Capítulo 23: ¿Estás Aquí?

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Isaac

—Por Dios Isaac, ¿estás bien?

—Si Cris, estoy bien, no te preocupes.

—¿Cómo que no me preocupe? ¿Por qué no me dijiste? Yo hubiera ido...

—Por eso no te dije nada —la interrumpí—. Que te regresaras era absolutamente innecesario.

—¿En serio estás bien?

—Sí —le aseguré—. Estoy bien, lo peor ya pasó.

—¿Lo peor? —En ese instante supe que había elegido la palabra incorrecta.

—Me refiero al accidente, al susto, eso fue todo —suspiré.

—Deberías haberme dicho —seguía reclamando. No todo estaba perdido, si había tenido dudas acerca de ella, en este momento se estaban disipando todas.

—Te quiero —solté arrepintiéndome de inmediato. Si no hubiera sido por su silencio le hubiese dicho que pronto nos veríamos, que iría a buscarla, pero preferí callarlo, algo me previno que lo hiciera.

—Me alegra que estés bien —dijo al cabo de un rato—. Yo... Esto... Me debo ir, adiós Isaac. —Trancó la llamada sin siquiera esperar mi respuesta.

Seguía siendo la chica complicada que conocí, la chica tan caprichosa de la que me enamoré, siempre mostrando su coraza de frialdad, pero ya la conocía bien como para saber qué había debajo de esa superficie. Solo pocos días Cristhie, en poco tiempo te veré de nuevo.


Cristhie

Desperté en la conocida habitación de hotel que había sido mi hogar en las últimas semanas; había tenido un sueño de lo más extraño, empezaba a recordar a medida que terminaba de desperezarme. Soñé que Maggie había venido a decirme que Isaac había muerto; en definitiva estar sola, alejada de mi familia y mis seres queridos, estaba empezando a afectarme y era claro que mi mente jugaba conmigo. Bufé frustrada y me di la vuelta en la cama, pero entonces, me encontré de frente con Maggie, o sea, Maggie estaba aquí, no fue un sueño, ella había venido entonces... Isaac...

De repente un montón de imágenes se agolparon en mi mente: Yumar a la puerta de mi habitación, Maggie dentro de mi habitación esperándome, Isaac tuvo un accidente, ¡Demonios! Isaac tuvo un accidente, sí, pero no estaba muerto... ¿O sí? ¿Lo llamé?, o esa parte si fue un sueño, con todo mi esfuerzo me obligué a recordar.

Cuando retomé nuevamente conciencia de mi misma, Maggie me explicó con calma que Isaac estaba bien, sí, había tenido un accidente de auto en la autopista del que no me dio los detalles y yo decidí que no quería saberlo, así como también decidí que debía llamarlo, sabía que Maggie no me mentiría en algo tan serio como esto pero yo necesitaba escuchar su voz. Si ya todos los días anhelaba llamarlo y me perdía en la fantasía de que él estaba conmigo, digamos que esta fue la gota que rebosó el vaso, necesitaba a Isaac mucho más de lo que me atrevía a admitir a mí misma. Sin embargo en la noche no lo llamé.

Di la vuelta en la cama y tomé el celular ignorando lo que Maggie me estaba diciendo, lo pensé por un par de segundos más y marqué su teléfono, lo tenía guardado en discado rápido. Mil emociones recorrieron mi cuerpo tan solo de oír su voz, su aterciopelada voz que me indicaba que estaba al otro lado de la línea, tan cerca y tan lejos de mí. La llamada fue corta pero me costó más de lo que debería despedirme, no quería colgar, sin embargo, no tenía sentido seguir con el teléfono al oído.

Lágrimas traicioneras recorrían mis mejillas, Maggie estaba allí mirándome sin decir una palabra, en su rostro pude ver que se preocupaba por mí, y esto me hizo llorar más, se acercó y me acunó entre sus brazos, como lo extrañaba, como extrañaba a todos...

Decisión de Amor (Borrador Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora