Capítulo 12: Isla Nihhau

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Quiero estar contigo en una playa azul

Oyendo bossanova y tú dejándote besar

Hoy soñé que te acostabas junto a mí

Sonriendo me oías decir no quiero despertar

Pasame un ron

Ponle limón

Voy a hablar con un ángel para ver si

En su ala te podría traer y nunca regresar

Porque quiero estar

Contigo en una playa azul

Quitándote el bikini y yo dejándome besar...

Playa Azul (Los Amigos Invisibles)


Cristhie

—¿Un vuelo? —pregunté incrédula—. ¿Para dónde vamos?

—Ya te dije es una sorpresa, vamos Cris ¿O es que no confías en mí? —dijo brindándome una media sonrisa que me desarmó por completo. Aunque su pregunta quedó resonando en mi mente ¿Confiaba en Isaac Kemper?

—Muy bien déjame ir por mi bolso y avisar para que bajen mis maletas —Isaac me miró con cara de asombro.

—¿Maletas?

—Sí, maletas —dije tocándole la punta de la nariz con mi dedo—. Pues no sabía a dónde íbamos, ni por cuánto tiempo, así que mejor prevenida —finalicé dándole un beso rápido en los labios mientras acariciaba su mejilla y me iba por las escaleras rumbo a mi habitación.

Entré a mi cuarto como un torbellino, tomé rápidamente mi bolso de mano, revisé mi maquillaje, tomé el celular de la cama y bajé de nuevo tratando de controlar mi agitada respiración para que Isaac no se diera cuenta de lo excitada que estaba, pero sabía que era caso perdido, bajaron también mis maletas que guardaron en el carro de Isaac y nos fuimos al aeropuerto.

Llegamos, registramos las maletas, validamos los boletos y nos montamos en el avión. Isaac había reservado en asientos de primera clase y la verdad es que no esperaba menos. Iríamos a Hawai, me habían contado que sus playas eran muy hermosas pero jamás había ido, ya me imaginaba la habitación del hotel en el que Isaac habría reservado, él tenía que haber pensado en todos los detalles, o al menos eso esperaba yo. Llegamos a tierra, hicimos todo el proceso del principio pero a la inversa, salimos del aeropuerto y tomamos un taxi, pasamos por lo que me imaginé sería el centro de la ciudad, estaba lleno de gente y se podía ver que era una zona turística, después de tantas horas de viaje necesitaba con urgencia darme una ducha.

Para mi gran sorpresa seguimos de largo hasta que llegamos a un puerto, nos bajamos del auto y caminamos hasta un hermoso yate que se encontraba allí aparcado; Isaac subió las maletas y luego me ayudó a subir a mí, navegamos por un rato que me pareció eterno, me encontraba súper cansada y el sudor se pegaba a mi cuerpo, el aire estaba húmedo, era realmente incómodo, además el no saber para dónde íbamos me alteraba más el mal humor que tenía, trataba de no pensar en eso y hacía todo mi esfuerzo por disfrutar del aroma del mar y del viento que daba contra mi rostro. Arribamos a una isla que estaba en medio de la nada, era sencilla y hermosa, era como un paraíso tropical, casi se me cae la barbilla del asombro.

Decisión de Amor (Borrador Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora