Anahí carraspeó y miró su cama. No podía mirar a Alfonso a los ojos, era su amigo... Peor. Era el futuro esposo de su amiga. No podía hacerle eso, no podía acostarse con Alfonso.
Bien, sería una sola vez, nadie debería enterarse y sería algo rápido ¿verdad? Volvió la vista a Alfonso que la miraba esperando una respuesta.—No quisiera hacerle esto a mi amiga — Dijo un poco apenada y nerviosa a la vez. Volvió la vista a aquella cama, alternando la mirada entre aquella y Alfonso. —Pero tampoco quiero otro donante. Te lo he dicho.
—¿Entonces?
—¿Y si no resulta? — Preguntó indecisa.
—Resultará. ¿No es tu día fértil? — Preguntó Alfonso, y Any asintió. —Funcionará. Y si no funciona, lo haremos el mes siguiente con tu tubito — Agregó. Anahí se mordió el labio, no sabía cómo seguir. Ni siquiera sabía si debía hacerlo. —Créeme que yo tampoco quiero hacerle esto a Paula, pero quiero ayudarte. Y si no quieres que lo hagamos así, podemos hacerlo el mes que entra como tú quieres — No.
Definitivamente ella no podía arriesgarse. En un mes podrían pasar muchas cosas, y esta era su oportunidad. Dicen que el tren solo pasa una vez, ella no sería tan tonta de dejar ir semejante oportunidad.
Entonces se acercó a Alfonso y lo miró a los ojos.
—Bien. Hagámoslo ahora — Alfonso sonrió levemente y mantuvo sus ojos en los de ella unos instantes, antes de bajar su mirada a los labios carnosos de la azafata. Lo vio acercarse a su boca, y esperó a que los labios de él chocaran con los suyos.
Hacía tiempo que no estaba con un hombre, no mucho pero bastante como para recordar lo que se sentía.
Un cosquilleo le recorrió el cuerpo cuando los labios de Poncho se juntaron con los suyos. Cerró sus ojos y quedó tensa, sin saber que hacer. No era nueva en esto, pero Alfonso le producía eso. No sabía cómo actuar ante él, no quería dar rienda suelta y parecer una gol.fa.Pero dejó de pensar en cuanto Poncho la obligó a abrir la boca para meter su lengua. Anahí gimió sin poder controlarlo, entonces él la besó con más seguridad explorando cada rincón de su boca, enredando su lengua con la de ella y disfrutando el beso. Ante eso la castaña alzó sus brazos y los pasó por los hombros de él hasta enredarlos alrededor del cuello, animándose a más... acercándose más.
Alfonso la tomó de las caderas y la acercó a él, también animándose a más. No quería pensar en otra cosa, no quería pensar en Paula, en su futuro matrimonio... en nada, porque si no, no iba a poder hacerlo. Abrazó a Any y la sintió frágil, pequeña... tenía una contextura perfecta, pero en sus brazos la sentía como una muñeca.
Cuando el aire se le acabó, e imaginó que a Any también, besó y mordió su mandíbula... rallando sus dientes en ella con suavidad siguiendo un camino de besos hacia su cuello. La escuchó gemir y eso lo animó a seguir más, colocando sus manos en su trasero y acercándola a su protuberancia.
Abandonó su cuello y dejó un leve beso en sus labios. Llevó sus manos a la cara de Anahí, a sus mejillas totalmente sonrojadas, y la miró fijamente a los ojos.
—Estas temblando — Susurró Poncho con una sonrisa. Any desvió su mirada, nerviosa obviamente. —Any... podemos frenar aquí — Entonces Anahí volvió la mirada y negó.
—No. Quiero hacerlo. Solo que... Paula — Musitó.
—No pienses en nadie Anahí, simplemente piensa en lo que deseas. Nada más — Pidió Poncho. Y ella lo que quería era tener un hijo, y se estaba dando de una manera natural... debería hacerlo si deseaba tener pronto un niño. Asintió y rodeó el cuello de su amigo nuevamente, acercando su boca a la de él.
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Dádiva de amor
RomanceAnahí Puente es una bella azafata que siempre ha esperado encontrar al hombre de sus sueños. Sin embargo se ha cansado de esperar y decidió formar una familia. Una familia formada por ella y su hijo, nadie más. Por eso, mientras se encontraba en Lon...