Esta historia empieza en una pequeña casa en medio de los enormes rascacielos de la ciudad de México, era lunes del cálido mes de julio. Eran las seis treinta de la mañana y yo me acababa de levantar.
Mi nombre es AC401 que (creo) que significa agente canino número 401, pero de cariño y mi nombre original es Lobo. Me pusieron así por la gran similitud que tengo con dicho canino.
Justo a las seis con treinta y uno sonó el despertador de mi humano.
Él y yo nos llevamos muy bien y vivimos bien, tenemos un gran trabajo, una casa, entre otras cosas.
Después de desayunar y prepáranos fuimos a nuestro trabajo.
Llegando a la central policiaca entramos en la oficina de humano gruñón que al parecer, mi humano y muchos más le llamaban jefe.
Mi humano y jefe hablaban sobre algo de drogos, o dragas, o algo parecido, yo no ponía mucha atención ya que me entretenía mirando a mis compañeros por la ventana entrenar en el patio.
Justo cuando me senté mas en el entrenamiento escuche la palabra que todo agente canino espera, "misión" Mi corazón latía muy fuerte y mi cola se meneaba rápidamente de emoción. Miraba al jefe para oír que más decía y logre entender "tú y AC401" al escuchar eso estaba aún más emocionado no resistía la emoción, tanto, que empecé a gritar y a hablar de alegría. Para un humano, cuando un perro habla le dicen de una ridícula forma: ladrar. Me suena a ladrillo.
Continuando nuestra historia. Una vez que el jefe dejo de hablar montamos nuestro carro. No era ese típico y aburrido carro que decía policía en sus lados, en cambio este carro era negro y sin nada en especial, lo único que tenía parecido al otro era un pequeño radio comunicador en el tablero.
Mi humano y yo nos estacionamos por un momento para revisar un papel que tenía una dirección. Después de esa momentánea parada seguimos nuestro camino.
Pasamos por puentes, carreteras y demás para llegar a la dirección que tenía el papel.
Al llegar note que no era más que una fábrica de churros abandonada en las afueras de la ciudad, para mí era algo que no tenía mucha importancia, ¿Qué emocionante aventura podría tener esa cosa en la que crecían hiervas en el tejado?
Pero al parecer mi humano no pensaba lo mismo que yo.
Mi humano bajo del carro y yo después.
En seguida me senté a su lado y este me dijo "busca" era una de las pocas palabras que yo podía entender del gracioso lenguaje de los humanos.
Baje mi cabeza y empecé a olfatear. No había ningún olor en especial así que empecé a moverme de lugar hasta que... "Snif" huele a... "Snif" algo raro. Hice unos ruidos leves para indicarle a mi amo el olor que había encontrado, entonces entro a aquella fábrica y yo junto a él.
Dentro del edificio no se escuchaba ningún ruido, ni siquiera las sutiles pisadas de un ratón.
Nos adentramos cada vez más en esa fábrica y a su vez me daba cada vez más ese extraño aroma. Me detuve un momento porque me pareció escuchar un extraño ruido, después de unos momentos escuche otro que parecía provenir de detrás de unos mecanismos, al parecer era un pequeño "clic"
Comencé a gruñir hacia los mecanismos, en eso mi humano saco una lámpara y alumbro entre unos tubos, en eso escuchamos unos disparos. Yo ya sabía qué hacer en ese momento: Corrí rápidamente y me escondí detrás de unos costales. Mi humano detrás de unas cajas. Las balas estaban atravesando los costales de harina, al pasar esto yo reaccione corriendo con la cabeza baja hacia unas escaleras. Al correr sentía a las balas rozándome pero yo no dejaba de correr hacia la escalera.
Una vez que llegue baje a toda velocidad las escaleras.
Después de bajar y estar libre de balas me pare a tomar un respiro, todo estaba bien, solo sentía un dolor muy agudo en mi oreja izquierda.
Una vez que me tranquilice comenzó a llegarme el mismo olor de afuera de la fábrica, pero esta vez mucho más fuerte. Seguí el aroma hasta encontrarme con una puerta semi abierta de la que salía una luz y un olor muy extraño, me asome lentamente y vi algo sorprendente.
Montañas de cajas blancas y barriles con gasolina. "Seguro esto está buscando mi humano" pensé.
Corrí a avisarle sobre eso, subí las escaleras y lo vi, no estaba muy lejos y le comencé a ladrar. Mi humano me vio y corrió rápidamente hacia mí, los dos bajamos aprisa las escaleras y bloquemos la entrada.
Entonces conduje a mi humano hacia el cuarto de las cajas blancas.
Antes de llegar los dos tomamos precauciones, yo listo para atacar y el saco algo a lo que llamaban arma.
Entramos al cuarto y notamos que había dos humanos de guardia, cuando vimos que estaban distraídos entramos en acción. Ataque a un humano en la pierna haciéndolo caer mientras que mi humano lo esposaba. El otro no tardó en darse cuenta y comenzó a disparar. Los dos corrimos a ocultarnos mientras que las balas iban tras nosotros tratando de cazarnos. Una de esas balas choco en un tanque de gasolina lo cual causo un incendio que quemó todas las cajas blancas.
Mientras que esto pasaba el humano que nos había disparado se quedó atónito mirando el fuego, en eso mi humano lo esposo también. Salimos del edificio en llamas junto con los dos humanos y vimos que estaban nuestros compañeros afuera, ya con el otro humano que nos faltaba.
Un día después los dos recibimos un reconocimiento mientras mi humano me decía: "Buen perro, buen perro, buen perro"
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Cuentos
Short StoryCompilación de cuentos e historias cortas. Una amistad inolvidable. Un rompecabezas siniestro. Un recuerdo. Un exótico abanico. Un curioso bicho. Once historias diferentes, ¿cuál es la tuya?