Cher... ¿Eaton?

Capturar la bandera.

Cuando todo el equipo baja del tren, empiezan a escucharse discusiones sobre a dónde ir para esconder la bandera. Me alegro de que esté en el equipo de Cuatro, junto con Uriah y Marlene. Por un momento pensé que no me elegiría, pero ¿Cómo no iba a hacerlo? ¡Soy su hermana!

-Cuando ganó tu equipo, ¿Dónde pusieron la bandera? -pregunta Marlene a Cuatro.

-Decírtelo acabaría con el espíritu del ejercicio, Marlene -responde él fríamente.

-Por favor, Cuatro -se queja ella y le sonríe.

-En Navy Pier -grita Uriah que está junto a mí -Mi hermano estaba en el equipo ganador, escondieron la bandera en el carrusel.

-Pues vamos allí -dice Will y todos nos ponemos en marcha.

Todo el oscuro trayecto transcurre en silencio. Cuando llegamos al carrusel, Cuatro saca la bandera brillante y se dirige a nosotros.

-Dentro de diez minutos, el otro equipo elegira su ubicación -dice- Sugiero que aprovechen este tiempo para elaborar una estrategia. Puede que no seamos eruditos, pero la preparación mental forma parte de su formación. Incluso podría decirse que es el aspecto más importante.

Cuando menciona a los eruditos, recuerdo que mi resultado fue Osadía y Erudición, y no ido a ver a Tori. Tengo que hacerlo pronto.

-Algunos deberían quedarse aquí y otros deberían ir a ver dónde está el otro equipo -dice Will

-¿Si? ¿Tú crees?  -dice Marlene y le quita la bandera a Will -¿Quién te ha puesto al mando, trasladado?

-Nadie, pero alguien tiene que hacerlo -

-A lo mejor deberíamos desarrollar una estrategia más defensiva, esperar a que vengan y acabar con ellos -propone Christina.

-Eso es de gallinas -responde Uriah -Voto que salgamos todo. Que escondamos bien la bandera para que no puedan encontrarla.

Todos empiezan a hablar al mismo tiempo. Christina defiende el plan de Will y los iniciados nacidos en Osadía el de Uriah. Volteo a ver a todos lados en busca de Cuatro, pero no está. De un momento a otro alguien decide los que van a ir a atacar y los que van a defender. Me toca quedarme en el carrusel, junto a Uriah, Christina y otros dos osados.

-Yo quería ir por la bandera -se queja Uriah mientras intento subirme a un animal de plástico.

Cuando me impulso con ayuda del tubo que lo sostiene, piso mal un escalon y me resbalo. Uriah me agarra de la cintura por detrás para evitar caerme. Me quedo paralizada ante su contacto, me recorre por todo el cuerpo la misma sensación que tuve el día en que chocamos y me ayudó a levantarme. Uriah me ayuda a sentarme en el caballo maltratado de plástico. Me suelta, desearía que no lo hubiera hecho. Nuestras miradas se encuentran y siento como me ruborizo al igual que él.

-Gracias -logro decir.

No recibo respuesta, sino que se limita a lentamente acercar su mano a mi cara. Me acaricia la cara con cuidado, me pasa un mechón de cabello por detrás de la oreja. Intuitivamente cubro su mano con la mía. Se empieza a acercar más a mí. ¡Estaba a punto de besarme! Cuando nuestros labios se estaban rozando me espantó un ruido fuerte, lo que hizo que cayera hacia delante. Ambos caímos, Uriah sobre el suelo y yo sobre él.

-¡Alguien ha activado la noria! -exclama la osada mayor.

Rápidamente me pongo de pie. Uriah me imita.

-¿Quién habrá sido? -pregunta nerviosamente Uriah.

Estoy igual de nerviosa que él y tengo la mente en blanco, incapaz de responder rápido. Por suerte a lo lejos veo cómo Tris y Cuatro se acercan.