Caray! — Susurró —Es él — Su compañera la miró confundida mientras ésta volteaba la última carta de Tarot. —Es él — Volvió a repetir.

Ciudad de México, México.

Días después, Any estaba en su casa preparándose, noche estaba invitada a una cena en la casa de una nueva amiga. La conocía hacía poco más de diez meses, se llevaba muy bien con ella y con su familia... y de más estaba decir que eran como las mejores amiga ya, y sobre todo había mucha confianza.
Maite, su mejor amiga desde la adolescencia, tocó el timbre de su casa. Aún estaba envuelta en una toalla y su cabello húmedo, pero como sabía que solo podía ser ella le abrió en ese estado.

Dádiva de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora