Capitulo 4

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—Me haré la prueba — Confesó Anahí ingresando al apartamento de su amiga —Pero no podía sola. Te necesito — Maite sonrió y asintió, tomándola de la mano y arrastrándola hacia el baño.

—Mi padre dice que la primera orina de la mañana es la mejor. Has orinado — Any negó —Bien. Hazlo, te esperaré aquí fuera — Anahí la tomó del brazo.

—No espera — Maite se volteó.

—No querrás que espere mientras tú te haces la prueba ¿verdad? — Preguntó espantada.

—¡No wey! — Negó la azafata —Solo que, yo lo hago y tú lo ves ¿si? — La morena asintió.

—¿Te has hecho otro antes que este? — La azafata volvió a negar —¿Cuánto ha pasado de que... hiciste...?

—Casi un mes. Tu papá dijo que a los quince días podía saber si estaba embarazada, pero preferí esperar — Contestó.

—Bueno pero ya pasó un mes, el resultado será seguro — Miró la caja del contenido —Aquí dice que hay un 99.9% así que, es muy seguro. ¿Preparada? — Any asintió nerviosa. —Esperaré en la sala.

Unos minutos después Anahí salió del baño, suspirando. Maite la miró buscando una respuesta pero sabía que aún no tenía el resultado.

—En lo que esperamos los minutos adecuados, cuéntame ¿Si sale positivo le dirás a Alfonso que ha resultado? — Any miró hacia otro lado. Tuvo un mes para pensarlo.

—Si, se lo diré. Pero sigue firme mi decisión de irme a Londres.

—Hagamos de cuenta que se da vuelta la situación y decide hacerse cargo del niño ¿Qué harás? — Preguntó.

—No creo que quiera eso. En este mes no me ha preguntado nada, ni siquiera lo he visto... de hecho siento que ni derecho tendría de saber, pero algo me dice que tengo que decírselo.

—¿Pero si pasa? — Insistió Maite.

—No sé Mai. Siento que tengo que irme por eso mismo, porque no quiero que se haga cargo.

—¿Por qué? — Cuestionó la morena. Any suspiró.

—No sé, tal vez porque no quiero. Simplemente eso — Maite la miró estudiándola. No le creía nada.

—No te creo — Dijo al fin.

—¿Por qué? — Maite hizo un gesto.

—O sea, no es que no te creo, solo que siento que te estás mintiendo a ti misma. Any, dime la verdad ¿Qué sentiste al hacer el amor con Alfonso? — Any se puso tensa, y Maite lo notó.

—No hicimos el amor, fue solo un acto sexual acordado — Aclaró. Mai alzó sus cejas y continuó con su purgatorio.

—¿Hubo besos, abrazos, caricias? ¿Lo disfrutaste? ¿Sientes que quisieras repetirlo? Si a todo eso en tu mente respondiste sí, entonces hicieron el amor — Any quedó en total silencio, entonces Maite sonrió. —Hicieron el amor — Afirmó. —¡Cuéntame Any! — Rió —Soy tu amiga caray. Sabes que lo que digas quedará entre nosotras — Any estrujó el cojín con las manos debido a los nervios pero no miró a su amiga. Cuando por fin lo hizo, no hacía falta hablar.

—Me da pena admitir que me gustó. Yo pensé que sería sin besos y abrazos... pero no pude contenerme cuando él comenzó a besarme — Confesó.

—¿Él comenzó? — Any asintió.

—De hecho, si yo no lo hubiese frenado me hubiese hecho... — Dudó en continuar, pero Maite era tan inteligente que ya se lo imaginaba.

—No me digas que... — Abrió la boca —¿Sexo... or...?

—¡¡Ya no lo digas por favor!! — Pidió Anahí avergonzada.

—Es broma ¿verdad?

—No Maite.

—Esto cambia definitivamente las cosas. Any... ¿No te pones a pensar que quizá el rompió el tubo a propósito? ¿Qué lo hizo porque quería acostarse contigo? — Any hizo un mohín y pensó.

—Pensándolo de ese modo... ¿Me utilizó para sacarse esas ganas que tenía de acostarse conmigo? — Preguntó dolida.

—No, yo no dije eso. Me refiero a que, quizá, él te deseaba y vio esta oportunidad — Aclaró.

—Y me usó — Insistió la castaña.

—Anahí, tú conoces bien a Alfonso. Él no sería capaz de hacerlo con la simple idea de quitarse las ganas contigo. Para mí hubo algo más — Explicó.

—¿Algo como que?

—¿Alguna vez te miró de otra forma que no fuera como amigo? — Any negó —¿Nunca?

—Creo que no.

—Bueno pero, otro no sabe que pasa en la mente de cada persona. ¿Accedió rápidamente a ayudarte? ¿O dio vueltas? — Quiso saber la morena.

—¿Mai a donde quieres llegar? — Preguntó incorporándose.

—A saber si Alfonso siente algo más por ti — Respondió. Anahí rió con sarcasmo.

—Estás mal Maite. Poncho ama a Paula, él solo quiso ayudarme. No siente nada por mí — Aseguró la azafata.

—No me refiero a amor, sino tal vez a deseo — Anahí volvió a reír con sarcasmo y Maite no la entendió.

—Creo que ya debe estar el resultado. ¿Irías por mí? — Evitó el planteo de Maite, pues Poncho no sentía nada por ella, y no se iba a dejar confundir por la loca y absurda idea de su amiga. La morena asintió y fue en busca de la prueba. Any esperó impaciente y nerviosa, dando vueltas por la sala, hasta que la chica llegó con el objeto en mano. Con solo echar un vistazo a la transparente mirada de su amiga, ella pudo presentir el resultado.

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