Capítulo 36: Las Máscaras Caen

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Cristhie

Decir que estaba hecha un lío era quedarme corta.

Mientras más vueltas le daba al asunto más encajaban todas las piezas del rompecabezas. Entendía a la perfección el dicho que reza "No hay peor ciego que el que no quiere ver" ¿Me estuve engañando todo este tiempo? O era que inconscientemente pensaba que mientras mejor me comportara con Yumar mejor estaría Isaac...

Pero ya no más, había llegado el momento de dejar caer todas las máscaras, ¿por cuánto tiempo iba a vivir así? Pero la duda no me abandonaba, ¿era realmente Yumar la persona responsable detrás de la desaparición de Isaac? Por más que me exprimía el cerebro pensando no venía ningún otro nombre a la cabeza, además estaba también el hecho del cambio radical que había dado la relación entre nosotros, lo mucho que se interesaba por la investigación de la desaparición... trataba de encajar estas dos versiones de Yumar en mi cerebro y me asustaba lo mucho que podían convivir...

"Ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca" me dije. La mejor manera de salir de la duda era cortando el problema de raíz, Yumar me había invitado a pasar el fin de semana en Calais. Iría. Quizás era arriesgado, pero era lo que debía hacer.

A pesar de mi resolución, pasé el viernes completamente nerviosa esperando a que llegara final de la tarde. Extrañamente no había visto a Yumar en todo el día y para cuando llegó a mi oficina a buscarme lo notaba algo tenso, me dije que era porque yo misma estaba tensa y estaba comenzando a imaginar cosas donde no las había.

—Veo que te has decidido a acompañarme Cris —dijo Yumar en cuanto entró en la oficina. Yo simplemente asentí, me era imposible hablar con el nudo que oprimía mi garganta—. Me parece perfecto, debo decir que es la mejor decisión Cristhie, lo pasaremos en grande, ya verás. —En esas palabras me parecía que estaba encerrada una promesa implícita que no alcanzaba a comprender o quizá estaba de nuevo imaginando cosas.

Llegamos al puerto y abordamos un yate, era de la compañía o de Yumar, no podía estar segura, aunque dada la relación de Yumar con el dueño daba lo mismo ¿o no? La presión y el estrés que me acompañaba me hacían divagar. Sacudí mi cabeza, debía concentrarme y enfocarme en Isaac.

El viaje se estaba desarrollando de manera pacífica y normal, yo seguía dividida: ¿era Yumar culpable o no? La brisa soplaba fuerte y seguía perdida en mis pensamientos hasta que la voz de Yumar se interpuso.

—Ya no sé qué más darte Cris. He hecho todo lo que ha estado a mi mano para que estemos juntos. Incluso te saqué de aquella ciudad que tantos malos recuerdos nos traía.

Lo miré con cara de asombro y estupefacción, no entendía nada, mi mente se negaba a entender nada.

—Verás Cris —prosiguió Yumar—, había una vez un joven muy ambicioso que conoció a una chica dulce y muy linda, vio en ella su oportunidad de surgir en la vida, de hacerse un nombre y así este joven apuesto y gallardo cortejó a la joven dama y pronto estuvieron comprometidos en matrimonio. Ah el joven vivía por esa mujer, pero no olvides que es un hombre, con necesidades básicas —dijo mientras se encogía de hombros, era posible que Yumar estuviese contando nuestra historia con tanto cinismo, ¿eso había sido yo para él, un medio para su fin?—, y entonces cometió un error. Pero eso no es lo que más lamento Cris, no me lamento de las equivocaciones que he cometido, lo que en realidad lamento es que te hayas enterado de aquello. Pero como toda acción tiene reacción... —ahora que recordaba nunca supe nada de esa mujer y su bebé. Claro que nunca había hablado de eso con Yumar... Sería posible...

—¿Qué hay de esa mujer? —me sorprendió mi tono de voz ronco, tenía la garganta seca. —No supe más...

—Ese asunto está solucionado —me interrumpió. 

Decisión de Amor (Borrador Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora