Decisión de Amor (Borrador Completo)

Capítulo 28: Yumar Wells

Isaac

Era la hora acordada y Jessica no había llegado aún, ¿era que se había arrepentido? ¿Era que realmente no había nada que decir, nada que saber? Llevaba los últimos cinco minutos con estas preguntas dando vueltas en mi cabeza. Saqué de mis bolsillos el celular y revisé de nuevo los textos que me había enviado el día anterior. Sí, estaba en el lugar correcto, así me lo hizo saber una nueva mirada al menú del restaurante que estaba cerrado sobre la mesa frente a mí; sí, es la hora correcta, una rápida mirada a mi reloj (tanto del celular como de mi muñeca) me lo hizo saber, al alzar de nuevo la vista suspiré de alivio, Jessica estaba en la puerta del local buscándome con la mirada, me levanté de la silla y le hice señas con las manos para que me viera, asintió en cuanto me vio y se dirigió hasta la mesa donde yo estaba.

—Isaac —dijo dándome un suave abrazo—, disculpa la demora —decía mientras miraba a todo el salón.

—No te preocupes, no ha sido tanto tiempo.

Llegó el mesero y pedimos algunas bebidas, eran las 3:30 de la tarde por lo tanto no íbamos a comer, o al menos no de momento; yo ordené un whisky doble y ella un daiquiri de fresa. Seguimos preguntándonos trivialidades "¿Cómo estás?, ¿Qué tal te ha ido?, etc." Mientras ella daba miradas furtivas en todas direcciones, quizás esperaba el trago con ansias, pensé. Finalmente llegó el mesero con nuestras bebidas y se retiró de la mesa, fue entonces cuando ella habló:

—Lo que estoy a punto de decirte, Isaac, no debes repetirlo bajo ninguna circunstancia —lo dijo casi con solemnidad, ¿Por qué tanto drama? Esto me hizo tener más ansiedad—; y jamás, jamás lo escuchaste de mí. —Sólo pude asentir con la cabeza, ella miraba de nuevo a nuestro alrededor, tal y como hacía desde que había llegado, como hizo cuando estábamos en la fiesta de su hermana. —El matrimonio de mi hermana está arreglado. —Soltó de golpe, dudé por un momento, pero luego supe que Jessica no tenía por qué mentirme.

—¿Arreglado? —Le pregunté para instarla a hablar, parecía haberse perdido en sus pensamientos.

—Conoces a mi padre —Eleazar Gotto dije en mi mente—, él es un hombre que si bien quiere a su familia, vive mucho de la apariencia.

—Lo sé —confirmé—, pero si esto es así, ¿por qué Yumar? Él no es precisamente un buen partido.

—Es cierto —concordó conmigo—. Sucede Isaac, que la situación es más complicada de lo que parece. Este acuerdo, este matrimonio, es una absoluta locura; se lo dije a mi padre, incluso pensé en ayudar a mi hermana a escapar pero luego de que Alec muriera en ese accidente no había mucho que hacer. —Hablaba rápido y divagaba un poco ¿Alec? ¿Accidente? ¿Escapar?

—¿Quién es Alec? —pregunté primero.

—Perdóname Isaac —me dio una mirada de disculpa—. Debo empezar por el principio ¿no? —Dio un largo suspiro y una nueva mirada a su alrededor, me parecía un poco paranoica pero no le dije nada—. Katherina estuvo saliendo por un tiempo a escondidas con este chico, Alec, él trabajaba en el jardín de la casa y como ves, cuando se enteró mi padre jamás estuvo de acuerdo con eso y lo echó, sin embargo, ellos se querían, ¡oh sí!, yo fui testigo y participe de ese amor, Alec se desvivía por Katherina. Se querían bien y de hecho diría que mi hermana aún lo ama.

—¿Cómo entra Yumar y el matrimonio arreglado en todo el asunto? —Estaba impaciente y esto no me decía mucho de Yumar que era lo que yo quería saber.

—Veras Isaac, pasó lo peor que pudiera pasar, claro eso en términos de mi padre, yo por el contrario estaba sumamente feliz por mi hermana y Alec, ella habría vivido con él así fuera debajo de un puente, su amor era como pocos... Entonces claro mi padre la encerró, estaba más que furioso y...