Me gusta tu cabello, rizado y suave. Me encanta entrelazar los dedos en el haciendo que mi piel se estremezca al contacto con tus hilos negros.
Se siente tu vista en mis ojos, la forma en la que tu alama penetra en la mía haciéndola una sola, ¿o será que acaso solo siento emoción?
Tu soplo desvergonzado sobre mi piel abre una excitación abismal que me remonta a mis años maravillosos.
Tu tacto me hace girar sobre mi eje para mostrarte mi lado más humano, ese "yo" totalmente puro y sin pudor que ya no temo mostrarte.
Quiero que me tengas así por siempre, tómame, no tengas timidez de mostrarte cómo eres, tómame, siente la pasión que detonas cuando sientes mi sufrir.
Olm
1
Tú me ofreces un refresco en el café, no eres nada competente, yo lo sé, pero aun así sigues siendo igual de interesante, como cuando te vi pintando al gato de Lorena en aquel lienzo en blanco que término bañado en colores. Colores, colores como los de tu blusa, cuyos azules me remontan a tus ojos náuticos. Ya había escuchado antes, muchas veces, que los ojos son conocidos como las ventanas del alma, pero jamás lo había comprendido como el día en el que logre conocerte, conocerte de verdad. Cuando tus ojos chocaron con los míos y vi quien eras, y tú me viste a mí. Puede que fuera esa conexión la que nos hizo mantenernos juntos por tanto tiempo, aunque muchos dijeron que solo fueron un par de años, o inclusive solo uno y medio, yo lo sentí mayor. Cuando tú estabas a mi lado el tiempo pasaba más lento, yo vivía, sentía tu voz, olía tu esencia, saboreaba tu sonrisa y veía tu amor.
Salimos del café y vamos hacia el parque, intentas explicarme el porqué de tu próxima partida, pero no quiero entenderlo, no quiero escucharte decir eso. Partida, que palabra tan inhumana, todos le temen al desprendimiento porque no sabemos que hay más allá.
2
Hojas, las siento y escucho su crujir al paso de nuestros zapatos, camino lento, muy lento, intentando que no te separes de mi mano, porque mi mano sin la tuya la siento vacía, la siento fría y estéril, incapaz de florecer con forma de un poema o un dibujo en tu nombre. Los colores otoñales han despedido los últimos vestigios de la primavera, por lo que el invierno comienza a reinar una vez más.
Se suponía que este invierno no debería ser frio, sino cálido, como los inviernos que pase a tu lado. Pero no hay manera de detener la naturaleza más que con la naturaleza misma.
Antes de dejarme te pido por favor que me otorgues una noche más antes de partir, un viaje más al interior de ese mundo que juntos construimos. Tú aceptas. Yo te agradezco.
3
Tomas mi mano con fuerza y la llevas ante tu rostro, mi tacto pasa sobre tu pie como conquistando territorio ajeno. Me gusta cuando me miras de esa manera, tan firme, tan decidida. Muchos dirían que no es romance, o inclusive no es amor, pero el amor tiene muchas caras, algunas ya muy conocidas, otras más oscuras y profundas, esperando por ser desenterradas por algún curioso, y fíjate, que curioso que ambos coincidiéramos en dicha búsqueda.
Me retomo a tus ojos que no me dejan en paz, cual hipnotista profesional me tienes a tu merced.
Tu beso dulce se transforma en una guerra de sentidos cuando se transforma en un sutil pellizco que recorre mi ser haciéndome sentir débil. La fuerza de tu beso me debilita, extrae esa última gota de vergüenza y me envenena hasta el punto en el que mis sentidos son quienes ahora reinan en mí. Me gusta sentir, así sé que estoy vivo, tú me haces sentir, tú me haces saber que estoy vivo.
La forma en la que tocas con tus tibias manos figuran la melodía perfecta en conjunto con el frio punzante de los metales. Se siente una orquesta, y a mí me gusta sentir.
La forma en la que usas tus dedos como arados hacen que mis pupilas se dilaten, haciéndome sentir un choque entre lo real y lo ficticio. No puedo creer que esto pueda ser real, no puedo creer que algo como lo es el contacto humano pueda ser tan complejo, tan profundo, y tan intenso como una gama infinita de matices que van desde el blanco al negro, pero yo prefiero el rojo, tu favorito también.
El momento en el que nos fundimos en uno solo es el fruto final de nuestra danza de amor, los hierros pareciera que se derriten al contacto con nuestros cuerpos, ahora cálidos como el verano, el verano que ya se retiró, pero que aun así, se sigue disfrutando hasta el último momento.
Acaba con migo, no te apiadas de mí, porque sé que tú tienes una forma peculiar de demostrad tu amor, y a mí me gusta porque me hace sentir. Formemos juntos un final de cuento de hadas irrepetible en la historia, un final inolvidable, un final que se pueda saborear, sentir, oler, tocar y visualizar. Hagamos juntos ese final, que, a pesar de nuestros intentos, nunca vuelve a ser igual, sino que mejor. Y así acabamos.
4
A la mañana siguiente solo encuentro tu mensaje en mi celular:
Porque tú me enseñaste a amar, porque tú me dejaste quererte, porque tú y yo ya somos uno, por eso volveré. Y entonces sonrió. Yo te esperare. Te esperare porque me enamore de ti, me enamore de una criatura extraña, me enamore de un ser en peligro de extinción. Me enamore de un olm.
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Cuentos
Short StoryCompilación de cuentos e historias cortas. Una amistad inolvidable. Un rompecabezas siniestro. Un recuerdo. Un exótico abanico. Un curioso bicho. Once historias diferentes, ¿cuál es la tuya?